El presidente de España decidirá el futuro de la OPA de BBVA sobre Sabadell
El Ministerio de Economía eleva el estudio de la OPA de BBVA sobre Sabadell al Consejo de Ministros de España liderado por su presidente Pedro Sánchez, que tiene un mes para imponer requisitos adicionales a los que fijó la Autoridad de Competencia. Solo está facultado para hacerlo por razones de interés general. Pero si las condiciones ponen en riesgo la rentabilidad de la compra, BBVA podría verse forzado a renunciar a seguir adelante. No se descarta que vaya a los tribunales.
“El ministro fundamenta la decisión por razones de interés general distintas de la defensa de la competencia, relacionadas con el potencial impacto de la operación en la garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de regulación sectorial, la protección de los trabajadores, la cohesión territorial, la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico y los objetivos de política social”, dice la nota enviada por el Ministerio de Economía.
En el sector financiero no ha sorprendido la decisión. Primero, porque el ministro de Economía manifestó su “preocupación” por esta OPA desde el mismo día de su presentación, hace justo un año. Y segundo, porque incluso abrió una consulta pública para que cualquier ciudadano presentara alegaciones a favor o en contra de la operación.
A partir de ahora, la ley da 30 días naturales al Gobierno, desde que un expediente es elevado al Consejo de Ministros, para endurecer o dejar igual las condiciones impuestas por la Autoridad de Competencia en una operación de concentración empresarial. Solo puede hacerlo invocando razones de interés general para el país y a través de un informe debidamente motivado. Ese plazo concluye el 26 de junio si el Gobierno cumple los plazos.
La normativa es muy clara. Pero el riesgo de que en la decisión se introduzcan cuestiones políticas es elevado porque que los aliados parlamentarios del Gobierno son fuertemente contrarios a la OPA.
En España solo se ha utilizado esta posibilidad legal en un caso, el de la fusión entre Antena 3 y La Sexta en 2012. En aquella ocasión, el Ejecutivo, entonces del PP, decidió suavizar las condiciones impuestas por la Autoridad de Competencia.
Según el medio especializado ‘MLex’, la Comisión Europea sigue de cerca esta OPA. Le preocupa la posible obstaculización política de una operación de mercado. La Comisión lleva monitorizando esta OPA desde hace meses a través del procedimiento EU Pilot, que podría acabar en un proceso formal de infracción por intromisión política.
Las condiciones de la CNMC
Carlos Torres, presidente de Bbva, se vio forzado a realizar cesiones de última hora porque la Autoridad de Competencia no estaba dispuesta a dar la autorización a la OPA sin el visto bueno de sus cinco miembros, incluido el del consejero propuesto por Junts. Se acabó consiguiendo.
La Sala de Competencia consensuó a finales de abril un listado de condiciones reforzadas en materia de pymes, que fue aceptado por BBVA el mismo día de la votación, tras cerciorarse de que la rentabilidad de la operación no quedaba comprometida.
Bbva garantizará durante tres años (prorrogable a dos más) el volumen de crédito a largo plazo a todas las pymes que tengan el 85% o más de su cartera de financiación con Bbva y/o Sabadell. Al principio, esa salvaguarda solo era para aquellas empresas que dependieran a 100% de ambos bancos.
Y la cesión más importante: ese 85% se rebaja a 50% en el caso de Cataluña y Baleares. En esos territorios, la cuota de mercado de BBVA más Sabadell supera 30% y la cuota de Sabadell iguala o supera 10 por ciento.
Siguientes pasos
Si triunfa la OPA, el objetivo de BBVA es absorber Sabadell. Es lo que hizo CaixaBank con Bankia y la mejor manera de obtener 100% de las sinergias de la operación. Es decir, los ahorros de costes, que Carlos Torres eleva a 850 millones de euros (962.42 millones de dólares). No obstante, BVA tiene diseñada también una hoja de ruta sin fusión porque hay una posibilidad real de que el Gobierno la bloquee, ya que tiene potestad para ello.
Bbva se ve capaz de extraer dos tercios de las sinergias de 850 millones anunciadas si se ve obligado a mantener Sabadell como filial. Es decir, con sede social en Cataluña y un consejo de administración independiente. Bbva sostiene que la mayoría de ahorros de esta fusión serán tecnológicos. No vendrán, por tanto, de una fuerte reducción de plantilla.
Bbva planea eliminar la plataforma tecnológica de Sabadell y reducir sus Servicios Centrales, pero mantener el centro corporativo de San Cugat.
El camino hacia la fusión
La integración de ambos bancos en uno solo se abordaría en un momento posterior. Únicamente si triunfa la OPA con el sí accionarial (algo que podría suceder en septiembre) y una vez convertido Sabadell en filial del banco y remodelado su consejo de administración.
Es necesario que lo apruebe el consejo de Bbva y el de Sabadell, y que se ratifique en una junta de accionistas. Y es imprescindible el visto bueno del Ministerio de Economía, el trámite más complicado de la cadena de las casi 30 autorizaciones que ha necesitado esta operación. El calendario que maneja BBVA contempla integrar totalmente ambos bancos entre seis y ocho meses. Hay otro escenario más pesimista, que prevé que este proceso pueda alargarse año y medio, según fuentes cercanas al proceso. Carlos Torres se inclina, según las últimas declaraciones, por mantener la marca Sabadell en Cataluña, su territorio de origen.