El posible ataque de EE UU a Irán expone profundas grietas en las filas republicanas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presume de que sus partidarios le son tan fieles que si él matase a tiros a alguien en la Quinta Avenida de Nueva York lo aceptarían sin problemas. Esa afirmación puede verse ahora a prueba: mientras el republicano se plantea si bombardear Irán, bien de la mano de Israel o bien en solitario, y anuncia un plazo de dos semanas para decidirse, su base de votantes empieza a mostrar importantes grietas. Algunos apoyan ese golpe, pero otras voces muy influyentes dentro del movimiento MAGA (Make America Great Again), incluido su aliado Steve Bannon, se expresan rotundamente en contra de una nueva intervención en el exterior.