El poder del liderazgo silencioso: Cundo la calma inspira más que las palabras

El poder del liderazgo silencioso: Cundo la calma inspira más que las palabras

Al hablar de liderazgo, a menudo se asocia con personas extrovertidas o que expresan constantemente sus opiniones en las reuniones; sin embargo, también existen líderes que ejercen un liderazgo silencioso, quienes no buscan el reflector, sino el crecimiento de los demás. 

A pesar de que relacionar el liderazgo con el silencio puede ser contradictorio, lo cierto es que este tipo de jefes que aplican la modestia, calma y confianza, son más comunes de lo que se cree, afirma Joseph L. Badaracco, profesor de ética empresarial en Harvard Business School.

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En este sentido, los jefes también pueden ser discretos y eficaces, ya que las personas valoran cuando sus jefes los escuchan o los ayudan a mejorar, sin la necesidad de buscar ser el protagonista. También llamados “quiet leaders”, rompen con la idea tradicional del líder ruidoso.

¿Qué necesitas para ser un líder silencioso?

Ser un jefe que no busca protagonismo no es sinónimo de baja autoestima o que ponga en duda sus capacidades, sino que prefiere centrarse en otros objetivos, como el impulso de su equipo.

En cambio, se caracterizan por tener suficiente inteligencia emocional, ya que son conscientes que lo que hacen es por el bien de su equipo y pueden demostrar su eficacia con resultados.

“El liderazgo silencioso pone la energía y el foco en el resultado. Se caracteriza por el autoconocimiento, por ser objetivo y claro, pero siempre prioriza el desarrollo de los demás”, comenta Esther Alvarado, consultora en desarrollo organizacional, evaluación de talento y salud emocional.

Además, son más cercanos con cada integrante, porque consideran que conocer las cualidades y la personalidad, ayuda a la asignación de tareas. Mientras que, también son empáticos y humildes.

Las personas buscan paz en un líder

En tiempos donde la incertidumbre y la inmediatez dominan día a día, los colaboradores buscan apoyo, mismo que el liderazgo invisible puede aportar. Aunado a que las personas aprecian las siguientes cuatro cualidades de un líder, de acuerdo con un estudio de Gallup:

1. Esperanza: Los colaboradores quieren sentirse bien sobre su futuro, por eso, cuando la persona en la que confían les muestra un camino positivo o indicaciones claras, se sienten motivados.

A causa de esto, seis de cada diez personas a nivel mundial esperan que su líder les proporcione esperanza.

2. Confianza: Para que las personas puedan confiar en su líder se requiere de honestidad, respeto e integridad. Una práctica que alimenta la confianza es tener conversaciones individuales.

3. Compasión: Ayuda a formar seguridad psicológica y aumentar la lealtad. De manera que, la compasión que va más allá de la empatía evita juzgar a los demás y es una persona flexible ante los imprevistos de su equipo.

De acuerdo con Gallup, a nivel mundial el 7% de los colaboradores quisiera que su líder tuviera compasión, pero en Latinoamérica el índice es de 9 por ciento.

4. Estabilidad: Para que el liderazgo silencioso sea eficaz, debe construir una base sólida de seguridad psicológica, sobre todo en tiempos de incertidumbre. Por eso, el pensamiento crítico y la rendición de cuentas proporcionan esta estabilidad.

Las pequeñas acciones tienen grandes cambios

Ver el liderazgo silencioso como el otro lado de la moneda puede ser una equivocación, ya que Joseph L. Badaracco, señala que realmente todos los líderes que han marcado la historia realizaron trabajos en silencio y con mucha paciencia.

“Creo que la mayoría de la gente necesita reconocimiento. Es algo perfectamente natural. Creo que, si una persona que trabaja con y a través de otras personas ha hecho del mundo un lugar mejor o ha evitado un problema para alguna organización, estoy dispuesto a llamarla líder”, comentó durante una entrevista para Harvard Business School.

Un ejemplo de ello fue la hazaña de Rosa Parks, activista estadounidense que luchaba por los derechos civiles, quien, cansada de la discriminación racial, se negó a dar el asiento en el autobús a una persona caucásica.

Este acto, provocó que el chofer llamará a la policía y arrestaran a Rosa Parks, pero esto fue el comienzo de una serie de protestas para exigir igualdad y cambiar las leyes.

En este sentido, la acción de Rosa Parks es parte del liderazgo silencioso, porque a partir de una acción personal, no buscó justicia únicamente para ella, sino que se llenó de firmeza y decisión para ayudar a más personas.

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