El patriarca de Jerusalén, antes de participar en el cónclave que elegirá al nuevo Papa: “El legado de Francisco continuará”
El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, volará este miércoles al mediodía a Roma. Es uno de los 135 cardenales con asiento en el cónclave para elegir al sucesor de Francisco, fallecido este lunes; la máxima autoridad católica en Tierra Santa (una denominación que abarca las iglesias de rito latino en Israel, Palestina, Jordania y Chipre) y uno de los nombres que suena como papables en las quinielas oficiosas. Justo antes de volar, oficiará una misa conjunta de todas las iglesias de la zona (donde impera la rama greco-ortodoxa del cristianismo) en recuerdo del Papa, en el lugar más simbólico posible: la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde se sitúa la crucifixión y resurrección de Jesús. Ante la avalancha de peticiones de entrevista en las últimas horas, Pizzaballa ha optado por hablar este martes en Jerusalén con un pequeño grupo de periodistas para recordar la figura de Francisco (“su legado continuará”, ha dicho) y la constante preocupación que mostró por la pequeña comunidad cristiana de Gaza, que “representó uno de los elementos de su pontificado: la cercanía a los pobres y los desatendidos”.