¿El Nobel de la Paz para Trump? Se uniría a la lista de laureados polémicos

¿El Nobel de la Paz para Trump? Se uniría a la lista de laureados polémicos

<![CDATA[

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo este lunes que nominó a Donald Trump para el Premio Nobel de la Paz, y le entregó al presidente estadounidense una carta que envió al comité de ese prestigioso galardón. “Él está forjando la paz mientras hablamos, en un país, en una región tras otra”, dijo Netanyahu durante una cena con Trump en la Casa Blanca.

El magnate republicano recibió a lo largo de los años múltiples nominaciones al Nobel de la Paz por parte de seguidores y legisladores leales, y no oculta su irritación por no haber ganado el reconocimiento. El mandatario se ha quejado de que el Comité Noruego del Nobel haya pasado por alto su papel mediador en los conflictos entre India y Pakistán, así como entre Serbia y Kosovo. También ha reclamado el mérito de “mantener la paz” entre Egipto y Etiopía y de haber negociado los Acuerdos de Abraham, una serie de pactos destinados a normalizar las relaciones entre Israel y varios países árabes. Trump hizo campaña electoral presentándose como un “pacificador” que utilizaría sus habilidades negociadoras para poner fin rápidamente a las guerras en Ucrania y Gaza, aunque ambos conflictos continúan tras más de cinco meses de su presidencia.

¿Quién puede nominar a otra persona al Nobel de Paz? La nominación de Trump al Nobel de la Paz causó polémica incluso por la persona que lo presentó. “Obviamente, esto es patético, un beso y un truco de relaciones públicas, pero me imagino que las personas que otorgan el Premio Nobel de la Paz no son los mayores fanáticos de Netanyahu”, indicó en X Tommy Vietor, exasesor de seguridad nacional del presidente Barack Obama. El primer ministro de Israel actualmente enfrenta una investigación de la Corte Penal Internacional por los presuntos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos durante la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, que algunos califican como un genocidio.


Sin embargo, en su calidad de jefe del gobierno israelí, Netanyahu puede nominar a otras personas al Nobel de la Paz. De acuerdo con la Fundación Nobel, los miembros de asambleas nacionales y gobiernos nacionales —miembros del gabinete o ministros— de Estados soberanos, así como de jefes de Estado actuales están entre quienes pueden presentar nominaciones válidas.

¿Qué ganadores han provocado polémica? Aunque varios de los premios Nobel tienen controversias, como el de Literatura, el premio a la Paz es el que más polémicas provoca, incluso por omisión. Por ejemplo, Mahatma Gandhi no ganó este galardón nunca. Sin embargo, el premio suele provocar más discusiones por a quién sí se lo otorga. La controversia que rodea a este galardón es en parte porque es muy político. Algunos políticos ganan el premio por ciertas acciones que promueven la paz, pero luego se involucran en un conflicto más tarde o participaron en un conflicto anterior a la entrega del premio. Estos son algunos de los más polémicos:
Theodore Roosevelt (1906) Uno de los primeros premios Nobel que causó controversia fue el otorgado en 1906 al presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt. El comité del premio reconoció su papel como mediador para poner fin a la guerra entre Rusia y Japón en 1905. Sin embargo, Roosevelt no era realmente conocido por ser un “apóstol de la paz”, aunque favorecía un orden mundial que pudiera traer la paz entre todas las “naciones civilizadas”.


Durante la guerra entre España y los Estados Unidos en 1898, dirigió un regimiento de caballería estadounidense en Cuba. Más tarde, como presidente, mostró su determinación de ver a Estados Unidos como una gran potencia por medio del uso de la fuerza militar, principalmente en el Caribe, y esto incluso en el año en que se convirtió en Premio Nobel. “Una amplia sonrisa iluminó la faz del globo cuando se otorgó el premio… al ciudadano más guerrero de estos Estados Unidos”, indicó The New York Times en un editorial.

Carl von Ossietzky (1935) Un pacifista abierto y destacado oponente de Adolf Hitler, Carl von Ossietzky recibió el Premio de la Paz de 1935 por una serie de artículos que expusieron el continuo incumplimiento por parte de Alemania del Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Después de haber pasado la mayor parte de los tres años anteriores en campos de concentración, von Ossietzky luchaba contra la tuberculosis en el hospital bajo la vigilancia de la Gestapo —la policía secreta de la Alemania Nazi— cuando se anunció su triunfo. Se aconsejó encarecidamente al escritor que declinara el honor, pero ignoró descaradamente las preocupaciones por su seguridad y aceptó el premio. Esto indignó a Hitler, que no solo le impidió asistir a la ceremonia en Oslo, sino que también aprobó una nueva ley que prohibía a los ciudadanos alemanes aceptar premios Nobel.



El decreto evitaría que otros tres alemanes recogieran sus premios, aunque más tarde serían honrados por sus contribuciones, menos el premio en efectivo, después de que la Segunda Guerra Mundial llegara a su fin.

Cordell Hull (1945) El exjefe de la diplomacia estadounidense recibió el Nobel de la Paz en 1945 “por su incansable labor en favor del entendimiento internacional y su papel fundamental en el establecimiento de las Naciones Unidas”, indica la Fundación Nobel en su sitio web. Sin embargo, Hull tenía un antecedente que distaba mucho de la labor pacifista. En 1939, cuando Hull era secretario de Estado del presidente Franklin D. Roosevelt, se vivió la crisis del S.S. St Louis, embarcación en la que viajaban 950 refugiados judíos, que buscaban asilo de la persecución nazi. Zarparon hacia los Estados Unidos desde Hamburgo. A pesar de que Roosevelt mostró voluntad de ayudar, Hull, junto con los demócratas del sur, expresó una fuerte oposición y amenazó con retirar el apoyo a Roosevelt en las siguientes elecciones si no seguía su ejemplo. El 4 de junio de 1939, el presidente negó la entrada del barco, obligándolo a regresar a Europa, donde más de una cuarta parte de sus pasajeros murieron posteriormente en el Holocausto.
Henry Kissinger y Le Duc Tho (1973) Otro secretario de Estado polémico fue Henry Kissinger, fallecido a los 100 años en 2024. La decisión de otorgarle el Nobel de la Paz junto con el líder vietnamita Le Duc Tho en 1973 “por haber negociado conjuntamente un alto el fuego en Vietnam en 1973” levantó muchas cejas. El primer indignado fue el mismo Le Duc Tho, quien rechazó el galardón debido a las violaciones al alto el fuego que Estados Unidos cometió.


Esta elección del Comité Noruego del Nobel fue calificada como “la más controversial hasta la fecha” por el legado de Kissinger, que incluyó muchos más conflictos que soluciones pacíficas a estos. Los críticos dijeron que la supuesta participación de Kissinger como Secretario de Estado en la Operación Cóndor en Sudamérica y las campañas de bombardeo de Estados Unidos en Camboya se burlaron del premio y llevaron a Tom Lehrer a bromear de que el premio “hizo obsoleta la sátira política”. Los detractores de Kissinger también argumentan que el premio fue por los esfuerzos para concluir la Guerra de Vietnam, algo que en realidad no sucedió hasta 1975.

Aung San Suu Kyi (1991) En 1991, Aung San Suu Kyi, apodada “la Dama”, recibió el Nobel de la Paz por ser “un ejemplo extraordinario del poder de los que no tienen poder”. Lideró la oposición a la junta militar que había gobernado Birmania desde 1962. Fue una de las fundadoras de la Liga Nacional para la Democracia (NLD) y fue elegida secretaria general del partido Inspirada por Mahatma Gandhi, se opuso a todo uso de la violencia y pidió a los líderes militares que entregaran el poder a un gobierno civil. “En las elecciones de 1990, la NLD obtuvo una clara victoria, pero los generales impidieron que la asamblea legislativa se reuniera. En cambio, continuaron arrestando a miembros de la oposición y se negaron a liberar a Suu Kyi del arresto domiciliario”, indica la Fundación Nobel.

Yasser Arafat, Yitzhak Rabin y Shimon Peres (1994)


Suu Kyi permaneció bajo arresto domiciliario durante casi 15 de los 21 años desde su arresto en julio de 1989 hasta su liberación el 13 de noviembre de 2010, momento en el cual pudo reanudar su carrera política y dejar su huella en la rápida democratización de Myanmar. Pero después de convertirse en la líder de facto de su país, en 2016 y tras la apertura democrática del mismo, Suu Kyi fue condenada por los mismos líderes internacionales y activistas que alguna vez le dieron su apoyo, indignados por su silencio ante el éxodo de cientos de miles de musulmanes rohingya de Myanmar hacia el país vecino, Bangladesh, debido a una persecución militar. Organizaciones de defensa a los derechos humanos la acusaron de no hacer nada para detener las violaciones, los asesinatos y el posible genocidio contra esa minoría. Yasser Arafat, líder histórico de la Organización para la Liberación Palestina, recogió el Premio Nobel en 1994 junto con el entonces primer ministro israelí Yitzhak Rabin y el entonces ministro de Relaciones Exteriores Shimon Peres por su trabajo en los acuerdos de Oslo, que crearon “oportunidades para un nuevo desarrollo hacia la fraternidad en el Medio Oriente”. Arafat tiene incluso un legado complejo para aquellos que no lo consideraron un “terrorista”, como una relación incómoda con Hamás —el grupo que se haría del poder en la Franja de Gaza—, acusaciones de corrupción.

Wangari Maathai (2004)


Barack Obama (2009)

Además, los acuerdos de Oslo nunca se implementaron por completo y quedaron sepultados tras el asesinato de Rabin en 1995, a manos de un extremista israelí que se oponía a los acuerdos. Wangari Maathai, fue la primera mujer africana que ganó el Premio Nobel de la Paz, gracias a sus esfuerzos para empoderar a las mujeres rurales de Kenia para revertir la deforestación. Pero su premio se vio eclipsado por un comentario que supuestamente hizo a un periódico keniano en el que afirmaba que el VIH/SIDA fue desarrollado originalmente por científicos occidentales para despoblar África. Maathai más tarde negó estas afirmaciones, pero declaró en una entrevista de TIME que alguien sabe de dónde vino el VIH y que “no vino de los monos”. Después de su triunfo en 2004, Maathai participó en una serie de proyectos ambientales y se desempeñó durante un tiempo como viceministra de Medio Ambiente de Kenia. Murió en 2011 a los 71 años, y fue descrita por la revista Time como alguien que “inspiró a las mujeres a defenderse contra un gobierno corrupto y patriarcal”. El expresidente de los Estados Unidos Barack Obama recibió el premio en 2009, solo nueve meses después de iniciar su primer mandato, uno de los reconocimientos más polémicos de la historia. Muchos criticaron la nominación de Obama por ser prematura y que no había estado en el poder el tiempo suficiente para merecer el premio.

Unión Europea (2012)

“Este es el comité Nobel que le da a Obama el ‘premio no eres George W. Bush’, dijo Brian Becker, coordinador nacional de Act Now To Stop War and End Racism, en una nota de la agencia Reuters. En 2015, el exdirector del Instituto Nobel, Geir Lundestad, pareció lamentar la decisión, pues escribió en su autobiografía que el comité pensaba que el premio fortalecería al presidente, pero que no tuvo ese efecto. “Incluso muchos de los partidarios de Obama creían que el premio fue un error”, dijo, de acuerdo con la BBC. “En ese sentido, el comité no logró lo que esperaba”. El premio de la paz fue otorgado a la Unión Europea (UE) “por más de seis décadas de contribuciones al avance de la paz y la reconciliación, la democracia y los derechos humanos en Europa”, según el comité de premios. Muchos se quejaron de la elección, ya que la Unión Europea estaba lidiando con varios problemas económicos apremiantes, incluida la crisis de la deuda griega, y porque varios países europeos hacen y venden armas. “Alfred Nobel dijo que el premio debería darse a aquellos que trabajaron por el desarme”, dijo Elsa-Britt Enger, representante de Grandmothers for Peace, en un informe de Reuters en ese momento. “La UE no hace eso. Es uno de los mayores productores de armas del mundo”. Otros críticos incluyeron a los antiguos ganadores del premio. El arzobispo Desmond Tutu, Mairead Maguire de Irlanda del Norte y Adolfo Pérez Esquivel de Argentina, firmaron una carta abierta criticando la decisión y dijeron que la UE “claramente no es uno de los ‘campeones de la paz’ que Alfred Nobel tenía en mente” cuando creó el premio, informó Associated Press.

Abiy Ahmed Ali (2019) Abiy Ahmed Ali asumió el cargo de Primer Ministro de Etiopía en abril de 2018. El país fue devastado por un prolongado conflicto con su vecino, Eritrea, sobre una zona fronteriza en disputa. Una comisión de arbitraje internacional falló a favor de Eritrea en 2002, pero el gobierno etíope se negó a aceptar el fallo. Después de 16 años de “sin guerra, sin paz” entre los dos países, Abiy Ahmed rompió el punto muerto y aceptó la decisión. En septiembre de 2018, él y el presidente de Eritrea, Isaias Afwerki, firmaron un histórico acuerdo de paz, por lo que el primero fue reconocido con el Nobel de la Paz en 2019. El presidente del comité del Nobel elogió no solo el acuerdo de paz de Abiy con Eritrea, sino también sus iniciativas de reforma interna, incluyendo la liberación de decenas de miles de prisioneros y el regreso de grupos de la oposición que antes estaban proscritos. Al aceptar el premio en una ceremonia en Oslo, Abiy declaró que la guerra era “la personificación del infierno para todos los involucrados. Lo sé porque estuve allí”. Poco más de un año después, una de las peores guerras del siglo XXI estalló en Tigray, la región más septentrional de Etiopía. Durante gran parte de las tres décadas anteriores, el partido gobernante autoritario de Tigray, el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), ostentaba un poder preeminente en un gobierno de coalición nacional. Abiy también formó parte de la coalición, pero con el tiempo se había vuelto resentido con sus superiores tigrayanos (el grupo étnico tigrayano representa solo el 6% de la población de Etiopía). La guerra, que terminó a finales de 2022, se libraría por ideas contradictorias sobre Etiopía, pero también por la cuestión fundamental del poder. Abiy no fue el único responsable de este conflicto, que algunos describen como un genocidio , pero podría decirse que fue más culpable que cualquier otro. Algunos consideran que pasará a la historia como el ganador más controvertido del Premio Nobel de la Paz desde Henry Kissinger.

]]>

admin