El gobierno allana el camino para Olinia con un arancel de 35% a motos chinas

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El Gobierno de México ha decidido jugar las cartas a favor de Olinia , el proyecto de movilidad anunciado desde presidencia que busca convertirse en una insignia de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. Para ello, anunció un incremento al 35% en el arancel a las motocicletas provenientes de China , que hoy representan el principal competidor de esta iniciativa oficial. Actualmente, este tipo de vehículos paga entre 0% y 15% de arancel, lo que les permitió posicionarse como una alternativa accesible frente a los autos tradicionales y encontrar una puerta de entrada al mercado mexicano. Sin embargo, ese escenario está por cambiar.

Bernardo Baranda, director para América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo (ITDP), considera que las nuevas tarifas brindarán una oportunidad para que el mercado transite hacia vehículos de mayor valor agregado y, por ende, con estándares superiores de seguridad, lo que también abriría una puerta a Olinia. “Sí, hay una necesidad de movilidad que atender y la estamos viendo con la cantidad de motocicletas y scooters que se venden y circulan en la calle. Creo que es una excelente oportunidad para hacerlo más restrictivo y que ya no se vendan en lo mínimo”, comenta Baranda en entrevista con Expansión . Estos vehículos “Made in China” han conquistado la movilidad de última milla —o “de barrio”, como la han denominado las autoridades— gracias a sus precios bajos. En avenidas como Eje Central, son varios los establecimientos que han abierto en el último año, ofreciendo un abanico amplio de modelos con precios que van desde 7,000 pesos en las versiones más austeras hasta 90,000 pesos en los modelos equipados o con mayores especificaciones, como aquellos diseñados para la entrega de mercancías. Los precios asequibles, posibles gracias a los volúmenes de producción en serie que han convertido a China en el mayor fabricante mundial de este tipo de vehículos, representan una competencia difícil de superar. La situación de las motocicletas y los vehículos de dos ruedas refleja lo ocurrido en el sector automotriz tradicional: la supremacía del gigante asiático proviene de la manufactura a gran escala y los bajos costos.

Los retos La propuesta de aranceles para este tipo de unidades ha sido bien recibida por los proveedores de componentes automotrices, quienes observan en este nicho una ventana de oportunidad, ya que se trata de una clase de manufactura que hasta el momento no se produce en México. Sin embargo, este impulso también podría convertirse en “un arma de doble filo”, al considerar que el desarrollo de Olinia debería estar acompañado de una estrategia que fomente la creación y localización de proveedores. En otras palabras, se requiere una iniciativa transversal que contemple todo el proceso productivo, con miras a volver más asequibles los precios proyectados, que partirían desde los 90,000 pesos. “Obviamente fomenta la producción nacional, pero se tiene que hacer de una manera escalonada, porque actualmente en México el consumo de este tipo de motores ha estado al alza. De alguna forma, de manera progresiva podría resultar atractivo para las empresas fabricantes invertir”, comenta Alberto Bustamante, director general de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz. De acuerdo con Roberto Capuano Tripp, coordinador del proyecto Olinia, este mes serán presentados los dos modelos insignia de la iniciativa, que busca atender la “movilidad de barrio” o de última milla. El proyecto ha tomado fuerza y forma con el paso del tiempo, al punto de que ya se contempla en los Criterios Generales de Política Económica del Paquete Económico 2026, que reconoce la inversión nacional como “un pilar de crecimiento” para el próximo año. “El Gobierno de México continuará con su compromiso de impulsar nuevos proyectos orientados a fortalecer la actividad industrial y los servicios, en conjunto con las y los empresarios mexicanos… Destaca el impulso a diez proyectos estratégicos de innovación —entre ellos el minivehículo eléctrico Olinia, el proyecto Kutzari y el taller de diseño de semiconductores—, así como iniciativas de desarrollo tecnológico y estudios humanistas”, señala el documento entregado a la Cámara de Diputados. Desde la perspectiva de los especialistas, el ascenso y consolidación de Olinia no dependerá únicamente de los aranceles. Su posicionamiento también estará sujeto al énfasis que se ponga en los elementos de seguridad, un aspecto en el que los vehículos “Made in China” han quedado a deber al mercado. “Los temas de seguridad sí son fundamentales, porque al final tampoco se trata de inundar las calles con vehículos que no cumplan con estándares adecuados, y esto obviamente pasa por otros temas, como el de regulación”, agrega Baranda.

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