El giro conservador y el renovado ‘No Hay Alternativa’
En el extremo más occidental del continente, en el centro, en el Este. Portugal, Alemania, Polonia. El giro hacia la derecha de Europa prosigue con un goteo imparable de elecciones en las que apenas hay excepciones: España y un puñado de pequeños países sin apenas influencia, junto con la victoria en Rumania del candidato europeísta, la única buena noticia del fin de semana europeo. Incluso fuera de la UE, el centroizquierda solo ha avanzado en Canadá, a través de un tecnócrata, y en el Reino Unido, y con políticas económicas y sobre todo migratorias que difícilmente pueden calificarse de progresistas, en una política internacional completamente marcada por Trump, que parece tener el don de la ubicuidad. El tablero, en fin, se escora a la derecha. Lo hizo en las elecciones europeas y en las alemanas, las dos más importantes a este lado del Atlántico, y lo hizo aún con más claridad en Estados Unidos. En Europa, ese avance no es solo del centroderecha, sino también de la derecha populista. Veamos los principales porqués.