El futuro de la carne: El pollo dominará el consumo global en 2035, según la FAO y la OCDE

El futuro de la carne: El pollo dominará el consumo global en 2035, según la FAO y la OCDE

La carne seguirá presente en la dieta global, pero con grandes diferencias entre regiones y tipos. De acuerdo con el informe Perspectivas Agrícolas 2025–2035 de la OCDE y la FAO, el consumo mundial aumentará alrededor de 13% en los próximos diez años, liderado por la carne de pollo.

El pollo será el gran ganador: su consumo crecerá más de 20% y alcanzará 173 millones de toneladas, gracias a su precio accesible, menor impacto ambiental y alto contenido de proteína. En cambio, la carne de res y cerdo se estancará o incluso bajará en algunos países, sobre todo en Europa y América del Norte, donde los consumidores buscan opciones más sostenibles y saludables.

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A nivel individual, el consumo promedio por persona apenas subirá ligeramente, hasta unos 29 kilos de carne al año, una cifra que muestra una demanda más moderada que en el pasado.

Más producción, pero con menor impacto ambiental

La producción mundial de carne será cada vez más eficiente. Se espera que crezca 13% hacia 2035, impulsada por Asia y América Latina, que aportarán la mayor parte del incremento. Los avances tecnológicos, la mejora genética y una alimentación más controlada permitirán que los animales alcancen un mayor peso al sacrificio, lo que se traducirá en más carne con menos recursos.

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Carne de resCortesía

Gracias a estas mejoras, las emisiones de gases de efecto invernadero del sector solo aumentarían 6%, a pesar de que la producción total crecerá más del doble de ese ritmo. Esto significa que producir carne será menos contaminante por unidad, aunque la presión ambiental seguirá siendo un desafío central para la industria.

China compra menos y cambia el comercio mundial

Durante años, China fue el principal motor del comercio global de carne, pero esa tendencia empieza a cambiar. El país reducirá su dependencia de las importaciones, pasando de representar una quinta parte del total mundial a solo una sexta parte hacia 2035.

Esto modificará los flujos internacionales: el comercio global de carne crecerá apenas 10% en la próxima década, una cifra muy inferior al ritmo de expansión anterior. En 2024 ya se observó un leve repunte del 2% en las exportaciones, impulsado por países como Brasil, Australia y Estados Unidos, que se benefician de una producción abundante y costos competitivos.

Los precios subirán, pero luego se estabilizarán

A corto plazo, los precios de la carne seguirán altos, sobre todo los de res y cordero, debido a que muchos países están reconstruyendo sus conjuntos ganaderos. Pero hacia mediados de la próxima década se espera una baja gradual: la carne de pollo y cerdo podría abaratarse hasta 20%, y la de res y ovino alrededor de 8%, ya ajustados por inflación.

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Carne de polloCortesía

Esto ocurrirá porque los costos del alimento animal bajarán y la productividad será mayor, lo que permitirá ofrecer más carne sin elevar los precios finales. En términos simples: la carne seguirá siendo cara en el corto plazo, pero no al punto de volverse inalcanzable.

Los nuevos riesgos del sector

El informe advierte que la industria enfrentará desafíos importantes: brotes sanitarios como la gripe aviar o la peste porcina africana, nuevas regulaciones ambientales y restricciones en el uso de antibióticos. Además, los cambios en los hábitos de consumo, especialmente en los países de mayores ingresos, podrían reducir la demanda de carne roja y aumentar la presión sobre los productores para ofrecer alimentos más sostenibles.

Aun con estos riesgos, la tendencia es clara: el futuro de la carne será más eficiente, más tecnológica y con el pollo como protagonista de los menús del mundo.

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