El fallo de la “transición democrática”
Aunque con entusiasta convicción fueron parte del arranque de “la revolución de las conciencias”, cada día son más las lúcidas inteligencias, con impecable palmarés progresista, desilusionadas por el sesgo autoritario que ha empezado a mostrar el nuevo régimen político de la Nación.
Se preguntan por qué, la transición democrática no arraigó los valores democráticos en una sociedad que, como la mexicana, vivió casi 90 años de autoritarismo del “ogro filantrópico” y no supo valorar la alternancia y el poder elegir libremente a sus gobernantes. Cómo es su costumbre, la doctora Blanca Heredia lo resumió en una frase.
“No supieron ser Gobierno”, dijo. Lapidario reproche a quienes, en la transición, no supieron crear novedosos programas para aliviar la histórica pobreza y la desigualdad y, segundo, mantener el orden público y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Razón para estar en el umbral de largo y gélido invierno.
¿Frontera tan sólida como el Muro de Berlín?
Cada día que pasa, el Presidente de Estados Unidos parece concentrarse tanto en las matemáticas de las elecciones del próximo año para mantener la mayoría en el Congreso que hasta desasosiega a los más incorregibles optimistas ven con recelo el matiz de la relación bilateral.
Ejemplo, el próximo lunes vence el plazo que anunció para imponer un gravamen de 20 por ciento al tomate mexicano, a solicitud de los productores de Florida. Si lo aplica, en México se perderían miles de empleos por esa razón.
Si mantener los pesados aranceles anunciados o imponer onerosas reglas en el T-MEC, debilita a la economía mexicana, valdría preguntar a la Casa Blanca si, para detener la inevitable migración mexicana, como los centinelas del Muro de Berlín, ordenaría a los guardias de su frontera disparar contra quienes intenten cruzar. Conste, es pregunta.
¿Se acabaron los juicios orales en México?
Hay dudas entre quienes, como el que pergeña estas líneas, si en el nuevo Sistema de Justicia de la República seguirá la política que creo era prescripción constitucional de hacer realidad los juicios orales, con el juez siempre presente ante los acusados, los fiscales y los defensores.
Los que viven en el mundo ideal creen que los nuevos jueces podrán hacerlo, pues para ello se les dará un “crash course”, un seminario fast track de siete semanas que les dejarán más afilados que navaja suiza.
En los hechos es posible que, otra vez, decida pausar las reglas constitucionales, hasta que, pasados unos años, los nuevos jueces puedan ser capaces de conducir un juicio oral, sin el consiguiente pánico escénico.
NOTAS EN REMOLINO
En la columna de ayer 8 de julio, se publicó un grave error cometido de quien esto escribe. Escribí que los carros tanque de Coahuila contenían 154 millones de litros de combustible en lugar de 15 millones de litros. Errare humanum est, sí, pero bien decía mi abuela: “ay hijo desde que inventaron las excusas se acabaron los tarugos” … Los que sí saben de pedagogía consideran que la radical “nueva escuela mexicana” parece diseñada más bien para preparar alumnos para un país con aspiraciones al subdesarrollo… Reflexión de Khalil Gibran: “En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante” …