El enviado de Trump supervisará la entrada de ayuda a Gaza ante críticas
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El enviado del presidente estadounidense Donald Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, irá el viernes a Gaza para inspeccionar la distribución de ayuda y reunirse con habitantes de ese territorio devastado por la guerra y amenazado por el hambre. Esta será la segunda visita de Witkoff a Gaza anunciada públicamente. Ya había estado allí en enero, cuando estaba en vigor un alto el fuego entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, antes de que se reanudara la ofensiva israelí el 18 de marzo.
Según indicó el jueves la portavoz de la Casa Blanca, Witkoff y el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, irán a Gaza para inspeccionar los sitios actuales de distribución de ayuda y garantizar un plan para entregar más alimentos” a los habitantes del enclave. “Se reunirán con habitantes de Gaza para escuchar de primera mano cómo describen esta terrible situación” y posteriormente “presentarán un informe al presidente (…) con el fin de aprobar un plan definitivo para la distribución de ayuda y alimentos”.
La GHF está en la mira La ONU calcula que las fuerzas israelíes han matado a más de 1,000 personas que buscaban alimentos desde mayo, la mayoría cerca de los centros de distribución militarizados de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), que emplea a una empresa de logística estadounidense dirigida por un exagente de la CIA y veteranos de guerra estadounidenses. La GHF niega que se hayan producido incidentes mortales en sus emplazamientos y afirma que los más letales ocurrieron cerca de otros convoyes de ayuda. El ejército israelí reconoció que sus disparos cerca de los centros de distribución han dañado a civiles y afirma que sus fuerzas han recibido ahora mejores instrucciones. Israel acusa a los combatientes de Hamás de robar la ayuda —lo que los militantes niegan— y a la ONU de no impedirlo.
La ONU dice que no ha visto pruebas de que Hamás haya desviado mucha ayuda. Los militares israelíes tampoco han podido comprobar que el grupo militante, con el control de la Franja de Gaza desde 2005, robe de manera cotidiana la ayuda dirigida a la población civil, de acuerdo con una nota de The New York Times, que cita a fuentes al interior del ejército. El ministro francés de Relaciones Exteriores afirmó el jueves que el sistema de distribución de ayuda en Gaza respaldado por Estados Unidos e Israel provocó un “baño de sangre” y debe cesar su actividad. “Quiero pedir el cese de las actividades de la Fundación Humanitaria de Gaza, la distribución militarizada de ayuda humanitaria que ha generado un baño de sangre en las líneas de distribución en Gaza, lo que es un escándalo, es vergonzoso y tiene que parar”, dijo a la prensa el ministro de Relaciones Exteriores y Europeas, Jean-Noel Barrot, tras reunirse con su homólogo chipriota en Nicosia. Barrot dijo que Francia realizará cuatro vuelos humanitarios con 10 toneladas de ayuda cada uno desde el viernes a Gaza en cooperación con Jordania. Un observatorio mundial del hambre afirmó el martes que en la Franja de Gaza se produce una situación de hambruna, con un aumento de la desnutrición, la muerte de niños menores de cinco años por causas relacionadas con el hambre y un acceso humanitario gravemente restringido.
El gobierno israelí, que denuncia una “campaña internacional de presión distorsionada”, anunció el domingo una pausa limitada en los combates para permitir la entrega de ayuda en el territorio, donde viven unos 2.4 millones de palestinos. La ONU consideró que las condiciones para la distribución de ayuda están “lejos de ser suficientes”.
Cada vez más aislado La presión sobre Israel crece día a día, incluso por parte de aliados tradicionales. El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Johann Wadephul, llegó también a Tel Aviv, donde se reunió con su homólogo israelí Gideon Saar. Antes de partir hacia Tel Aviv, dijo que Israel está cada vez más aislado diplomáticamente ante el desastre humanitario en Gaza. “En toda la Franja de Gaza, la gente pasa hambre cada día, mujeres, hombres y niños mueren en su desesperada búsqueda de alimentos. Es una situación totalmente intolerable que debe cambiar de inmediato”, declaró el ministro alemán en Jerusalén tras reunirse con varios funcionarios israelíes. Wadenphul dijo que el reconocimiento de un estado palestino debería producirse al final de las conversaciones sobre una solución de dos estados, pero que Berlín responderá a cualquier acción unilateral, tras citar las “amenazas de anexión” de algunos ministros israelíes. “A la luz de las amenazas abiertas de anexión por parte de sectores del gobierno israelí, un número creciente de países —incluidos muchos de Europa— están ahora dispuestos a reconocer un estado palestino incluso sin un proceso previo de negociación. La región y el proceso de paz en Oriente Medio se encuentran, por tanto, en una encrucijada”, afirmó.
Terminar con el acuerdo comercial UE-Israel
“Ese proceso debe comenzar ahora. Si se dan pasos unilaterales, Alemania también se verá obligada a responder”, agregó. Sus declaraciones constituyen la advertencia más enérgica de Alemania a Israel, mientras los países occidentales intensifican sus esfuerzos de presión. En las últimas semanas, Reino Unido, Canadá y Francia han manifestado su disposición a reconocer un estado palestino en el territorio ocupado por Israel en la Asamblea General de Naciones Unidas de septiembre. Sin embargo, los críticos sostienen que la respuesta germana sigue siendo excesivamente cauta, moldeada por un perdurable sentimiento de culpa histórica por el Holocausto y reforzada por el sentimiento proisraelí en influyentes círculos mediáticos, lo que debilita la capacidad colectiva de Occidente para ejercer una presión significativa sobre Israel. El miércoles, ante la “incapacidad persistente” de Israel para evitar una catástrofe humanitaria en Gaza, Canadá anunció su intención de reconocer al Estado de Palestina, como hicieron Francia y el Reino Unido. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, exigió el jueves que la UE congele la parte comercial de su acuerdo de asociación con Israel, que, según él, está incumpliendo sus obligaciones en la Franja de Gaza, que enfrenta un desastre humanitario. “La situación en Gaza es absolutamente espantosa, e Israel no está cumpliendo con sus obligaciones más fundamentales ni con los acuerdos alcanzados respecto a la ayuda humanitaria de emergencia”, escribió Kristersson en X. “Por lo tanto, Suecia exige que la Unión Europea suspenda lo antes posible la parte comercial del acuerdo de asociación. Se debe aumentar la presión económica sobre Israel”, agregó.
El acuerdo de asociación de la UE con Israel es un marco para las relaciones comerciales y políticas. El bloque es el mayor socio comercial de Israel, representando casi un tercio del comercio global de Israel, según datos de la UE. La declaración de Kristersson llega dos días después de que los Países Bajos tomaran una postura similar. El ministro de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, Caspar Veldkamp, dijo que su país presionaría para suspender la parte comercial del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel si éste último no cumple con sus obligaciones humanitarias. La guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza ha dividido profundamente a los miembros de la UE. Varios estados miembros insisten en el derecho de Israel a defenderse dentro de los límites del derecho internacional, mientras que otros, como España, denuncian un “genocidio” contra los palestinos de Gaza. Un informe de la UE, presentado a los 27 estados miembros a finales de junio, indicaba que Israel podría haber incumplido sus obligaciones en materia de derechos humanos bajo el acuerdo de cooperación con el bloque europeo.
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