El día en que AMLO reconoció el lío que armó con España

Poco después de las siete de una tarde del mes de abril de 2019, el entonces presidente López Obrador recibió en su casa, no en Palacio Nacional, sino la del sur de la Ciudad de México, a un grupo de amigos.

Los recibió de manera informal, ataviado con bata y pantuflas, pues minutos antes un terapeuta le había dado un mensaje en la espalda.

El mes anterior, a través de un video, AMLO había informado que había enviado al rey Felipe VI y al papa Francisco cartas para solicitarles una disculpa con los pueblos originarios por lo ocurrido 500 años antes.

Así iniciaba el peor capítulo diplomático mexicano con España en las últimas décadas, y no solo eso, también daba inicio la diplomacia dogmática que, a la postre, llevaría a México a descender a segunda división, en clara analogía futbolera.

AMLO le confió a uno de los amigos que lo visitaron aquella tarde en su casa del sur de la Ciudad de México: “Vaya lío en el que me ha metido Beatriz”.

Se refería a su esposa, Beatriz Gutiérrez. Ella fue quien maquinó la petición y fue quien redactó las misivas. No es la responsable directa de la crisis diplomática con España. Responsable solo hay uno: el presidente AMLO.

Sin embargo, la esposa del presidente sí influyó en la designación de embajadores, principalmente en América Latina, pero también en Rusia. Laura Esquivel y Pedro Salmerón, dos de ellos. La primera en Brasil y el segundo rechazado por Panamá por acusaciones de acoso sexual en su contra.

El daño en la relación con España no ha concluido. Por el contrario, se han sumado varios elementos que han erosionado la relación.

El tándem Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero viajó a México para reforzar el pleito de AMLO con Felipe VI, y claro, para hacer negocios. Se promocionan de izquierda, pero cobran con la derecha.

La traición y deslealtad de Iglesias hacia el presidente Pedro Sánchez es una pieza de una obra maestra. Lo sabía el mandatario español desde que asumió el cargo, pero para mala fortuna, el número de escaños obtenidos por su partido, el PSOE, no le dio la mayoría, por lo que tuvo que sumar a Podemos a su Gobierno.

Al día de hoy, Podemos es un partido marginal en el Parlamento.

Monedero apoyó la precampaña de Adán Augusto López. Lo vendía como la “tercera opción”. Ni Sheinbaum ni Ebrard, para Monedero el bueno era Adán Augusto.

Iglesias, por su parte, tuvo la llave de Palacio Nacional gracias a Jesús Ramírez Cuevas.

El otrora vicepresidente de España y fundador de Podemos envió a Inna Afinogenova a realizar una entrevista a modo a AMLO para su medio digital La Base.

La Base promueve la imagen de la presidenta Sheinbaum en España e Iglesias ha informado que pronto abrirá una redacción en la Ciudad de México.

Iglesias y Monedero, viejos amigos de la Complutense de Madrid, terminaron en pleito.

El periódico ABC publicó esta semana que Beatriz Gutiérrez ha solicitado la nacionalidad española. Paradojas de vida. Ella influyó para que la diplomacia mexicana se degradara a nivel global, provocando entre muchos problemas, la “pausa diplomática” con España.

La presidenta Sheinbaum recordó que la señora Gutiérrez está en su derecho de solicitar la nacionalidad española. Es cierto, pero hay que ser congruentes y conscientes del costo diplomático que generó su idea.

AMLO desaprovechó su sexenio para reforzar su relación con Pedro Sánchez. ¿Qué hará la presidenta cuando llegue Feijóo? ¿Usará La Base del pendenciero Iglesias?

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