El desabasto, ahora atorado en la distribución

El desabasto, ahora atorado en la distribución

Las carencias en el Hospital General de México “Eduardo Liceaga”, emblemático por ser el más grande de América Latina y pilar fundamental en la construcción del sistema de salud mexicano desde su fundación, llegan al grado de que no tienen ya jabón para lavarse las manos ni cloro para la desinfección de espacios. Del propio personal del HGM nos llega información de que ya agotaron incluso lo que tenían caducado en almacenes. Y lo más triste: ya empezaron a detonarse infecciones en zonas delicadas como cuidados intensivos neonatales.

No hay hoy en México un solo hospital público con los insumos necesarios para operar, pero que las carencias lleguen a tal nivel es inconcebible. Los directores llevan meses en constante presión del personal médico sin saber cuándo se reactivará el abasto de medicamentos y otros insumos esenciales como catéteres, material de curación y dispositivos médicos.

Por ello no se entiende cómo es que Birmex y la Secretaría de Salud siguen aplazando los resultados de las compras de emergencia que terminaron sustituyendo a la megacompra consolidada cancelada.

Otro punto donde está el atorón es en la distribución. Un análisis reciente de INEFAM, de José Carlos Ferreyra y Enrique Martínez, destaca el impulso entre 2019 y 2025 de nuevas distribuidoras de medicamentos en México, muchas de ellas orientadas a cubrir vacíos dejados por las grandes empresas vetadas o a aprovechar oportunidades en mercados regionales y de alta especialidad. Sin embargo, señala INEFAM, la falta de controles efectivos en algunos casos ha derivado en la proliferación de empresas irregulares que enrarecen el mercado; de ahí que urge regular la creación de nuevos distribuidores, así como fortalecer su supervisión y profesionalización.

Aquí el rol regulador de Cofepris es vital. Es cierto que en los últimos años ha tratado de estar más vigilante emitiendo listas de distribuidoras irregulares (a la fecha son 159), pero es insuficiente. Como parte de los procesos de compra de insumos de salud, Birmex y la Secretaría de Salud -como compradores- deberían tener abierta comunicación con Cofepris. Por ejemplo, que el regulador sanitario mantenga al tanto a la autoridad sobre cuáles son las distribuidoras con licencia sanitaria e instalaciones adecuadas y vehículos de transporte con red fría. Sólo Cofepris puede tener esos datos.

Otro rubro donde falta control es con los laboratorios fabricantes que le venden a quienquiera que les pida. Antes eso no se podía porque estaban controlados los procesos, pero desde que el sexenio pasado rompió con absoluto descuido la cadena de insumos en salud se detonó un libertinaje. ¿A quién le toca hoy poner orden? Otra vez a Cofepris: debe ver cómo garantizar que las farmacéuticas tengan cuidado de vender fármacos sólo a distribuidoras autorizadas y que cumplan debidamente la regulación.

Los fallos técnicos, otro filtro que se perdió

Otro punto relevante es la eliminación de los fallos técnicos en las compras consolidadas que antes funcionaban cómo útiles filtros porque eran emitidos antes del fallo final, y así la autoridad compradora tenía unos días de plazo adicional para escuchar quejas de los perdedores y verificar y revisar a los ganadores, antes de dar el fallo final; pero fue otro de los instrumentos eliminados el sexenio pasado. Si los fallos técnicos se hubieran retomado en la primera mega compra consolidada de la actual administración, se hubieran percatado de los errores antes de dar el fallo final. No era difícil por ejemplo ver el error de que una fábrica de Chipre (isla que no llega a 1 millón de habitantes) ganó la proveeduría de medicamentos para un país con 130 millones. Con el filtro de los fallos técnicos muy probablemente no se hubiera tenido que cancelar toda la enorme compra 2025-2026, que es la hora en que no se ha podido reparar. En las compras sustitutas de emergencia se siguen aplazando las fechas de los fallos, y tristemente se ve lejano que este año logren resolver el desabasto hospitalario.

Sin explicar la corrupción de la megacompra cancelada

Esa enorme adquisición histórica que era para resolver el abasto 2025 y 2026 fue hecha a un lado con el argumento de la corrupción, pero es la hora en que la Secretaría de Función Pública, que lleva Raquel Buenrostro, no ha dado suficientes elementos que evidencien responsables del intencionado desfalco por 13,000 millones de pesos. Se ha dicho que hay 16 empresas en investigación, pero sólo una, Biomics Lab México, ha sido inhabilitada. No se ha explicado cómo a Birmex y la Secretaría de Salud se les pudieron pasar tantos errores y actos de corrupción en la anulada compra.

Un paso adelante en el manejo del mieloma múltiple

Ante el desafío clínico que representa el mieloma múltiple debido al diagnóstico tardío y la recaída frecuente de los pacientes tras varios tratamientos, resulta fundamental contar con terapias innovadoras que actúen sobre blancos terapéuticos distintos. Johnson & Johnson enfoca sus esfuerzos en cambiar el curso del mieloma múltiple mediante tratamientos adaptados a distintas etapas de la enfermedad. Recién amplió su portafolio de terapias biespecíficas, brindando esperanza a pacientes que ya no respondían a opciones previas, elevando la tasa de respuesta global de 20% a 76%. Estas nuevas estrategias buscan transformar la historia natural de la enfermedad y convertirla en una condición crónica y controlable, previendo alcanzar una cura funcional: alargar la vida del paciente al menos una década sin progresión del padecimiento.

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