El daño de MAGAnomics

Aun aquellos que presagiaban que vendrían consecuencias negativas con un segundo periodo de Trump, se han sorprendido del daño que MAGA ha hecho a las fortalezas de la economía estadounidense y con la velocidad con la que ha socavado lo que popularmente se designa como “la grandeza de Estados Unidos”. No son ni siete meses de este gobierno trumpista en que, a toda velocidad, ha llevado al colosal aparato gubernamental al punto del colapso, incluida la ciencia y la salud. Ha destruido la habilidad del gobierno de llevar a cabo con eficacia sus funciones más básicas.

Las raíces de MAGA son el nacionalismo, el populismo y la demagogia. Su modelo económico MAGAnomics tiene seis componentes principales: Primero, la utilización de los aranceles comerciales como herramienta de presión política a tasas mucho mayores a las que impuso en su anterior presidencia. De acuerdo con la economía básica, los aranceles tan elevados causan inflación y reducen los ingresos reales. Segundo, las deportaciones masivas de indocumentados, que son altamente disruptivas para la agricultura, la construcción y ciertas manufacturas. Tercero, politizar a la Reserva Federal para obligarla a conducir la política monetaria a su antojo, atropellando su autonomía. Cuarto, reducción indiscriminada de trámites, servicios y tamaño de la burocracia para aumentar la eficiencia (el programa DOGE de Musk). Quinto, recortes a programas sociales de salud y suspensión del programa de estampillas para alimentos (food stamps). Y sexto, fuertes reducciones de impuestos para los estratos más ricos.

Trump ha sido errático en toda esta instrumentación. Su política arancelaria cambia a voluntad; ¿qué tasas arancelarias y a qué países se aplicarán de aquí a seis meses? Es una incertidumbre total. Las deportaciones, si bien han sido brutales e ilegales en muchos casos, no han implicado hasta ahora números masivos equiparables a los de Obama. La presión hacia Powell y la Reserva Federal ha sido, hasta ahora, una incómoda retórica. DOGE ya finalizó y Musk salió del gobierno. Finalmente, los recortes al programa Medicaid han sido extremos (700,000 millones de dólares), lo cual dejará a millones de ciudadanos sin seguro médico. Adicionalmente, se redujo en 300,000 millones de dólares el programa de food stamps, con lo que aumentará el hambre en segmentos pobres de la población.

Finalmente, las reducciones impositivas han favorecido a oligarcas multimillonarios que se han enriquecido más, además de otorgar contratos para los amigos del presidente, floreciendo “el capitalismo de cuates”.

Se puede concluir que, hasta ahora, MAGAnomics ha promovido el caos y la incertidumbre. Gran parte del daño puede ser permanente. Aun si MAGA y el trumpismo eventualmente perdieran el poder y se procurase la reversión de sus políticas, Estados Unidos nunca retornará a ser la nación que fue, con todo y sus defectos, en 2024. Como lo dice Paul Krugman, crítico y premio Nobel, Trump se empeña en MABA (Make America Backward Again), es decir, “hacer que Estados Unidos vuelva a ser un país atrasado”. No obstante, Krugman tiene suficiente fe en su país de que este “reino” algún día terminará. Pero no espera ver una plena recuperación en la vida que le queda.

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