El Califa de León busca conquistar Nueva York como la primera taquería con estrella Michelin
La icónica taquería de San Rafael, que hizo historia en 2024 al recibir la primera estrella Michelin y refrendarla en 2025 para un puesto de tacos, ahora prepara su expansión internacional. Su dueño, Mario Hernández, tiene un objetivo claro: llegar a Manhattan y demostrar que un taco puede brillar en cualquier mesa del mundo.
En la esquina de avenida Ribera de San Cosme, en la colonia San Rafael, se sirve desde hace más de dos décadas uno de los tacos más famosos de la Ciudad de México. Se trata de El Califa de León, una pequeña taquería de barrio que comenzó como muchas otras: con una parrilla al carbón, unas pocas mesas y una receta que fue perfeccionándose con el tiempo.
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Lo que hace especial a estos tacos —según la crítica gastronómica— es su aparente sencillez: carne de res de alta calidad, sal de mar, tortillas recién hechas y una ejecución perfecta al carbón. Sin embargo, esa fórmula fue suficiente para que en 2024, la Guía Michelin —en su primera edición dedicada a México— otorgara una estrella a El Califa de León, marcando un antes y un después para la cocina popular del país.
“Nunca nos esperamos recibir ese trofeo, ese premio”, confiesa Mario Hernández, fundador del lugar en exclusiva a Bistrnonomie. “Ha sido en verdad grandioso. Ha cambiado materialmente el ritmo de nuestra vida, tanto de un servidor como de mi esposa, de la familia, de mis empleados, de mis proveedores. Esto ha sido una fortuna”.
<!–>Enlace imagenMario Hernández, dueño de El Califa del León.
El reconocimiento trajo consigo un torrente de atención mediática, filas interminables de comensales y una proyección internacional sin precedentes para una taquería. Pero lejos de quedarse en la celebración, Don Mario ya tiene la mira puesta en lo que sigue: llevar su concepto a Nueva York.
“Desde el primer día que me hicieron sabedor del premio, mi propósito fue claro: lograr una segunda estrella. Soy hombre de retos. Y ahora nuestro siguiente paso es expandirnos, pero no aquí en la Ciudad de México, sino en Estados Unidos, específicamente en Manhattan”, asegura con determinación.
La elección de Nueva York no es casual. Para Mario Hernández, conquistar una de las capitales gastronómicas del mundo representa no sólo un reto logístico y financiero, sino también una declaración de principios: “Sabemos que es difícil, pero pudiendo triunfar allá, creo que es una llave de oro para conquistar cualquier sitio en el mundo”.
La internacionalización del Califa de León abre la conversación sobre la legitimación de la comida callejera mexicana en los escenarios más exigentes del planeta. Si bien ya existen taquerías de renombre en distintas ciudades del mundo, ninguna ha partido de un local de barrio con estrella Michelin en mano.
–>
<!–>Enlace imagenYa sabe que aquí no hay secreto, sólo un taco honesto.
Además de su plan en Estados Unidos, Hernández no descarta expandirse en otras ciudades clave, pero aclara que lo más importante será preservar la esencia que les valió la distinción: “La calidad, la sencillez y el respeto por el taco son innegociables. No vamos a hacer un restaurante de lujo, vamos a llevar lo que somos”.
Mientras el equipo afina los detalles del modelo de negocio, el sueño de ver tacos al carbón brillando en las vitrinas de Nueva York está más vivo que nunca. Así, la historia del Califa de León apenas comienza su segundo capítulo.
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