El botón físico recupera su lugar en los tableros de los autos
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Durante años, la industria automotriz persiguió un ideal casi futurista: eliminar todo lo que no fuera una superficie pulida, convertir los tableros de los autos en una extensión de los smartphones. Botones, perillas y palancas parecían reliquias de una época obsoleta, desplazadas por pantallas táctiles que prometían más funciones con menos espacio. Prácticamente toda la industria apostó por hacer de los tableros de los autos una interfaz de usuario plana, pero a medida que las quejas de los usuarios se acumularon y las pruebas de seguridad evidenciaron los riesgos, las marcas comenzaron a recular. Ahora, tras una década de ensayos, los fabricantes están regresando a un viejo conocido: el botón físico .
Una convivencia equilibrada
Una cuestión de seguridad
Volkswagen fue uno de los primeros en admitir el error de eliminar los botones. “No es un teléfono, es un auto”, dijo Andreas Mindt, jefe de diseño del grupo alemán, al explicar por qué los botones físicos volverán a todos sus modelos. En el nuevo ID.2, por ejemplo, los cinco controles más importantes –volumen, calefacción izquierda y derecha, ventilador y luces de emergencia– estarán disponibles como botones reales, justo debajo de la pantalla. La decisión no es aislada. Hyundai ya había anticipado que mantendría controles físicos para el volumen y el aire acondicionado, argumentando que su operación intuitiva ayuda a reducir la distracción al conducir. La firma coreana considera que estos elementos no solo mejoran la experiencia de usuario, sino que son un tema de seguridad. Un estudio realizado por la revista sueca Vi Bilägare en 2022 demostró que los conductores tardan menos tiempo en realizar tareas básicas, como cambiar de emisora de radio o ajustar la temperatura del climatizador, cuando utilizan botones físicos en lugar de pantallas táctiles. Para la prueba, se reunieron once automóviles modernos de diferentes marcas en un aeródromo, donde los conductores realizaron diversas acciones mientras conducían a 110 km/h. También se incluyó un Volvo V70 de 17 años, sin pantalla táctil, para comparar el desempeño. Los resultados mostraron que el Volvo V70 fue el más eficiente, con un tiempo de solo 10 segundos para completar cuatro tareas, frente a tiempos mucho mayores en vehículos nuevos que dependen de menús digitales. Entre los modelos actuales, el Dacia Sandero (13.5 segundos) y el Volvo C40 (13.7 segundos) fueron los que ofrecieron los mejores resultados, mientras que otros como el MG Marvel R (44.9 segundos) y el Volkswagen ID.3 (25.7 segundos) mostraron tiempos significativamente más altos. Estos datos evidencian que, aunque la tecnología de pantallas táctiles se ha popularizado, los botones físicos siguen siendo más prácticos y seguros para operaciones rápidas mientras se maneja. La regulación está siguiendo el mismo camino. A partir de 2026, la Unión Europea exigirá botones o interruptores físicos para obtener la máxima calificación de seguridad en el NCAP. Los vehículos deberán incluir mandos dedicados para funciones como las luces intermitentes, los limpiaparabrisas, la bocina, el botón de emergencia y la llamada SOS. Esta reevaluación no implica el abandono de las pantallas. Más bien, marca el inicio de una convivencia equilibrada: botones para lo esencial, pantallas para lo complementario. En el caso de Kia, esta tensión entre funcionalidad y diseño ha dado lugar a soluciones intermedias. “Hay ciertos controles y funciones que la gente no está queriendo renunciar al botón físico”, reconoce Rubén Hoyo, director de relaciones públicas de Kia México. “Lo estamos viendo en nuestros modelos eléctricos más nuevos como el EV3 o el EV9”. Aunque se privilegia una estética limpia y moderna, Kia sigue incorporando perillas y botones integrados de forma discreta en el tablero. “Por ejemplo, en el K4, los controles del aire acondicionado están ahí, pero integrados en la moldura. Sabes que es un botón, pero no luce como una pieza añadida”, explica Hoyo. “La idea es que tenga buen tacto, que sea firme, pero que se vea elegante”. Esta diferencia de enfoque se acentúa entre los fabricantes occidentales y los chinos. Mientras que muchos en Occidente reconsideran la reintroducción de botones físicos, los fabricantes chinos siguen apostando por interiores dominados por pantallas, inspirados en smartphones y tablets. Para ellos, un habitáculo limpio y con pocos botones no solo representa modernidad, sino también una oportunidad de reducir costos: integrar múltiples funciones en una pantalla permite actualizar sistemas a lo largo del tiempo sin necesidad de fabricar y mantener piezas físicas en inventario durante años. “Quizás quede una perilla o dos para funciones como el volumen o las luces de emergencia”, dice Tania Sotres, gerente de Grupo Chirey en México. “Esto no significa que se eliminen todos los controles físicos, pero el objetivo sigue siendo digitalizar la experiencia lo más posible”. Retomar el uso de botones físicos en los automóviles no es simplemente una cuestión de gusto o de moda; implica replantear toda la arquitectura del vehículo. Andreas Wlasak, vicepresidente de diseño industrial en Forvia, subraya que rediseñar un tablero para incluir botones no se limita a cambiar detalles estéticos, sino que transforma la manera en que se concibe el auto desde sus bases. “No es solo estética, es realmente arquitectura”, afirma.
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