El auto corporativo resiste y se reinventa como símbolo de éxito profesional
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En el mercado laboral, el automóvil es más que un medio de transporte. Es símbolo de estatus, poder adquisitivo y, en muchos casos, una pieza fundamental dentro del paquete de compensaciones para altos ejecutivos. “Durante la pandemia pensamos que iba a desaparecer este beneficio, pero no fue así. El auto sigue representando estatus y los millennials que ya están en puestos de liderazgo también lo piden. Solo que ahora quieren autos híbridos ”, asegura Claudia Rodríguez, líder de Career Products para Mercer México. El Estudio de Beneficios 2025 de Mercer Marsh Beneficios revela que esta prestación no solo se mantiene, sino que ha crecido. Hoy, 86% de las compañías en el país ofrecen un automóvil asignado a sus niveles ejecutivos y gerenciales.
Rodríguez explica que la preferencia por tener un auto asignado es una característica muy mexicana. En otros países de América Latina o Europa se opta por esquemas de financiamiento, pero aquí el vehículo en especie sigue siendo sinónimo de logro . La cifra no sorprende si se considera el impacto económico que este beneficio tiene para los empleados. El costo promedio de un vehículo asignado ronda entre 350,000 y 1.4 millones de pesos , dependiendo del nivel jerárquico, mientras que las empresas cubren también alrededor de 5,000 pesos mensuales en gasolina. Para muchos colaboradores, esto representa un ahorro importante que mejora su poder adquisitivo sin tener que comprarse un auto propio o desembolsar de su bolsillo para pagar transporte público o privado. El auto se ha vuelto tema de conversación en las entrevistas de trabajo y promociones internas. “Hemos visto casos en los que un candidato acepta o rechaza una oferta de trabajo con base en el tipo de vehículo que se le ofrece”, comenta Rodríguez. “Nadie va a quitar esa prestación, incluso algunas empresas la incrementan. Hay negociaciones en las que el candidato dice: ‘sí trabajo contigo, pero ¿qué auto me vas a dar?’”. La directiva asegura que en un mercado donde el talento especializado escasea y la rotación se ha vuelto un dolor de cabeza para muchas empresas, el vehículo sigue siendo una carta fuerte para atraer y retener personal , sobre todo en niveles ejecutivos o gerenciales. Esta tendencia se entrelaza con otro fenómeno del mercado laboral que es la flexibilidad. El mismo estudio de Mercer Marsh Beneficios muestra que el 87% de las empresas mexicanas ofrecen políticas de home office , aunque la mayoría lo hace de manera parcial. En alta tecnología, por ejemplo, se mantienen tres días de trabajo remoto a la semana, mientras que la mayoría de los sectores ofrece solo dos. Esta dualidad de trabajar desde casa, pero con auto asignado se debe a una búsqueda de equilibrio entre bienestar, productividad y percepción de estatus. Sin embargo, la historia no termina ahí. El Estudio de Beneficios también revela que el estrés laboral afecta al 80% de los trabajadores en México y que la flexibilidad laboral y los programas de bienestar son cada vez más valorados por los empleados. Las empresas, conscientes de que el sueldo ya no es suficiente para fidelizar talento, apuestan por esquemas de compensación integral que incluyen beneficios emocionales, programas de salud mental y mayores prestaciones, donde la asignación de automóvil tiene lugar. “Las nuevas generaciones piden bienestar, pero también reconocimiento tangible. Quieren flexibilidad, pero no están dispuestas a renunciar a beneficios que históricamente marcan un ascenso . En esta ecuación, el auto sigue siendo una aspiración y marca el momento en que los colaboradores sienten que lo lograron”, dice Rodríguez. A su parecer, hoy el mercado laboral mezcla lo aspiracional con lo emocional, y en México, donde el tráfico y la movilidad son parte de la vida diaria, el auto corporativo dice quién eres y hasta dónde has llegado en tu carrera profesional.
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