El Aeropuerto de Tulum pierde altura ante desaceleración turística

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El bullicio que acompañó la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto en 2023 se ha ido desvaneciendo. Las filas frente a los mostradores de documentación y las salas de abordaje llenas son hoy escenas menos comunes en la terminal que buscaba convertirse en la nueva puerta de entrada al Caribe mexicano. La sensación de vacío no solo se percibe en los restaurantes y hoteles de Tulum . También se resiente en el aeropuerto de la localidad, concebido como uno de los proyectos emblemáticos del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Inaugurado hace menos de dos años, el complejo enfrenta un temprano descenso en su actividad.

Un efecto secundario de la crisis en Tulum

Diseñado para captar parte del flujo turístico que satura a Cancún, el Felipe Carrillo Puerto no ha logrado sostener el dinamismo inicial. De acuerdo con la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), en septiembre pasado se registraron 580 operaciones aéreas, una caída de 32.6% frente a las 860 del mismo mes del año anterior. Esa cifra no solo refleja la desaceleración del tráfico aéreo, sino que representa el nivel más bajo desde marzo de 2024 , cuando la terminal apenas tenía un par de meses en funcionamiento. El freno, coinciden especialistas, va de la mano con el enfriamiento del turismo en la región. “Con una baja de más de 30% versus el año pasado, esto nos explica que ha sucedido una combinación en la reducción de frecuencias de algunas aerolíneas internacionales principalmente, como la suspensión también de algún tipo de vuelo o ruta en específico”, comenta Julio Zugasti, especialista del sector aéreo en Hogan Lovells. El retroceso también se nota en el flujo de pasajeros. Los datos de la AFAC muestran que en septiembre se movilizaron 64,646 pasajeros, lo que significó una disminución de 27.88% frente al mismo mes del año pasado. La cifra, al igual que la de operaciones, fue la más baja desde marzo de 2024. Organismos como la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya atribuyen parte de esta tendencia a factores externos: el sargazo, la inseguridad y la sobreoferta de alojamiento, que han restado atractivo a la zona en los últimos meses. Para el caso del aeropuerto, además del menor dinamismo turístico, hay un elemento operativo que juega en contra: su ubicación. “Un punto también fundamental es la ubicación del recinto aeroportuario en el sentido que se encuentra alejado de la localidad de Tulum, lo cual también trae consigo el hecho de que pueda ser no tan sencillo desplazarse y llegar al aeropuerto. Estamos hablando de una distancia de 20 km entre Tulum y el aeropuerto”, comenta Zugasti. El complejo, que ya no figura entre los diez aeropuertos con mayor afluencia del país, forma parte del gran engranaje turístico del sureste, junto con el Tren Maya y el Parque Jaguar. Pero el descenso en su operación amenaza con desbalancear ese ecosistema. El aeropuerto fue concebido para distribuir mejor el tráfico que llega a Quintana Roo y aliviar la presión sobre Cancún, que continúa operando cerca de su máxima capacidad. Sin embargo, el flujo hacia Tulum no ha respondido a las expectativas. La caída también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de las inversiones federales en infraestructura turística, un eje central del desarrollo regional durante el actual gobierno. Desde la perspectiva de Zugasti, la reactivación del complejo dependerá de medidas concretas. “Viendo estas mermas quizás sería momento de tomar acciones para reactivar el número de frecuencias y el uso de este aeropuerto, para lo cual se requeriría el involucramiento de actores federales… Sería necesario tomar acciones para poder recuperar y mantener el vuelo y que esto vaya de la mano del beneficio tanto del sector privado como público, porque hay otros proyectos relacionados con el esplendor de esta zona turística”, comenta. Una de las opciones, sugiere el especialista, sería ajustar la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) para incentivar a las aerolíneas a mantener operaciones desde la terminal. La relevancia del Felipe Carrillo Puerto también se extiende a otros puntos del país. La aerolínea estatal Mexicana de Aviación tuvo su vuelo inaugural desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) con destino a Tulum, como parte de la estrategia del gobierno para conectar los polos turísticos del sureste. Sin embargo, la menor demanda obliga a replantear la rentabilidad de esas rutas. El turismo extranjero, especialmente el proveniente de Estados Unidos y Europa, ha reducido su presencia en la región, mientras que el mercado nacional no ha compensado esa caída. Hablar de Tulum hoy es muy distinto a hacerlo hace un año. La euforia pospandemia, cuando el destino se consolidó como símbolo de exclusividad y desconexión, ha cedido terreno a una realidad más austera.

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