Edificios de oficinas, el terreno pendiente para las plataformas de crowdfunding inmobiliario

En el complejo panorama del sector inmobiliario mexicano, una alternativa de financiamiento ha empezado a ganar terreno entre los desarrolladores: las plataformas de fondeo colectivo (crowdfunding inmobiliario). El crecimiento de estas empresas ha sido constante en los últimos años, pero su aplicación en el desarrollo de edificios de oficinas aún es marginal, debido a la lógica financiera de los inversionistas.
De acuerdo con Alberto Padilla Luengas, director general de Briq.mx, las oficinas son el subsegmento de la industria de bienes raíces que más ha tardado en recuperarse desde la pandemia de Covid-19, en el 2020, y al mismo tiempo, es el que más se ha transformado.
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Coworkings proyectan crecimiento durante el 2025 pese a aranceles
Hasta el 2024, la plataforma había desarrollado más de 160 proyectos inmobiliarios por 2,585 millones de pesos; sin embargo, únicamente siete han incluido un componente de oficinas.
El resto se ha enfocado mayormente en vivienda, coliving o desarrollos de usos mixtos. Si bien esto responde a que el enfoque de la empresa se concentra en el segmento residencial, también influye el rendimiento financiero esperado por los inversionistas.
“Al final del día, el inversionista reacciona a la tasa de rendimiento o a qué tan rápido le pueden generar ingresos los proyectos. La renta de oficinas ha quedado rezagada, lo que ha sido más atractivo hasta ahora es el modelo de coworking”, comentó Padilla.
El modelo de coworking o espacios compartidos ha sido particularmente exitoso en contextos urbanos donde la demanda es alta y el retorno es inmediato. Por ejemplo, Briq.mx ha financiado un proyecto en la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, que integra coliving y coworking en un mismo espacio.
“La gente puede rentar departamentos de corta o larga estancia y oficinas. Este tipo de proyectos sí generan retornos interesantes en el corto plazo”, agregó el director de la firma.
Viabilidad, retorno y estructura legal
Para impulsar un edificio de oficinas, Briq.mx evalúa la viabilidad financiera y legal del proyecto antes de comprometer recursos, además de su solidez comercial, medida a través de preventas consolidadas o contratos de renta firmados.
“Si no hay claridad en estos aspectos, difícilmente se fondea desde una plataforma como la nuestra”, afirmó Padilla.
Otro obstáculo que enfrenta el financiamiento colectivo en el segmento corporativo son los límites regulatorios impuestos por la Ley Fintech, que restringe los montos que se pueden transaccionar a través de este modelo.
De acuerdo con la normativa, las plataformas de fondeo colectivo inmobiliario tienen un límite para fondear proyectos hasta por 1 millón 670,000 Udis, es decir hasta 12.9 millones de pesos.
Aunque las plataformas han encontrado mecanismos legales para superar estas barreras —como fraccionar proyectos—, los topes se mantienen como un freno para proyectos de gran escala como los edificios corporativos.
“La ley permite transaccionar hasta ciertos montos, pero esos ya se toparon. Aun así, las plataformas consolidadas han aprendido a adaptarse y cumplir con la normativa sin detener su crecimiento”, dijo Padilla.
Industria en expansión
A pesar de estos desafíos, el sector del crowdfunding inmobiliario en México vive una etapa de consolidación sostenida por las plataformas experimentadas que han demostrado ser eficientes y confiables. Algunas de ellas han reportado crecimientos anuales por encima de 20% en monto fondeado, proyectos y nuevos inversionistas.
En el caso de Briq.mx, la firma tiene la meta de recaudar 660 millones de pesos durante este 2025 para fondear distintos proyectos inmobiliarios.
La incertidumbre económica —potenciada por factores como la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos— ha impactado temporalmente la inversión, pero, según Padilla, los inversionistas comienzan a adaptarse a las nuevas reglas en el mercado.
“La gente ha entendido que esto va a ser así, y empieza a asentar sus expectativas. Vemos ligeramente mayor confianza porque estamos entendiendo cómo va a operar la administración del presidente Donald Trump. Confirmamos que está siendo un buen año para las plataformas de crowdfunding inmobiliario, y cada vez vemos más confianza en el financiamiento colectivo para bienes raíces”, apuntó Padilla.
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