Dudas empañan ‘sueño americano’ de Pochettino

Dudas empañan ‘sueño americano’ de Pochettino

No sólo Javier Aguirre está en el ojo del huracán en el último año de competencia previo al Mundial 2026, en el que México, Estados Unidos y Canadá serán anfitriones. Su colega del otro lado de la frontera, Mauricio Pochettino, empieza a sentir presión.

“Sabemos que va a haber mucha presión, a nuestro presidente (Donald Trump) le gusta presionar y eso va a ser bueno. Estamos listos para cumplir, somos anfitriones y este es un país donde la mentalidad es ganar”, dijo Pochettino en marzo de este año.

Estados Unidos ya albergó un Mundial en 1994, pero el contexto es muy diferente hacia 2026. En el primero, ni siquiera tenían una liga profesional (la MLS nació en 1996) y apenas contaban con seis jugadores en Europa (de su plantel mundialista). Ahora hay decenas de estadounidenses en el Viejo Continente y, varios, en clubes de alto prestigio.

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Por eso es que la función de Mauricio Pochettino es mucho más exigida que la del serbio Bora Milutinovic, quien fue el entrenador en 1994.

“Creo que, debido al poco tiempo disponible, debe empezar a entrenar y concentrarse al máximo en su rendimiento en el Mundial. Sobre todo, una vez que se celebre el sorteo, tendrá que trabajar en cómo vencer al equipo que tenga por delante. Lo único que importa son los resultados en 2026”, opina para El Economista, David Gass, periodista deportivo de Estados Unidos con experiencia en compañías como Opta y Fox Sports.

Balance de Pochettino

El argentino lleva 13 partidos dirigiendo a Estados Unidos, con balance de ocho triunfos y cinco derrotas. Su próxima cita será el fin de semana ante Costa Rica por un boleto a semifinales de Copa Oro, último torneo oficial antes de encarar el Mundial 2026.

Sin embargo, entre los baches de ese historial destacan dos derrotas en Liga de Naciones de CONCACAF, contra Panamá en semifinales y contra Canadá en el duelo por el tercer lugar. Antes de ello, Estados Unidos había sido campeón de las tres ediciones de dicha competencia.

Luego vinieron un par de derrotas contra Turquía y Suiza en amistosos previos a Copa Oro, que encendieron alarmas para Pochettino porque, además, no contaría en el torneo con figuras como Christian Pulisic y Weston McKennie.

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“Todavía está intentando consolidar su estilo de juego básico. Sin mucho tiempo, es difícil y no sabemos realmente quién es Estados Unidos. Esto genera problemas para los jugadores cuando llegan, porque no saben exactamente cómo encajarán”, agrega Gass.

Estados Unidos es el segundo equipo más ganador de Copa Oro con siete títulos, sólo detrás de los nueve de México. El último fue en 2021 y, en la actualidad, Pochettino logró superar la fase de grupos con marca perfecta de tres triunfos (sobre Trinidad y Tobago, Arabia Saudita y Haití).

Sin embargo, la afición estadounidense no ha conectado de la mejor manera con su selección. De los tres partidos de fase grupal, la mejor entrada fue de 20,918 contra Haití, mientras que contra Trinidad y Tobago y Arabia Saudita fueron de menos de 13,000.

“Al igual que los jugadores, la afición todavía está aprendiendo sobre Pochettino. Este mes será importante porque hay muchos partidos en un momento en el que no hay otros grandes eventos deportivos. Así que la afición tendrá mucha información sobre él y podrá conocerlo”, detalla el periodista.

Después de la cita con Costa Rica, Estados Unidos podría toparse con Canadá o México, siendo los rivales más potentes de la región.

Pero el verdadero enfoque y presión está en 2026, sobre todo por la reciente conversación entre el presidente Donald Trump y Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

“¿Puede ganar Estados Unidos?”, cuestionó Trump a Infantino. “Gianni dijo que sí, pero me decepcionó la respuesta porque debió decir: ‘Tienes que preguntarle eso a tu entrenador, seguro él puede dar una mejor opinión’”, reflexionó Pochettino sobre ese momento.

Mejoras en el radar

Como jugador, Pochettino estuvo en un Mundial con Argentina, que fue Corea-Japón 2002. Como entrenador, tuvo una intensa formación entre España, Inglaterra y Francia, llegando a ser subcampeón de Champions League con Tottenham en 2019.

Sabe lo que significa la palabra presión en los máximos estándares del futbol, pero apenas está descubriendo el ritmo a nivel de selecciones.

Según datos de Stats Perform, previo a jugar Copa Oro, Mauricio Pochettino registraba la menor velocidad para mover el balón en campo contrario (1.03 metros por segundo) y las menores posesiones por partido (82.1) para un entrenador de Estados Unidos desde 2010.

“Creo que después de los amistosos previos a Copa Oro había mucha preocupación. Siempre se suponía que el plazo sería ajustado, así que hay mucho trabajo por hacer en poco tiempo y la afición siempre se estresa por algo así”, remata David Gass.

Por otra parte, Estados Unidos está en picada en el ranking FIFA. En verano de 2024 era la selección 11 del mundo y llegó a ser la 18 cuando Pochettino tomó el cargo en septiembre. Actualmente, es la 16, siendo la mejor de CONCACAF, aunque México le pisa los talones en el puesto 17.

La Copa Oro representa una oportunidad para que Pochettino descargue presiones rumbo al Mundial 2026, recordando que Estados Unidos tendrá un centro de entrenamiento especializado a partir de abril en Atlanta.

Pero las críticas persisten: “Pochettino llegó para impulsar al equipo y, si bien no puede generar jugadores de talla mundial de la nada, parece que algunos de los problemas persisten especialmente en ataque. Falta menos de un año para el Mundial y aún hay dudas en la delantera. Estados Unidos sólo ha hecho ocho goles en seis partidos desde finales de enero y cinco de ellos fueron contra Trinidad y Tobago. Necesita encontrar una solución a largo plazo”, dijo Alex Labidou, de Goal USA.

Pochettino debutó a nivel de selecciones en un momento cumbre, como es la calificación segura para un Mundial, pero aún le falta convencer al 100% a sus aficionados y críticos de que fue el mejor para esa elección.

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