Día Mundial del Asma: ¿Cuán lejos estamos de los medicamentos esenciales?
En el marco del Día Mundial del Asma, cuyo lema es “Hacer accesibles los tratamientos inhalados para TODOS”, es imperioso volver a referirse a esta patología, que a tantos afecta a nivel global.
Como indiqué hace un año en otra columna, la Organización Mundial de la Salud estima que el asma afecta a nivel mundial a cerca de 262 millones de personas y causa cerca de 455 000 muertes anuales, con una prevalencia de entre 5-10% de la población. Estudios globales estiman que las poblaciones más afectadas son niños de 5 a 9 años (5,717 por 100,000 personas), mientras que hombres de entre 75-79 años y las mujeres de 80-84 años presentaron el mayor número de muertes por asma. Como es por muchos sabido, el asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias y puede causar dificultad para respirar, tos, sibilancia y problemas para dormir y deteriorar, para los casos más graves, severamente la calidad de vida.
Como anticipé al inicio, el foco de la conmemoración es sobre la necesidad de mejorar el acceso a los tratamientos inhalados, ya que a pesar de los avances que han existido, la falta de acceso a estos medicamentos esenciales sigue siendo un problema significativo, especialmente en países de ingresos bajos y medios, donde se producen el 96% de las muertes por asma. Dentro de estos tratamientos se encuentran los corticosteroides inhalados (ICS) y los agonistas beta de acción corta (SABA), que son fundamentales para controlar la inflamación y proporcionar alivio rápido de los síntomas. Los ICS, como la fluticasona y la budesonida, reducen la inflamación en las vías respiratorias, mientras que los SABA, como el salbutamol, relajan los músculos alrededor de las vías respiratorias para un alivio rápido.
En estos países, la disponibilidad de estos medicamentos esenciales es limitada debido a factores económicos y logísticos. Respecto al costo de los tratamientos, este varía considerablemente entre los países de ingresos bajos y medios. Un estudio realizado en países de ingresos bajos y medios, indica que el costo mensual de un inhalador de salbutamol, utilizado para el tratamiento de asma intermitente, puede representar desde 0.47 días de salario en algunos países hasta 3.33 días de salario en otros, y la disponibilidad en farmacias es cercana o menor al 30%, con significativas diferencias entre farmacias privadas y las públicas. Estas disparidades económicas reflejan las barreras significativas que enfrentan los pacientes en estos países para acceder a tratamientos esenciales.
La accesibilidad a los tratamientos inhalados es crucial para el manejo efectivo del asma. En países de ingresos bajos, la gran mayoría de pacientes asmáticos únicamente son tratados cuando llegan a un centro de atención de salud u hospital con una crisis severa de asma.
En ese sentido y desde una perspectiva fármaco-económica —como conceptualicé en una anterior columna—, la cobertura de tratamientos inhalados como la combinación ICS/SABA representa una estrategia altamente costo-efectiva frente al tratamiento de pacientes descompensados por asma. Estudios han demostrado que el uso regular de corticosteroides inhalados reduce significativamente las exacerbaciones graves, hospitalizaciones y visitas a urgencias, que son eventos clínicos de alto costo para los sistemas de salud. Por ejemplo, un análisis publicado en The New England Journal of Medicine destaca que los pacientes con asma mal controlada —frecuentemente por falta de acceso o adherencia a tratamientos inhalados— presentan un uso desproporcionado de recursos sanitarios, incluyendo hospitalizaciones repetidas y tratamientos sistémicos más costosos. Además, la falta de acceso temprano a estos medicamentos esenciales en países de ingresos bajos y medios contribuye a una carga económica aún mayor, al desplazar el tratamiento hacia etapas más avanzadas y costosas de la enfermedad.
Las mejores prácticas internacionales, como las promovidas por la Iniciativa Global para el Asma (GINA), recomiendan el uso de combinaciones ICS/formoterol o ICS/SABA como tratamiento de rescate incluso en etapas leves, con el objetivo de reducir la inflamación desde el inicio y evitar la progresión de la enfermedad. Esta estrategia no solo mejora los desenlaces clínicos, sino que también optimiza el uso de recursos sanitarios, lo que la convierte en una inversión sanitaria sostenible y equitativa.
En este Día Mundial del Asma, es momento de pasar del diagnóstico a la acción. Gobiernos, organizaciones de salud, industria farmacéutica y sociedad civil deben asumir un compromiso conjunto para garantizar el acceso equitativo a tratamientos inhalados. Invertir en disponibilidad, educación y adherencia terapéutica no solo salva vidas, sino que también fortalece los sistemas de salud.
*El autor es experto en políticas públicas en salud, ha trabajado para diversas asociaciones e industria relaciona con estas materias, desempeñándose también a nivel académico.