Día del Niño: Una generación marcada por el sobrepeso y la obesidad

Cada 30 de abril, México celebra el Día del Niño con juegos, dulces y pequeños homenajes que buscan reconocer la importancia de la infancia. Pero más allá de las festividades, hay una realidad que crece en silencio y con la que viven millones de niñas y niños: una generación cada vez más marcada por el sobrepeso, la obesidad y las consecuencias de una alimentación desequilibrada.
En los últimos 20 años, la obesidad infantil entre niños y niñas de cinco a once años casi se duplicó, al pasar de un 9% en 1999 a 17.5% en 2023, según el Atlas de riesgos para la nutrición de la niñez en México, elaborado por Save the Children y el Centro de Excelencia e Innovación para los Derechos y Oportunidades de la Niñez (CEIDON). Hoy, más de 16 millones de menores de entre 5 y 19 años viven con sobrepeso u obesidad en el país, de acuerdo con estos datos oficiales.
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El espejo de una crisis social
La malnutrición infantil en México es más compleja que la falta de alimentos. Existe una paradoja dolorosa: niños que no pasan hambre, pero que están malnutridos, atrapados en entornos donde los productos ultraprocesados, ricos en grasas, sal y azúcares añadidos, resultan más accesibles que una manzana, un pescado o un plato de verduras frescas.
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Obesidad infantil
La alimentación, explican los expertos, no puede analizarse sin entender el contexto social y económico que la condiciona. La pobreza, la violencia familiar, la falta de acceso al agua potable, la interrupción de la lactancia materna, los cambios en la producción de alimentos y el nivel educativo de los padres son factores que, combinados, afectan profundamente el desarrollo nutricional de los menores.
Según el informe, 21 de los 32 estados del país presentan un riesgo elevado de obesidad infantil en los primeros nueve años de vida. Las entidades con mayor vulnerabilidad son Nayarit y Baja California Sur, seguidas de San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas. “La alimentación de niñas y niños es un derecho tan básico que nadie puede ni debe sentirse ajeno en la responsabilidad”, asegura David Calderón, director general del CEIDON.
El riesgo no solo es físico
Los efectos del sobrepeso en la infancia no se limitan a lo corporal. Además del riesgo de padecer diabetes tipo 2, hipertensión o enfermedades cardiovasculares a edades tempranas, los niños con obesidad también enfrentan consecuencias emocionales y sociales: baja autoestima, bullying escolar y una percepción negativa de su cuerpo que puede acompañarlos durante toda la vida.
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Niños y sobrepeso
Una investigación publicada por The Lancet, desarrollada por el Murdoch Children’s Research Institute (MCRI), proyecta que en los próximos 25 años, un tercio de la población infantil y juvenil en el mundo tendrá sobrepeso u obesidad. La cifra equivale a más de 700 millones de personas de entre 5 y 24 años, con un crecimiento alarmante especialmente en países en desarrollo.
Entre 1990 y 2021, la tasa mundial de obesidad en este grupo de edad se triplicó, con un incremento del 244%, alcanzando los 174 millones de casos. Las políticas actuales, concluye el estudio, han fallado en proteger a una generación entera del entorno alimentario que los rodea.
La infancia no puede esperar
A pesar de los esfuerzos institucionales y campañas de sensibilización, el acceso real a una alimentación saludable sigue siendo un privilegio, no un derecho universal. En muchas comunidades, el plato de comida más frecuente no es nutritivo, sino práctico: económico, calórico y de fácil acceso, aunque esté cargado de ingredientes que, a largo plazo, perjudican más de lo que nutren.
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