Día del Medio Ambiente 2025: Economía circular y tecnología, la apuesta de IKEA

Día del Medio Ambiente 2025: Economía circular y tecnología, la apuesta de IKEA

IKEA se ha consolidado como uno de los referentes mundiales en sostenibilidad, no solo por su escala, sino por su capacidad de traducir compromisos climáticos en acciones concretas. En 2023, la empresa logró reducir en un 54% su desperdicio de alimentos, salvando más de 20 millones de comidas y evitando la emisión de 36,000 toneladas de CO₂. 

Este avance la coloca nueve años adelante del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12.3 de la ONU.

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La compañía de origen sueco ha integrado tecnologías como Winnow Vision, un sistema de inteligencia artificial que reconoce y cuantifica residuos alimentarios en tiempo real. Este sistema se implementó en cocinas de IKEA en 45 países y ha sido clave para capacitar a más de 20,000 colaboradores. 

Además, IKEA ya genera más energía renovable de la que consume en Suecia y busca replicar ese modelo en todos los países donde opera.

Visión local

Esta visión global se traduce en acciones específicas por región. Daniela Brito, gerente de Sostenibilidad de IKEA México, en entrevista con El Economista, detalló cómo se aplica la estrategia en el país a través de tres pilares: vida saludable y sostenible, clima/naturaleza/circularidad, y justicia y equidad. 

“Cada país adapta la estrategia global según su realidad. En México, por ejemplo, contamos con un área de recuperación en cada tienda, llamada Recovery, dondereacondicionamos productos para extender su vida útil”.

En México, las tiendas de Oceanía y Guadalajara cuentan con sistemas de paneles solares que abastecen entre el 15% y 20% de su consumo energético. Ambas sedes tienen certificación LEED Gold. 

“Estamos en una transición energética constante. Nuestra meta es operar 100% con energía renovable en 2030”, mencionó Brito.

En todas las tiendas en México se recicla alrededor del 80% de los residuos generados. Para el manejo de residuos orgánicos, cada restaurante cuenta con una máquina Winnow y un biodigestor ORCA. 

“Nuestro objetivo es que la merma preconsumo se mantenga por debajo del 3%. Con la tecnología, tenemos datos confiables para tomar decisiones precisas”.

Mencionó que la inteligencia artificial aplicada a la cocina ha permitido reducir costos y desperdicio, y elevar la eficiencia operativa. Desde 2017, IKEA ha ahorrado más de 37 millones de dólares sólo por evitar desperdicio alimentario a nivel global.

Impacto social

Además de sus esfuerzos ambientales, IKEA impulsa proyectos de impacto social. En Guadalajara colabora con Mamá AC para mejorar espacios para la infancia vulnerable. En la Ciudad de México, mantiene un vínculo con el Bosque de Aragón para la reutilización de plantas y educación ecológica. “No se trata solo de donar, sino de generar alianzas sostenibles”, dijo Brito.

Cada abril, el corporativo celebra su Mes del Clima con actividades educativas, pláticas, talleres y recorridos a los techos solares. Estas actividades son organizadas por embajadores de sustentabilidad, colaboradores que se involucran de forma voluntaria. “Es un aprendizaje que va más allá de lo corporativo”.

A través de su programa de voluntariado corporativo, cada colaborador puede dedicar un día laboral con goce de sueldo a actividades comunitarias con aliados sociales. Dijo que iniciativas como la colección Aterstella, basada en el reciclaje textil, han contribuido a proyectos de inclusión social en diversas regiones. 

“La empresa entiende que la sostenibilidad también se construye con justicia social, equidad y participación comunitaria”.

Diseño duradero y responsable

Tras cuatro años de presencia en México, IKEA ha visto cómo los consumidores evolucionan hacia decisiones más informadas. “Ahora estamos creciendo en el segmento B2B. Restaurantes, hoteles y oficinas buscan soluciones funcionales y responsables”, comentó Brito.

Consideró que el diseño también es una herramienta de sustentabilidad. IKEA promueve la adaptabilidad y reutilización desde hace décadas. Fundas lavables, muebles modulares y materiales reciclados son parte de su propuesta. Muchos productos tienen certificaciones como WELS, que acreditan el ahorro de agua en grifos y mezcladoras.

Cada producto IKEA tiene etiquetas que informan sobre su contenido reciclado, eficiencia energética y origen. Esto responde a una demanda creciente de transparencia por parte de los consumidores.

“Creemos que lo sostenible debe ser accesible. No se trata de lujo ecológico, sino de soluciones reales para todos”, insistió. 

IKEA fue el primer retail en vender exclusivamente luces LED desde 2015, marcando una diferencia en eficiencia energética desde lo cotidiano.

Retos

A pesar de su sólido liderazgo en temas de sustentabilidad, la compañía enfrenta diversos desafíos que requieren innovación constante, adaptación regulatoria y colaboración multisectorial. Uno de los principales retos es la estandarización de políticas ambientales en los países donde opera. 

“Muchas veces las legislaciones no van al ritmo de nuestras metas, y eso nos obliga a buscar soluciones internas más allá del marco legal”.

Otro gran desafío es la logística sustentable. La electrificación del transporte, especialmente en países como México, aún enfrenta limitaciones estructurales. IKEA ha optado por priorizar estrategias con impacto ambiental comprobado, aunque no siempre sean las más visibles o publicitarias. “Evaluamos cada decisión con base en su huella real, no en su popularidad”, destacó la ejecutiva.

También está el reto de la trazabilidad de los materiales y productos. Asegurar que cada componente cumpla con estándares globales de sostenibilidad y sea comunicado con transparencia al consumidor implica complejos sistemas de monitoreo, auditorías y certificaciones continuas. Esto se acentúa conforme crece la demanda de consumidores informados.

Brito identifica ejes para fortalecer el consumo responsable en la región: operaciones sustentables y alianzas locales con impacto real. “No buscamos soluciones fáciles cómo comprar bonos de carbono. Queremos transformarnos desde adentro”, dijo.

Entre los proyectos en puerta está la ampliación de paneles solares en Oceanía, nuevos convenios con aliados comunitarios, y la actualización de sus programas internos de educación ambiental. “Queremos que la sustentabilidad no sea un esfuerzo aislado, sino parte del ADN de nuestras operaciones”.

La compañía sueca busca mantener su promesa de accesibilidad sin comprometer la calidad ni la sustentabilidad, en cualquier país, donde tenga operaciones. Equilibrar precios bajos con procesos responsables sigue siendo una tarea delicada, especialmente ante presiones inflacionarias o cadenas de suministro interrumpidas. 

La clave está en el diseño inteligente y la eficiencia operativa como motor del cambio sostenible, concluyó Daniela Brito.

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