Día de la Juventud 2025: Panorama de los y las jóvenes en México
El 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud, una fecha en la que se invita a la reflexión sobre la situación de los jóvenes y su papel social, político y económico en las sociedades. Aunque el mundo camina hacia un envejecimiento de la población, los jóvenes todavía representan una parte importante de los habitantes.
Conocer las características y contextos en los que viven los jóvenes es fundamental para atender sus necesidades particulares. Aquí te presentamos algunas cifras importantes sobre los y las jóvenes en México.
En México viven cerca de 30.4 millones de personas jóvenes, es decir, aquellas que tienen entre 15 y 29 años, de acuerdo con cifras del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía). En términos proporcionales: 23 de cada 100 personas están en etapa de juventud.
En el desglose por género se observa que hay un poco más de mujeres en el país. El 51% se identificó como mujer y el 49% restante como hombres. Esta es la misma tendencia que se presenta en la población total mexicana.
Entre los jóvenes se observa que: el 37% de esta población tiene entre 15 y 19 años, el 33% entre 20 y 24 años, y el 30% entre 25 y 29 años.
Condiciones de trabajo
En términos de actividad económica, 15.9 millones de jóvenes, lo que equivale al 52%, son considerados económicamente activos, lo que implica que estarían en edad laboral y no tienen alguna condición que les impida trabajar. Por otro lado, el 48% restante (14.5 millones) no realiza ninguna actividad económica.
La tasa de desocupación para la población joven es del 4.8%, en comparación con una tasa general de 2.5% para la población de 15 años y más.
Además de enfrentar mayores niveles de desempleo que la población general, también enfrentan condiciones precarias para trabajar. Cifras de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) del Inegi mostraron que la tasa de informalidad entre los jóvenes es cerca de 10 puntos mayor que la general. El 67% de los jóvenes que trabajan lo hacen en algún esquema informal.
La informalidad laboral puede presentarse en distintas modalidades, pero en la mayoría de los casos implica una vulnerabilidad para acceder a derechos básicos: prestaciones, vacaciones, contratos, seguridad social o instituciones de salud.
En las aulas de clase
La educación es un factor crucial en el desarrollo de los jóvenes que, en algunos casos puede ser crucial en el trayecto socioeconómico que alcanzarán a lo largo de la vida.
En México se observa que entre los jóvenes no económicamente activos de 15 a 29 años, casi 40% cuenta con educación básica, otro 39% tiene educación media superior y sólo un 20% ha alcanzado educación superior. Sólo el 1% restante carece de instrucción formal.
Estos datos reflejan que, aunque muchos jóvenes están en el camino de la educación porque gran parte tiene al menos un nivel académico, aún hay un porcentaje significativo que no ha logrado dar el salto para salir de la educación básica (primaria y secundaria).
Entre la población joven no económicamente activa, el 14% está disponible para trabajar, mientras que el 86% no lo está. Esto también se desglosa por género: 87 de cada 100 mujeres jóvenes no están disponibles para trabajar, en comparación con el 83 de cada 100 de los hombres. Incluso si esto considera la situación conyugal o si existen hijos se observa que las mujeres quedan desproporcionadamente alejadas del ámbito laboral en comparación con sus pares hombres.
Las cifras reflejan que, aunque la educación puede fungir como un trampolín para la condición laboral, todavía existen muchos obstáculos que impiden a los jóvenes llegar a la educación superior. Por ello es fundamental atender las causas -y no sólo los efectos- de la deserción escolar.
Otras actividades
Otra de las grandes brechas de género entre la juventud mexicana es la del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. En México, 4 de cada 10 mujeres jóvenes realizan estas actividades mientras que para los hombres la cifra es apenas 1 de cada 10.
Esto sugiere que los hombres jóvenes tienen una mayor inclinación hacia ocupar su tiempo en actividades no remuneradas como la profesionalización, el deporte o el ocio, mientras que las jóvenes enfrentan una carga adicional en el ámbito doméstico.
El panorama de los jóvenes en México presenta tanto desafíos como oportunidades. A pesar de que más de la mitad de ellos están en la fuerza laboral, hay una gran proporción que no está disponible para trabajar, lo que plantea interrogantes sobre las barreras que enfrentan. La educación sigue siendo un pilar fundamental para el desarrollo de esta población, pero es evidente que se requieren políticas públicas más efectivas para fomentar la inclusión laboral y la igualdad de género.
Para garantizar un impacto positivo en términos sociales, políticos y económicos es importante que los y las jóvenes tengan acceso efectivo e igualitario a oportunidades educativas y laborales, así como a los derechos básicos dentro y fuera de sus hogares.