Designación terrorista de cárteles presiona al sector
Tras la intervención a tres instituciones financieras, luego de ser señalados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como facilitadores de lavado de dinero para cárteles de la droga, el sector financiero mexicano se encuentra bajo escrutinio, aunque especialistas reconocen que la regulación es robusta y la supervisión es amplia, advierten que el reto es mayor, especialmente con la designación de estos cárteles como organizaciones terroristas.
De acuerdo con Alyssa Iyer, directora de prevención de lavado de dinero de Lynx Tech, firma especializada detección de fraude y crimen financiero, esta designación implica que cualquier interacción, por mínima o no intencional, que sea con estos grupos podría considerarse como apoyo material al terrorismo. Esto incluye vínculos comerciales con empresas que, aunque aparentan ser legales, podrían estar vinculadas a estas organizaciones criminales.
“Es muy riesgoso para la mayoría de los comercios en México, porque muchas veces estas organizaciones operan a través de empresas que parecen completamente normales y en cumplimiento. Con esta designación, cualquier empresa o financiera que haga negocios con una entidad que sea propiedad, esté controlada o sea utilizada por estos grupos, podría ser considerada como colaboradora del terrorismo. Por eso, contar con procesos exhaustivos de debida diligencia y saber identificar señales de alerta es clave para evitar involucramientos inadvertidos”, advirtió la especialista.
Este escenario plantea retos complejos para el sistema financiero mexicano. Aunque el país cuenta con un marco regulatorio sólido y mecanismos de supervisión amplios, según señala Álvaro Vértiz, especialista del sector financiero y socio director de la consultora DGA Group. Las instituciones deben redoblar esfuerzos para fortalecer sus procesos de vigilancia y control.
“México ha sido históricamente un referente en la prevención de este tipo de conductas. Pero las instituciones deben asegurarse de que todo su personal cumpla cabalmente con los procesos establecidos. La regulación siempre puede perfeccionarse(…) la mayor atención debe estar centrada en los programas internos de cumplimiento de cada institución”, puntualizó Vértiz.