Desafiando advertencias sobre la deuda, republicanos siguen adelante con la agenda fiscal
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, (EU) y sus aliados republicanos en el Congreso están decididos a promulgar su programa de recorte de impuestos en un impulso político que ha abandonado en gran medida las antiguas afirmaciones de disciplina fiscal del partido, negando simplemente las advertencias de que la medida disparará la deuda federal.
La campaña ha provocado la ira de Elon Musk, otrora estrecho aliado de Trump y el mayor donante de los republicanos en las elecciones del 2024, que dio un espaldarazo a un puñado de halcones del déficit del partido opuestos al proyecto de ley al denigrarlo públicamente como una “abominación repugnante”, abriendo una disputa pública con Trump.
Sin embargo, los principales republicanos del Congreso siguen decididos a exprimir las promesas de campaña de Trump a través de sus estrechas mayorías en el Senado y la Cámara de Representantes para el 4 de julio, mientras se encogen de hombros ante las advertencias de la Oficina de Presupuesto del Congreso oficial y una serie de economistas externos y expertos en presupuesto.
“Todo lo que se dice sobre cómo este proyecto de ley va a generar un aumento de nuestro déficit es absolutamente erróneo”, dijo a la prensa el presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, Mike Crapo, tras una reunión con Trump la semana pasada.
Fuera de Washington, los mercados financieros han levantado banderas rojas sobre la creciente deuda de la nación, más notablemente cuando Moody’s recortó su calificación crediticia “Aaa”.
El proyecto de ley también tiene como objetivo elevar el techo de deuda autoimpuesto por el gobierno hasta en 5 billones de dólares, un paso que el Congreso debe tomar antes del verano o arriesgarse a un incumplimiento devastador de 36.2 billones de dólares en deuda.
“La deuda y el déficit no parecen importar a los actuales dirigentes republicanos, incluido el presidente de Estados Unidos”, dijo Bill Hoagland, antiguo asesor republicano en el Senado que trabajó en proyectos de ley fiscal como la Ley de Presupuesto Equilibrado de 1997.
Los pocos halcones fiscales republicanos que quedan en el Senado podrían ser suficientes para bloquear la aprobación del proyecto de ley en una Cámara que el partido controla por 53 a 47 votos.
Sin embargo, algunos parecen mostrarse favorables a la ley y afirman que los recortes del gasto que buscan tendrán que esperar a futuros proyectos de ley.