De la Bienal de Rufino Tamayo a Tokio: la sensibilidad pictórica de Paulina Flores

Hay artistas que gritan desde el lienzo y otros que susurran al alma. Paulina Flores pertenece a esta última categoría: quienes no imponen una narrativa, sino que abren una ventana sensorial hacia lo intangible. Su participación en la exposición Ventanas de México, inaugurada el 12 de junio de 2025 en la Embajada de México en Tokio, marca un importante paso en su carrera internacional y se erige como un acto profundo de diplomacia emocional.
Organizada por Fomento Cultural México, esta muestra colectiva convierte el icónico edificio diseñado por Pedro Ramírez Vázquez en un espacio de encuentro simbólico entre Japón y México. En este escenario, la obra de Paulina funciona como un puente poético entre dos culturas, donde la textura, el color y la memoria reemplazan al discurso literal. Mientras otros buscan representar, ella se atreve a evocar.
Las dos piezas que exhibe en Tokio —una dedicada a las jacarandas que pintan de morado la capital mexicana y otra inspirada en los cenotes sagrados de la Riviera Maya— reflejan una artista profundamente enraizada en su identidad y abierta al diálogo con otras cosmovisiones. El uso de la hoja de oro, reminiscente del kintsugi japonés, no es fortuito: es un delicado homenaje a la belleza de lo imperfecto, a las heridas que se transforman en ornamento. Así, Paulina teje una conversación silenciosa entre dos mundos que, aunque distantes, comparten una sensibilidad hacia lo efímero, lo espiritual y lo natural.

Foto: Cortesía
En sus propias palabras, “mi trabajo mantiene viva una identidad artística mexicana porque nace desde mi experiencia personal con el país”. Allí radica su fuerza: en una visión auténtica que no busca encasillar a México en estereotipos, sino desplegarlo desde la vivencia íntima, desde la niña que recordaba una palmera en su ventana hasta la mujer que hoy pinta rodeada del verdor maya, guiada más por la intuición que por la razón.
La selección de Paulina para esta exposición junto a destacadas figuras del arte contemporáneo mexicano confirma no solo su relevancia creciente, sino también su capacidad para representar, con sensibilidad y profundidad, una visión actual del alma mexicana. En un mundo saturado de imágenes, su pintura invita a una pausa: a detenerse, a sentir, a reconocer que, al igual que las jacarandas de Matsumoto, las emociones florecen con el tiempo en tierra fértil.
A veces, la diplomacia más poderosa no proviene de discursos ni tratados, sino de gestos poéticos como los de Paulina Flores, que nos recuerdan que México no sólo se contempla, sino que se siente. Y que el arte, cuando nace desde lo más íntimo, es la forma más universal de encuentro.

Paulina Flores en la Embajada de México en Japón. Foto: Cortesía
Más acerca de Paulina
Paulina Flores (Ciudad de México, 1987) se inscribe dentro del expresionismo abstracto. Egresada de Mercadotecnia por la Universidad Iberoamericana, se especializó en Arte en The University of Arts London y ha perfeccionado su oficio con reconocidos maestros en la capital mexicana. Su obra ha sido presentada en ferias internacionales como FIABCN y Brussels Art Fair, además de exhibirse en galerías de la Ciudad de México, Madrid y Barcelona.
Las palmeras, símbolo recurrente en su trabajo, evocan su estrecha relación con la naturaleza de la Riviera Maya, región donde reside desde hace varios años y que nutre su inspiración creativa. Ha mostrado sus colecciones en espacios emblemáticos como el Hotel Four Seasons de Punta Mita, el Rosewood de San Miguel de Allende y el SLS de Puerto Cancún.
Desde 2021 ha participado en ferias internacionales como IMAF y la Feria Internacional de Arte de Barcelona, donde su colección Colores del Caribe fue nominada al Premio PIAB. En 2022 expuso en la Vangogh Art Gallery de Madrid. En 2023 inició una exhibición permanente en la galería del Four Seasons de Punta Mita y colaboró con la campaña Kindness Day de Four Seasons Hotels and Resorts. En 2024 presentó las exposiciones individuales Colores de México y Caribbean Dream, y para 2025 está confirmada su participación en la Bienal Rufino Tamayo.