David Pablos presenta “En El Camino” frente a su público
Tijuana, B.C.- El nacimiento del Primer Festival de Cine de Tijuana ha puesto a la ciudad fronteriza en el mapa cinematográfico con un contundente mensaje de identidad y ambición. El foco de esta edición ha sido buscar a esos tijuanenses que han salido y “la rompen” a donde van. Por eso una de las presentaciones estelares fue “En El Camino”, la multipremiada película del aclamado director David Pablos, un tijuanense cuyo trabajo se ha convertido en sinónimo de calidad y profundidad social.
En este encuentro, Pablos, junto a Osvaldo Sánchez, actor principal, compartieron con la prensa su emoción por llevar la cinta a casa y discutieron cómo Tijuana, más allá de ser un muro, es el semillero perfecto para el cine como resistencia y como puente.
Una historia de amor y soledad en carretera
“En El Camino” se sumerge en el mundo itinerante, masculino y a menudo hostil de los traileros, contando una conmovedora historia de amor entre dos hombres en ese contexto.
David Pablos explicó que su interés radicaba precisamente en explorar una relación afectiva en un ambiente tan machista y solitario, descentralizando las narrativas cinematográficas de México. “Me conmueve mucho la soledad también de los traileros, el riesgo que ellos toman día con día para literalmente mover el país,” comentó Pablos.
El actor Osvaldo Sánchez compartió la intensidad de su preparación, que incluyó vivir como un trailero por tres semanas. Este proceso fue más allá de aprender a manejar: era habitar la soledad, el cuerpo y el riesgo. “El cuerpo tiene una gran inteligencia y había que habitar esa soledad, pues… Es una de las cosas que conectaba porque también me alejé un poco de mi hija… Y humanamente es una cosa muy fuerte”.
Ambos coincidieron en que la soledad y la fraternidad de esa comunidad nómada fueron claves, revelando anécdotas como la lectura en tiempo real del guion a traileros que se identificaron profundamente con la jerga y la narrativa, confirmando el realismo visceral de la película.
La cinta aborda temas de salud mental masculina y nuevas masculinidades en un país aún afectado por el machismo. Pablos destacó la importancia de mostrar el contraste entre la rigidez social impuesta al hombre y la fluidez de la sexualidad humana en la intimidad.
“Para mí era importante justo mostrar estas dinámicas que se generan entre hombres… y mostrar la soledad, la soledad tan grande en la que se está inmerso… [La película] se abre a una intimidad con otro hombre… para que se pueda trascender a otro público, que no sea necesariamente el público LGBT nada más”.
Posteriormente, la proyección de la cinta en la Sala de Cinépolis Playas de Tijuana generó una profunda conexión con el público local. La presencia de la directora de fotografía, Ximena Amann, y del actor Víctor Prieto, quien interpretó a uno de los protagonistas, enriqueció el diálogo posterior.
Hubo reflexiones especialmente intensas por parte de personas que conviven con familias de traileros o que vivieron experiencias similares en la carretera. Estos asistentes aseguraron que no fue fácil enfrentar la crudeza de la película, pero destacaron que la experiencia resultó catártica. Este nivel de respuesta afirmó el mensaje de David Pablos sobre la universalidad de las emociones que, sin importar el contexto, transitan de igual manera.
Tijuana: De muro a puente
El regreso de David Pablos a su ciudad natal, donde tomó su primer taller de cine en el Secut, estuvo cargado de emoción y gratitud. Pablos enfatizó la deuda y el cariño que siente por la ciudad que lo formó: “Tijuana me formó. Hay algo de mi experiencia en esta ciudad que se queda conmigo para siempre… Es una ciudad muy peculiar… Una ciudad con tantas culturas donde converge gente de todo México, de todo el mundo… eso forma un imaginario muy rico”.
Esta riqueza visual y cultural es el argumento central para que el Festival de Cine de Tijuana ponga el foco en la frontera y atraiga más producciones. El director, quien filmó en la región su aclamada película Las Elegidas, describió a Tijuana como una ciudad “muy cinematográfica,” con una luz especial, cerros y paisajes perfectos para cualquier género, incluso un wéstern.
Sánchez secundó la idea, señalando que la región del noroeste ha tardado en recibir este foco profesional. La diversidad cultural de Tijuana, como un “embudo de Latinoamérica y del mundo,” junto con el vasto territorio de Baja California y su profesionalización técnica, representan el potencial industrial para que la ciudad crezca como un “nuevo polo cinematográfico del norte de México”.
<!–>Enlace imagenFoto: Cortesía
El Festival en cifras: Un motor cultural y económico
El Primer Festival de Cine de Tijuana no solo es un evento cultural, sino que busca ser una plataforma estratégica que demuestre el potencial de la región como motor económico y turístico. Este evento, que se llevó a cabo del jueves 6 al domingo 9 de noviembre, en sedes como la Casa de Cultura de Playas de Tijuana y Cinépolis, proyectó un impacto significativo.
La organización estimó una afluencia total de entre 4 mil a 6 mil personas a lo largo de los cuatro días. En cuanto a la oferta fílmica y de capacitación, el festival desplegó una ambiciosa agenda que incluyó un total de 39 exhibiciones y películas, de las cuales 16 fueron cortometrajes y 8 títulos de largometrajes nacionales e internacionales.
El compromiso con la formación del talento local fue un pilar clave, ofreciendo: Dos clases magistrales de alto nivel, impartidas por figuras como David Pablos (“El Cine como resistencia”) y Juan Mora Catlett (“El arte del guión”), dos talleres especializados de dirección y cinefotografía y el programa Cine Talent, dedicado a 17 jóvenes talentos emergentes con una agenda formativa intensiva.
Para fomentar el networking y la profesionalización de la industria, el Festival organizó 9 conversatorios y 8 Pláticas de Café exclusivas. Además, se destacó la Plataforma Norte, un espacio dedicado a la exhibición y desarrollo de 8 proyectos de largometrajes originarios de la región. El evento se completó con 11 funciones de cine, 5 sesiones de preguntas y respuestas, y un Pabellón de Patrocinadores con una Galería y exposiciones temáticas, consolidándose como un esfuerzo que une al sector educativo, la industria creativa y la comunidad local.
La titular de la Secretaría de Cultura de Tijuana, Illya Guadalupe Haro Sánchez aseguró que este es solo el inicio de un esfuerzo que pretende mantenerse, e incluso adaptarse a la agenda de festivales.



