Corredores de fibra óptica ayudarían a impulsar data centers en el Bajío e infraestructura carretera
El desarrollo de corredores de fibra óptica a lo largo de las carreteras federales, podrían generar ingresos a través de concesiones a empresas de telecomunicaciones. Los recursos obtenidos se destinarían, en parte, al programa de conservación de carreteras federales, Ricardo Erazo García Cano, coordinador del Comité de Financiamiento del Colegio de Ingenieros Civiles Mexicanos (CICM), durante su participación en el IV Foro Nacional de Infraestructura de transporte.
La iniciativa se inspira en esquemas exitosos implementados en Estados Unidos, donde los corredores de fibra óptica de alta capacidad son operados por privados que cubren todos los costos de instalación y mantenimiento, mientras generan flujos de ingresos. En México, la propuesta cobra relevancia ante el crecimiento de data centers en el Bajío y occidente del país, que demandan conexiones de fibra óptica con capacidades muy superiores a las redes convencionales.
“No hablamos de las conexiones domésticas de 100 o 200 megas, estos centros de datos necesitan corredores troncales con capacidades de transmisión masiva, enlaces redundantes y ultra baja latencia que solo pueden proveerse mediante infraestructura dedicada de fibra óptica de última generación”, expolicó García Cano a El Economista.
“Vemos cómo empresas como Amazon y Mercado Libre están estableciendo centros de distribución y data centers en el Bajío, particularmente en Querétaro, lo que genera una demanda urgente de infraestructura de conectividad robusta”, estas inversiones requieren soluciones inmediatas de interconexión tanto a nivel nacional como con Estados Unidos, creando una oportunidad para desarrollar los corredores troncales de fibra óptica que el país necesita, señaló.
El financiamiento de los corredores de fibra óptica operaría mediante un esquema de concesión donde la federación, a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), otorgaría derechos para utilizar los espacios en los corredores carreteros a desarrolladores especializados. Estos actores privados se encargarían de instalar la infraestructura de fibra óptica, operarla y comercializar su capacidad a empresas como data centers y operadores de telecomunicaciones. A cambio, pagarían una contraprestación económica al gobierno que se destinaría específicamente al programa de conservación de carreteras federales libres, creando así un círculo virtuoso de financiamiento.
“Ya hubo una revisión del modelo de negocio, se está planteando primero para el corredor que vaya del bajío al noreste del país; pero contemplan 15 corredores troncales, cinco son los más rentables para este tipo de negocio”.
Otro corredor que una el centro del país con las grandes maquiladoras en Ciudad Juárez, Chihuahua y Saltillo, Coahuila. El del occidente que abarca esa parte del país y a una parte en Sinaloa, “ahí también hay mucha industria que son que usuarios de este tipo de conexiones
Modelos disruptivos
El experto aclaró que esta es solo una de varias alternativas de financiamiento que podrían implementarse “soluciones disruptivas, pero probadas internacionalmente que podrían adaptarse a nuestra realidad. Los corredores de fibra óptica son un ejemplo de cómo podemos convertir nuestra infraestructura carretera en un activo generador de recursos, al mismo tiempo que atendemos las demandas del México digital”, el momento de actuar es ahora, cuando el crecimiento de la economía digital y las necesidades de conectividad hacen más evidente la urgencia de estas inversiones.
El objetivo es diversificar las fuentes de recursos, combinando modelos como transformar a Caminos y Puentes Federales (Capufe) en un concesionario competitivo con capacidad para retener utilidades y obtener financiamiento; impulsar la participación de fondos cotizados (ETFs) especializados en infraestructura; implementar una Tarifa por Uso de Infraestructura Carretera (TUIC) similar al esquema aeroportuario; optimizar el Fideicomiso Aduanero para proyectos fronterizos; y desarrollar nuevos modelos de pago por servicios en infraestructura turística, expuso.
