Contratar rápido o perder talento, nueva regla del juego en el mercado laboral
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En el nuevo mercado laboral, el talento no se pierde: se va. Desaparece antes de concretar una oferta. En México, esta realidad es contundente: el 48% de los reclutadores afirma que los candidatos abandonan el proceso de selección sin previo aviso, de acuerdo con datos del “ Market Research 2025 ”, de Pandapé. Este fenómeno va más allá del ghosting . Y trae consigo pruebas críticas no solo para los equipos de recursos humanos (RRHH), sino también para la capacidad de respuesta estratégica de las organizaciones.
Cubrir una vacante ya no es el final de una gestión exitosa, sino el comienzo de una carrera contra el reloj. El “ Market Research 2025” también revela que para 50% de los mexicanos, la agilidad en el proceso pesa más que la oferta económica. Y casi la mitad de ellos asegura que lo más frustrante al buscar trabajo no es el sueldo, sino la espera. Esto cambia por completo las reglas del juego. En paralelo, el 41% de los reclutadores también enfrenta el abandono por parte de los postulantes. Es decir, mientras los candidatos buscan certidumbre y rapidez, los reclutadores lidian con la volatilidad de un proceso que se rompe por falta de comunicación. La experiencia está rota en ambos extremos. Por ello, considero que no se trata solo de resolver con tecnología, sino de entender cómo ha cambiado la expectativa del talento. Hoy, la rapidez es sinónimo de interés. Una empresa que responde tarde, o que no responde, transmite desinterés. Y el talento, que tiene más opciones, decide no esperar. La competencia no solo es por atraer candidatos, sino por mantener su atención. Las causas del abandono son claras: procesos largos, falta de retroalimentación, poca claridad en la propuesta o desconexión con la cultura organizacional. Pero la solución requiere algo más que diagnósticos. Implica rediseñar la experiencia del candidato, automatizar seguimientos, ofrecer información clara desde el inicio y, sobre todo, establecer una conexión continua entre las empresas y candidatos en cada una de las etapas del proceso. La automatización, bien aplicada, no deshumaniza, sino que libera tiempo para que los equipos de RRHH puedan acompañar con mayor empatía y efectividad.
La marca empleadora juega un papel central. Una empresa que garantiza una experiencia clara, ágil y coherente transmite profesionalismo. Y eso, en un contexto donde el talento elige dónde trabajar, es una ventaja competitiva. El reto está sobre la mesa: cómo lograr que el talento no solo llegue, sino se quede. En mi opinión y experiencia, para conseguirlo hay que acompañarlo desde el primer contacto, escuchar sus necesidades, responder con rapidez y construir procesos donde cada interacción sume valor. El futuro del trabajo no se define en la entrevista final, sino desde el primer clic . ____ Nota del editor: Ivonne López es Brand & Communications de Pandapé. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.
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