“Consolidación fiscal, un paso en la dirección correcta”
Washington, D.C. La meta que mantiene México de reducir su déficit fiscal a 4% del PIB este año, “es sin duda un paso en la dirección correcta al que damos la bienvenida en el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, observó la subdirectora de asuntos fiscales en el organismo, Era Dabla Norris.
Pero “es conveniente que las autoridades fiscales mantengan una posición suficientemente flexible para responder a los choques externos que pueden presentarse si continúa la incertidumbre por los aranceles”, consignó.
Entrevistada por El Economista, refirió la información contenida en el reporte que recién divulgó el FMI, el World Economic Outlook (WEO), para advertir que la incertidumbre puede presionar a la baja las expectativas de crecimiento y bajo ese escenario, los ingresos públicos y tributarios pueden ser inferiores del estimado.
“El enfoque de la política fiscal debe mantenerse flexible para responder de forma ágil a las condiciones, de manera que puedan ajustarse conforme se presentan los eventos”.
Reconoció que las autoridades mexicanas destacan entre las de América Latina por su compromiso con la consolidación fiscal.
Es verdad que la mayoría de los fondos de estabilización de México se agotaron tras la pandemia, pero en el FMI tenemos entendido que el gobierno comenzó una estrategia para reponerlos desde fines del año pasado y ahora mismo cuentan con recursos equivalentes a 0.5% del PIB, señaló.
Son recursos que pueden potencialmente compensar alguna contingencia y que sin duda otorgan cierta flexibilidad al país. Esa es una de las principales recomendaciones que hemos hecho a las autoridades: reponer los fondos de estabilización para reducir su exposición a posibles choques, subrayó.
La funcionaria accedió a comentar que el gobierno de México sigue racionando el gasto público en aras de su compromiso con la consolidación fiscal.
Está protegiendo las prioridades y es uno de los caminos que tiene. Pero en el FMI han hecho otras recomendaciones que pueden ayudar a abrir un espacio fiscal que otorgue márgenes de maniobra para enfrentar choques.
Y es ahí donde caben los subsidios regresivos, como los del combustible. Refirió que los gobiernos dirigen en promedio entre 1 y 1.5% del presupuesto público para solventar los subsidios a combustibles. Herramienta que además es regresiva.
El objetivo será reorientar los recursos dedicados a subsidiar combustibles para hacerlo más eficiente.