Confianza interna para incertidumbre externa
Los vaivenes de la economía generan expectativas que –al final de cuentas– son incentivos positivos o negativos para la inversión. Ahora mismo, en medio de una disputa por el liderazgo global y cambios en el modelo del comercio internacional, los países enfrentan un contexto de incertidumbre externa. Por tanto, resulta indispensable que cuenten con capacidad suficiente para garantizar confianza por parte de los mercados hacia el interior. En los últimos meses, México ha demostrado resiliencia en la construcción de un escenario de confianza empresarial, a pesar de las incertidumbres que persisten a nivel internacional.
Según los datos de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) del INEGI, correspondientes a agosto de 2025, el Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza (IGOEC) se ubicó en 49.3 puntos, reflejando un incremento mensual de 0.4 puntos, aunque con una disminución anual de 3.4 puntos. Este ligero avance mensual sugiere que, pese a un contexto global volátil, el sector empresarial percibe mejoras en la situación económica del país y de sus empresas, lo que denota una capacidad de adaptación frente a desafíos externos como tensiones comerciales o fluctuaciones en los mercados internacionales.
El sector de “servicios privados no financieros” destaca como un pilar de esta resiliencia, alcanzando 50.4 puntos y manteniéndose por segundo mes consecutivo por encima del umbral de 50 puntos, un nivel que indica optimismo. Este crecimiento de 0.3 puntos respecto a julio refleja una percepción positiva sobre la situación económica futura del país (56.7 puntos) y de las empresas (59.6 puntos), lo que sugiere que las estrategias de diversificación y la demanda interna han sostenido la confianza en este rubro. Asimismo, el sector “comercio” mostró un repunte de 1.4 puntos, ubicándose en 48.5 puntos. Esto indica una tendencia de recuperación tras meses de incertidumbre, impulsada por la percepción de una mejora en la situación económica presente del país.
Por otro lado, sectores como “construcción” (46.2 puntos) e “industrias manufactureras” (49.4 puntos) continúan enfrentando desafíos con indicadores por debajo del umbral durante meses consecutivos. Sin embargo, la estabilidad en componentes como la situación económica futura de las empresas en estos sectores (59.8 puntos en Construcción y 56.4 puntos en Manufacturas) revela una visión a mediano plazo que mitiga el pesimismo inmediato. Esta dualidad entre sectores débiles y fuertes subraya la heterogeneidad de la economía mexicana, pero también su capacidad para equilibrarse mediante la fortaleza de áreas como los servicios.
El contexto internacional, marcado por incertidumbre geopolítica y económica, ha generado presiones sobre las cadenas de suministro y la inversión global. A pesar de ello, el aumento mensual del IGOEC y la mejora en sectores clave sugieren que las políticas internas, como el impulso a la inversión pública y los incentivos a la industria nacional, han contrarrestado parcialmente estos efectos. Los datos muestran que, aunque el indicador ha caído por debajo de 50 puntos durante seis meses consecutivos, la pendiente ascendente reciente indica un esfuerzo colectivo por mantener la confianza.
México ha logrado construir un escenario de confianza empresarial a pesar de las adversidades globales, apoyándose en la resiliencia de sectores como “servicios y comercio”, así como en una visión optimista a futuro en áreas afectadas. Este equilibrio refleja una economía que, aunque enfrenta retos, demuestra adaptabilidad y potencial para estabilizarse, siempre que se mantengan las condiciones favorables internas y se mitiguen los riesgos externos. En el corto plazo, la confianza interna del sector privado genera equilibrios para enfrentar eficazmente el entorno cambiante y de incertidumbre externa.