Compliance, un reto pendiente pero estratégico para las pymes

En un entorno donde las reglas cambian constantemente y la presión regulatoria aumenta, el cumplimiento normativo, o mejor conocido como compliance, ha dejado de ser exclusivo de las grandes corporaciones. Las pequeñas y medianas compañías (pymes) necesitan incorporar políticas y procesos para cumplir con la ley y proteger su operación.

El compliance le ayuda a las pymes a prevenir sanciones y fraudes internos, mejora la reputación de la empresa y credibilidad con clientes e inversionistas, así como facilita el acceso a financiamiento, señala Adán Guzmán, gerente de marketing de producto y especialista en riesgo y cumplimiento en CIAL Dun & Bradstreet

Detalla que el compliance es el cumplimiento de políticas, procesos o procedimientos que una empresa debe realizar para cumplir con las regulaciones del sector al que pertenece, como requerimientos con el Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Pymes desconocen temas de cumplimiento 

A pesar de los beneficios, una de cada dos pymes desconoce el tema de cumplimiento, puntualiza Adán Guzmán y aunque no se tiene un número de exacto de pequeños negocios con este tipo de políticas, la realidad es que el 60% comenta que la sobrerregulación es un obstáculo.

Además de competir con las grandes empresas y entrar en un sector sumamente competitivos, la sobrerregulación es prácticamente un obstáculo”.

En muchos casos, es la propia persona directiva quien asume todas las responsabilidades y carece de tiempo o recursos para implementar sistemas de control.

Las afectaciones

La ausencia de políticas de cumplimiento deja a las pymes expuestas a fraudes y malas prácticas. De acuerdo con Kaspersky, en el 2024, cuatro de cada 10 negocios tuvieron al menos un intento de fraude, y el 20% señaló haber sido participes o estar relacionado con un tema de corrupción.

Además, trabajar con proveedores implicados en irregularidades puede derivar en sanciones fiscales o cierres temporales. Por ello, el especialista recomienda que las pymes adopten medidas básicas, como verificar la legalidad y documentación de sus proveedores, para asegurarse de que no son empresas simuladas ni están vinculadas con prácticas corruptas. De no hacerlo, la reputación y continuidad del negocio pueden verse seriamente afectadas.

Una política de compliance que puede implementar la pyme es solo trabajar con proveedores que compartan la información necesaria para corroborar que el negocio no es una simulación, que no esta involucrado en temas de corrupción y tiene todos los documentos en orden.

¿Cómo implementar compliance?

Implementar compliance tampoco significa llenar carpetas con políticas, sino crear una cultura de integridad que atraviese todas las áreas del negocio. Para una pyme, dar los primeros pasos puede ser tan sencillo como identificar las normativas que le aplican, establecer un código de ética básico y capacitar a su personal en temas de integridad y prevención de riesgos.

Incluso con recursos limitados, esta disciplina se puede adaptar al tamaño y sector del negocio y convertirse en una ventaja competitiva.

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