¿Cómo se realiza un pronóstico meteorológico?
Un pronóstico meteorológico es una estimación científica del estado futuro del tiempo en una región específica, realizada a partir del análisis de datos atmosféricos recolectados mediante satélites, radares, estaciones meteorológicas y modelos numéricos.
Esta información permite anticipar variables como la temperatura, la precipitación, la velocidad y dirección del viento, la humedad y la presión atmosférica. Los pronósticos pueden ser a corto, mediano o largo plazo, y son necesarios para la planificación de actividades cotidianas, agrícolas, industriales y para la prevención de riesgos naturales.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México se encarga del análisis y pronóstico del clima, con lo que funge como infraestructura básica del sistema nacional de alerta y protección civil.
El SMN nació en 1877 como Observatorio Meteorológico y Astronómico, promovido por Porfirio Díaz y Vicente Riva Palacio, con el fin de centralizar la recopilación de datos climatológicos sobre todo el territorio nacional.
En 1901 adoptó oficialmente el nombre Servicio Meteorológico Nacional, con 31 estaciones estatales y 18 observatorios independientes
En sus más de 140 años de historia, ha evolucionado tecnológicamente, incorporando redes de observación automatizadas, satélites, radiosondeos y radares, bajo la coordinación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Objetivos
La misión del SMN se dirige a “proveer pronósticos, alertas e información del estado del tiempo y del clima estratégica y útil para el país, que sustente la toma de decisiones” . Entre sus funciones se encuentran:
- Vigilar continuamente la atmósfera, detectar fenómenos meteorológicos severos, como tormentas, frentes fríos y huracanes.
- Proteger, analizar, organizar y difundir la información climática.
- Generar estudios técnicos para apoyar a Protección Civil y organismos regionales.
Infraestructura
El soporte de las operaciones del SMN es su red nacional de observación, la cual cuenta con:
- 189 Estaciones Meteorológicas Automáticas (EMAS)
- 98 Estaciones Sinópticas Meteorológicas Automáticas (ESMAS)
- 77 observatorios meteorológicos en tiempo real
- 15 estaciones de radiosondeo, que permiten observar la columna atmosférica
- 13 radares meteorológicos, para detectar el tipo, intensidad y desplazamiento de la precipitación
- 3 estaciones receptoras del satélite GOES, que procesan imágenes visibles, infrarrojas y de vapor de agua cada 10 minutos
Estos instrumentos permiten una visión tridimensional de la atmósfera: rascacielos de datos que alimentan modelos y herramientas de análisis.
Paso 1: análisis de la atmósfera
Primero se “analiza la atmósfera en diferentes niveles, desde la superficie hasta la troposfera”. Esto incluye: Mediciones en superficie desde EMAS y ESMAS: temperatura, presión, humedad, viento y radiosondeos con globos: perfiles verticales de presión, temperatura, humedad y viento a distintas altitudes.
Paso 2: datos por satélite
El receptor GOES capta imágenes cada 10 minutos mediante varias bandas. Estas imágenes permiten observar la formación y evolución de sistemas nubosos, frentes fríos y huracanes.
Paso 3: integración y modelado
Los datos se concentran, revisan, depuran y almacenan en el Banco Nacional de Datos Climatológicos. Con ellos, los modeladores introducen variables iniciales para generar simulaciones numéricas de predicción. Gracias a tecnologías modernas, estos modelos pueden alimentar pronósticos por zonas geográficas y rangos temporales ajustables.
Paso 4: observación radar
Los 13 radares contribuyen con datos en tiempo real sobre el tipo e intensidad de precipitación (lluvia, granizo, nieve), el desplazamiento de los frentes y la velocidad del viento. Así se detectan las células convectivas severas, sistemas convectivos y tormentas eléctricas.
5. Difusión: de datos a avisos
El SMN no solo produce información, también la comunica a través de distintos medios:
- Boletines, pronósticos por regiones, informes técnicos, comunicados y avisos preventivos.
- Canales múltiples: sitio web smn.conagua.gob.mx, app Conaguaclima, redes sociales (X, YouTube).
Este flujo está alineado con los mandatos de Protección Civil y FONDEN: anticipar para mitigar.
6. Uso y alcance
Los pronósticos se utilizan en diversos sectores:
- Protección Civil: planificación de actividades de evacuación y emergencia.
- Agricultura y ganadería: calendarios de siembra, riego y mitigación de heladas.
- Salud: advertencias por olas de calor o sensación térmica extrema.
- Transporte: alertas en carreteras, aeropuertos y puertos sobre tormentas e impactos climáticos.
- Sector energético: estimaciones de viento, irradiación solar, disponibilidad hídrica.
- Turismo: información en la planificación de eventos y temporadas vacacionales.
- Medios de comunicación: diarios, televisión, radio y apps móviles dependen de éste como fuente oficial.
Operar en un país con más del 85 % de territorio árido o semiárido implica periodos extremos de sequía y lluvias intensas, a menudo relacionados con El Niño o huracanes. El pronóstico exige modelos más precisos, coordinación constante y una infraestructura robusta para anticiparse ante crisis hídricas, inundaciones y precipitaciones extremas.
El pronóstico meteorológico en México se construye mediante una arquitectura integrada: redes de medición en tierra, radiosondeos, radares, satélites y modelado numérico. Cada componente aporta una dimensión al análisis.
En un país que, según Conagua, enfrenta desafíos ambientales e hídricos, la labor del SMN cobra relevancia estratégica: anticipar para salvaguardar, medir para planificar, advertir para prevenir.