Cofepris : La economía de la salud en el despacho de la Fomento Sanitario
La política pública, en su sentido más esencial, se define por la calidad y el perfil de los cuadros que ocupa en sus posiciones estratégicas. Recientemente, la designación de una mujer con un profundo expertise en Economía de la Salud como Comisionada de Fomento Sanitario en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) es, a mi juicio, una señal de la mayor trascendencia.
Hemos insistido en este espacio que la COFEPRIS no puede seguir siendo vista meramente como una “aduana” burocrática o un órgano de vigilancia punitiva. Su rol en el ecosistema nacional ha escalado para convertirse en un agente económico cuyo desempeño define la competitividad de México en el sector salud, la innovación de nuestra industria y, crucialmente, la seguridad de nuestro abasto en el contexto del nearshoring y la renegociación del T-MEC.
El nombramiento de un perfil que domina las variables de la economía de la salud no es una casualidad; es el reconocimiento tácito de que los problemas del sector regulado no se resuelven solo con la lupa de la sanidad, sino con la calculadora de la eficiencia y la oportunidad.
Tradicionalmente, el fomento sanitario se ha entendido como una función de divulgación, educación y promoción de buenas prácticas. Si bien esto es indispensable, en la estructura actual de la COFEPRIS, y ante la presión global, la Comisionada de Fomento Sanitario debe ser el brazo estratégico que entiende que la agilización regulatoria y la certidumbre jurídica son, en sí mismas, herramientas de fomento.
Una visión basada en la economía de la salud inyecta una perspectiva esencialmente sistémica al proceso regulatorio. Un economista de la salud no solo ve la seguridad de una molécula; ve el costo de la tardanza en el registro sanitario. Este costo se traduce en:
- Costo de Oportunidad para el Paciente: Cada día que un medicamento innovador se retrasa en obtener su registro, representa tiempo de vida perdido o calidad de vida mermada para el paciente.
- Costo para la Inversión: Los tiempos de espera erráticos y discrecionales castigan el capital que busca instalarse en México. En el juego del nearshoring farmacéutico, la lentitud de la COFEPRIS ha sido históricamente el factor de riesgo no negociable que aleja a los grandes capitales de API y de manufactura de producto terminado.
- Costo para la Sustentabilidad Pública: La falta de competencia y la demora en la entrada de genéricos o biocomparables mantienen artificialmente altos los precios de los tratamientos, impactando directamente las finanzas del IMSS y del sistema de salud pública.
El perfil económico está obligado a medir el impacto regulatorio no solo en términos de riesgo evitado, sino de valor generado. El fomento sanitario, bajo esta nueva óptica, se convierte en la ingeniería regulatoria de vía rápida que ya he propuesto anteriormente: aquella que garantiza la calidad al mismo tiempo que acelera el dinamismo de los sectores regulados, asegurando que México pueda cumplir con las exigencias de suministro de la región de América del Norte y América Latina.
Este nombramiento adquiere una relevancia crítica ante la inminente renegociación de los términos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que está programada para 2026.
La exigencia de Estados Unidos en la próxima mesa de negociación no se limitará a la industria automotriz o energética; la seguridad de la cadena de suministro farmacéutico será un tema central. Washington busca activamente “desvincular de Asia” su dependencia de APIs y precursores químicos, y México es su socio natural en Norteamérica.
Sin embargo, para que México se posicione como una alternativa viable a Asia, se requiere una autoridad regulatoria predecible y homologada internacionalmente (v.g. ICH). El perfil de la Comisionada puede servir de puente para traducir las exigencias de velocidad y transparencia del sector privado y de los stakeholders de EE. UU. a un lenguaje que la burocracia mexicana pueda entender e internalizar.
La Comisión de Fomento Sanitario debe transformarse en la ventanilla de certidumbre para el capital internacional, garantizando que:
- El Sistema de Registros sea Transparente: Reduciendo los tiempos de resolución y eliminando la discrecionalidad para que la inversión sepa exactamente cuándo puede iniciar operaciones.
- La Armonización Regulatoria sea un Proceso Continuo: Acelerando los acuerdos de reconocimiento mutuo con la FDA y otras agencias de alta vigilancia para reducir los costos de doble certificación que encarecen la producción en México.
La COFEPRIS debe entender que su certificación es un activo estratégico muy valioso en la mesa del T-MEC.
El nombramiento de un perfil experto en Economía de la Salud es un paso fundamental para reorientar la COFEPRIS hacia la gestión de riesgos con visión de desarrollo económico. Mover la aguja de la regulación implica comprender que la protección contra riesgos sanitarios y el fomento a la industria de la salud no son objetivos mutuamente excluyentes, sino ejes complementarios de la política nacional en salud.
El reto ahora es transformar esta señal positiva en una política de Estado. La nueva Comisionada, con su expertise económico, está obligada a trabajar de la mano con la industria y con el Gobierno Federal para construir un ecosistema regulatorio que premie la calidad y la velocidad, garantizando que México cumpla su promesa de ser la plataforma logística y de manufactura de alta tecnología que Norteamérica requiere. La eficiencia regulatoria es la única póliza de seguro que tenemos para ganar en el tablero global. La tarea no es menor, pero parece que hay sentido en este nombramiento.
Hoy cierro con una reflexión personal usando como referencia la frase: El tiempo de la burocracia solitaria terminó. Hoy, el fomento sanitario debe ser la intersección entre la ciencia, la salud pública y la calculadora estratégica.
*El autor cuenta con 25 años de experiencia en el sector de la salud en México y Latinoamérica, es socio fundador de una consultoría enfocada en el análisis de las políticas públicas en salud, salud digital y sostenibilidad.