Ciberseguridad. Cómo las empresas pueden prepararse para el mañana
<![CDATA[
La ciberseguridad se encuentra en un punto de inflexión. El ritmo acelerado del avance tecnológico, impulsado de manera abrumadora por la Inteligencia Artificial (IA), ha abierto oportunidades extraordinarias para la innovación y el progreso. Sin embargo, este mismo avance ha magnificado las vulnerabilidades y ha puesto en evidencia brechas en la forma en que las organizaciones construyen su estrategia de ciberseguridad.
1. Superar la brecha en el talento de Ciberseguridad 2. Fortalecer la gestión de vulnerabilidades 3. Diseñar tecnología segura desde el inicio
Para aspirar a un futuro digital seguro, las organizaciones deben afrontar tres retos esenciales: superar la escasez de talento, mejorar la gestión de vulnerabilidades y priorizar el diseño de tecnología segura. Estas áreas, unidas por un enfoque proactivo y por el respaldo de la innovación en IA, son fundamentales para proteger el presente y prepararse para el mañana. El déficit de profesionales en ciberseguridad es uno de los problemas más urgentes del sector. El Foro Económico Mundial estima que la brecha es de alrededor de 4 millones de profesionales. Esta brecha genera vulnerabilidades graves, pues las organizaciones se encuentran bajo ataques constantes mientras luchan por mantener defensas sólidas. Las amenazas cibernéticas son incansables y los equipos defensivos deben acertar siempre, una tarea desafiante sin el talento necesario. Para encarar este desafío, las empresas deben ampliar sus fuentes de talento, buscando más allá de los perfiles tradicionales de ciberseguridad. Empleados en áreas como TI, ingeniería, análisis de datos y gestión de riesgos cuentan con habilidades transferibles que, combinadas con capacitación especializada, pueden integrarse con éxito en roles de ciberseguridad. En el ámbito corporativo, las organizaciones deben reducir su dependencia de procesos manuales cuando sea posible, apostando por la automatización y por herramientas potenciadas con IA para gestionar y mitigar las amenazas diarias. Al formar equipos humanos complementados con soluciones automatizadas de última generación, las compañías pueden fortalecer su resiliencia y reducir la exposición a brechas de seguridad. Muchas organizaciones enfrentan dificultades en la gestión de vulnerabilidades, un ámbito que constituye la columna vertebral de la ciberseguridad proactiva. La clave radica en tener visibilidad total sobre la tecnología desplegada y en responder de manera rápida ante vulnerabilidades. No es raro que surjan brechas debido a retrasos en la actualización de software o configuraciones incorrectas, que los atacantes suelen aprovechar en cuestión de horas o días tras hacerse públicas. Adoptar un enfoque sólido exige que las empresas mantengan un inventario casi en tiempo real de todos sus activos, incluyendo tecnologías en la nube y dispositivos conectados, más allá de los sistemas manejados directamente por TI. Es fundamental cerrar la brecha entre la identificación de una vulnerabilidad y la aplicación del correctivo, transformando procesos que toman meses en respuestas que se completan en horas. Las herramientas basadas en IA juegan un papel clave al automatizar la detección de amenazas, analizar vulnerabilidades en tiempo real y acelerar los tiempos de respuesta. Las organizaciones que cuentan con plataformas impulsadas por IA están mejor preparadas para identificar y neutralizar amenazas rápidamente, convirtiendo las vulnerabilidades en desafíos gestionables, no en riesgos catastróficos. La creciente dependencia de la tecnología en todos los aspectos de la vida ha hecho aún más necesario que los sistemas se diseñen con seguridad intrínseca. Sin embargo, muchas empresas siguen desarrollando productos que carecen de los resguardos esenciales, generando vulnerabilidades desde las primeras etapas. Esto se vuelve crítico a medida que el entorno digital incorpora productos “inteligentes”, desde electrodomésticos hasta dispositivos vestibles, que se conectan a redes repletas de amenazas potenciales. Los principios de “seguridad desde el diseño” ya no son negociables en el escenario actual. Los proveedores de tecnología deben priorizar la resiliencia, creando sistemas que reduzcan no solo la frecuencia de las vulnerabilidades, sino también el impacto cuando ocurran. Al diseñar tecnologías intrínsecamente seguras, las organizaciones disminuyen su dependencia de herramientas reactivas y alivian la carga operativa de sus equipos de ciberseguridad.
(1)
La ciberseguridad ha dejado de ser un asunto exclusivamente técnico para convertirse en un imperativo de negocio. El 95% de directivos mexicanos está de acuerdo en que la seguridad juega un papel crítico en el desarrollo de nuevas innovaciones; sin embargo, un 56% expresa preocupación por la capacidad de sus organizaciones para gestionar eficazmente los dispositivos y proteger los datos . Las consecuencias financieras, operativas y reputacionales nunca han sido tan altas. Para no solo sobrevivir, sino prosperar en la era digital, las empresas deben considerar la ciberseguridad como una inversión fundamental y no como un gasto opcional. El camino comienza con la priorización. Al abordar la ciberseguridad de forma estratégica y holística, las organizaciones pueden proteger sus operaciones presentes, asegurar su crecimiento futuro y contribuir a un mundo donde la tecnología avance no solo con seguridad, sino también de manera sostenible. El momento de actuar es ahora. _____ Nota del editor: Juan Francisco Aguilar es Director General de Dell Technologies México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
]]>