Centros comerciales se ajustan ante menor confianza de los consumidores mexicanos

La ocupación de centros comerciales ha reflejado la desaceleración económica, por lo que el sector se encuentra en una etapa de ajuste ante el cambio en los hábitos, los deseos y el dinero disponible en los bolsillos de los mexicanos.
Durante el primer trimestre del 2025, la ocupación bruta de espacios en los malls del país alcanzó apenas 37,000 metros cuadrados, la cifra más baja en los últimos cuatro años, según datos de la consultora inmobiliaria SiiLA.
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Los cambios en el ritmo de vida, el poder adquisitivo y las prioridades de los mexicanos han sido clave en esta desaceleración. En la actualidad, la renta de locales se concentra en cuatro categorías esenciales: productos de consumo, alimentos, entretenimiento y servicios personales, las cuales representan 98 % de la demanda total.
“Que estas categorías lideren en tiempos de cautela económica no es casualidad. Son sectores anclados en necesidades concretas: moverse, alimentarse, vestirse, ejercitarse, entretenerse. Pero también reflejan lo que aún moviliza a la gente cuando el exceso ya no es opción”, se puede leer en un análisis reciente de SilLA.
Este cambio coincide con un deterioro en el ánimo del consumidor, ya que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) bajó a 45.3 puntos en abril del 2025, su nivel más bajo desde junio del 2023. Además, acumuló seis meses consecutivos de descensos.
De acuerdo con un análisis de Banco Base, “este pesimismo responde principalmente a la incertidumbre global, agravada por las tensiones de la guerra comercial, con posibles efectos sobre el empleo y los precios en México”.
Un dominio de lo esencial
Dentro del rubro de productos de consumo, en el primer trimestre del año, casi cuatro de cada 10 metros cuadrados fueron ocupados por tiendas de autopartes, artículos para el hogar, juguetes, productos para mascotas y ropa. Entre las marcas con mayor presencia destacaron New Balance, Miniso y Decathlon.
Para el segmento de alimentos, la preferencia se inclinó hacia cafeterías, restaurantes de comida y tiendas especializadas, con cadenas como Wingstop, Moshi Moshi y Applebee’s como principales jugadores.
El entretenimiento también encontró su espacio, con una demanda encabezada por arcades y parques temáticos, Piccolo Mondo se colocó como uno de los operadores más activos en este rubro.
Por último, en los servicios personales se mantiene la demanda constante por gimnasios, salones de belleza y operadores de telecomunicaciones, que buscan ubicaciones de alto tráfico para mantener su presencia en el mercado.
Frente a este panorama, SiiLA destacó que los centros comerciales han comenzado a redefinir su modelo. Las propuestas de lujo o aspiracionales han perdido terreno frente a conceptos más accesibles y orientados al bienestar inmediato: comunidad, comodidad, cercanía y experiencias personales.
Según la consultora, el enfoque ya no es el consumo masivo, sino una oferta más cercana a la vida cotidiana de las personas.
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