Caso Andy Byron: El riesgo de vulnerar los códigos de ética y de una mala reputación

Lo que parecía un momento de dispersión en un concierto se convirtió en una crisis empresarial, que sacó a la luz la importancia de la ética y gestión de crisis.
El caso de Andy Byron y Kristin Cabot, que fueron captados abrazados por la kiss cam en un concierto de Coldplay, pone en evidencia la importancia de la ética empresaria y las consecuencias que puede haber, tanto en los colaboradores, como con los inversionistas y clientes.
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Si bien, lo que mostró el video que se hizo viral, es una cuestión personal, al ser el CEO de la compañía y la directora de Recursos Humanos, la situación impacta a la compañía, porque son la imagen de la empresa y portavoz de sus valores.
Impacto en los colaboradores
Cuando existe una falta de ética se genera una crisis de liderazgo, pues si los directivos no respetan los valores, se trasmite un mensaje incoherente, se erosiona la moral y los colaboradores dejan de creer en los líderes y en la propia organización.
“Los colaboradores se desmotivan, aumenta el cinismo y disminuye el compromiso, porque la gente dice, ‘si a ellos, que son los responsables de la empresa, se les ha permitido, ¿cómo pueden exigirme protocolos de ética?’”, comenta Lyz Escalante, socia fundadora de la firma Científicos expertos en competencias y conductas.
La falta de ética abre la puerta a riesgos mayores como demandas laborales, rotación excesiva, fuga de talento, baja productividad, incluso que los accionistas opten por sacar activos de la empresa.
“Los CEOs son lideres morales de la organización y no pueden exigirle (a los empleados) que cumplan con la política, si ellos no la hacen”, puntualiza Karla Guerrero Lozoya, directora de Ética y estrategia consultores.
Señala que en México hay un reto particular, y es “entender que las consecuencias de romper el código de ética deben ser igual para todos (directivos y colaboradores), y que los comités de ética deben ser autónomos”.
Conflicto de intereses
Karla Guerrero Lozoya dice que las empresas suelen no involucrarse en “temas de adultos”, es decir en relaciones consensuadas, pero sí se presenta un conflicto de interés sí es necesario que la organización se involucre.
El conflicto de interés puede darse de muchas formas, desde negocios similares, es decir que el colaborador tenga negocios familiares que representen una competencia, hasta relaciones amorosos en puestos subordinados: director y gerente de Recursos Humanos.
Lo ideal es que cuando se inicia una relación sentimental se avise a la empresa, la cual tomará medidas si hay un conflicto de interés, como un cambio de área; sin embargo, cuando no se anuncia y se descubre, se puede iniciar una auditoría, porqué hay la probabilidad de que las salidas en parejas pudieran estar financiadas con recursos de la empresa, o que hubiera aprovechado la posición para colocar a personal estratégico o hacer nuevas contrataciones.
Reputación del negocio
La mala reputación de los directivos también impacta en el negocio, debido a que uno de los factores fundamentales de las empresas es la transparencia, y si una mala práctica se hace pública, como en este caso, ¿qué pasa en la mente de los clientes y socios? ¿considerarían nuevamente ética esa corporación?, o ¿tiene una afectación directa sobre los inversionistas y clientes?
“Actualmente los clientes no compran productos y servicios, compran confianza, coherencia y valor. Cuando un cliente se entera que la empresa en la que confía tiene practicas dudosas o lideres que contradicen sus principios, cambia la percepción de forma inmediata y se genera una sensación de traición”, puntualiza Lyz Escalante.
Las especialistas coinciden en que cuando se vulneran los valores, también se pone en juego la credibilidad de la organización, pues si se oculta información (ya sea por los involucrados o colaboradores cercanos) como un amorío, se puede pensar que más cosas se ocultaron.
En este punto es importante la protección de datos de los clientes y hablar abiertamente con ellos, para generar un compromiso y que sepan que de manera institucional se van a hacer cambios significativos y reforzar los valores de la empresa.
En el caso de Astronomer, aunque tardaron dos días en pronunciarse, “si hubiera habido una inacción por parte del consejo de administración, sí hubiera habido una afectación más rápida en clientela”, precisa Karla Guerrero.
¿Qué pueden hacer las organizaciones ante una crisis reputacional?
Lyz Escalante recomienda establecer nuevos protocolos en la organización y fortalecer los valores de la empresa y código de ética, a partir de un programa de sensibilización, general que refuerce la confianza de los colaboradores.
Con los inversionistas y clientes establecer acuerdos de confidencialidad y generar un compromiso para que estén seguros de que se mantiene el compromiso ético.
En ello coincide Karla Guerrero, quien puntualiza en la importancia de tener un sistema de gestión de ética bien cimentado, que se capacite a los trabajadores y refuerce la cultura organización.