Casas baratas, riesgo caro: advierten afectaciones por tope en precios de viviendas del Infonavit
El precio máximo por el cual se comercializarán los hogares edificados dentro del programa Vivienda para el Bienestar, podría tener un impacto directo en la calidad de las construcciones, advirtieron especialistas de la industria habitacional.
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) definió un límite máximo de 630,000 pesos en el precio de las casas que construirá dentro del Programa de Vivienda para el Bienestar, el cual prevé la edificación de 1.8 millones de hogares durante el presente sexenio, de los cuales 1.2 millones corresponden a dicho organismo.
El mecanismo del Infonavit prevé la adquisición de reservas territoriales a través de constructoras privadas, que además serán responsables de edificar las viviendas. En este sentido, Karim Oviedo Ramírez, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), recalcó que topar el precio a 630,000 pesos es un riesgo para estas empresas.
“Podría ser viable para los desarrolladores que hayan comprado tierra muy barata y, sobre todo, que tengan experiencia en construir vivienda de interés social. De otra manera, se van a meter en un problema económico y no van a cumplir”, comentó en entrevista.
El experto descartó que se repitan prácticas de sexenios pasados en los que se construyó vivienda en zonas alejadas de los centros de trabajo, ya que se establecieron polígonos de contención, “pero sí puede provocar una calidad pobre en los materiales y esto va en total detrimento del consumidor”.
Suelo caro y escaso
De acuerdo con Ricardo Trejo, director general de la consultora Forecastim, el límite de 630,000 pesos resulta inviable en las principales ciudades del país, donde la demanda habitacional es alta, pero el suelo es escaso y costoso.
“Hay terrenos baratos en algunas entidades, pero carecen de desarrollo urbano. Puede haber negociaciones para la regularización a través del sistema de propiedades del Estado, pero en las ciudades se podrían enfrentar restricciones”, apuntó Trejo.
Según la AMPI, construir una casa básica en zonas metropolitanas supera fácilmente 1 millón de pesos, lo que deja en duda la viabilidad del programa del Infonavit en entornos urbanos consolidados.
“El tope además de injusto está muy generalizado, en zonas como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey será muy difícil llegar al precio que estableció el Infonavit. Algunos desarrolladores han hecho sus corridas financieras, y comentan que con sus costos actuales no les alcanza para hacer vivienda económica”, comentó el especialista.
Barrera en trámites
Además del costo del suelo existen obstáculos adicionales para construir una casa de nivel social, como el encarecimiento de la mano de obra, los materiales y la tramitología.
Si bien, el gobierno federal, a través del Infonavit y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), ha prometido apoyo en procesos administrativos, éstos no se pueden exentar.
“El Infonavit está enfrentando el problema que tienen los desarrolladores: los trámites son tardados y costosos. Quizá sea hasta el siguiente año que vamos a ver más construcción, porque hay muchos proyectos, pero no muchos permisos. Es un círculo vicioso que también pega a la Vivienda del Bienestar”, advirtió el presidente de la AMPI.



