Calor extremo redefine el acceso a la vivienda en las ciudades más calurosas de México

Las altas temperaturas que azotan a varias ciudades mexicanas han comenzado a modificar de manera sustancial el panorama habitacional y más allá del confort, adaptarse al clima extremo se ha vuelto una necesidad económica y estructural. La habitabilidad, la resiliencia térmica y los costos de mantenimiento son ahora factores clave en los mercados inmobiliarios de las regiones más calurosas del país.
El Servicio Meteorológico Nacional confirmó que el 2024 fue el año más caluroso en la historia de México, con una temperatura media nacional de 22.9 °C, es decir 1.5 °C por encima del promedio histórico. Proyecciones del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM anticipan aumentos de hasta 5.3 °C hacia finales del siglo, lo cual plantea la necesidad de crear soluciones habitacionales sostenibles.
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En este contexto, el portal Dinero.mx identificó las 10 ciudades más calurosas del país y analizó cómo el clima ha alterado sus mercados de vivienda. El estudio reveló que no sólo ha aumentado el costo de comprar o rentar, sino también el gasto en adaptaciones para conservar los hogares habitables.
“La mayor carga económica proviene del alto consumo energético por climatización. Las altas temperaturas aceleran el desgaste de materiales constructivos y obligan a realizar inversiones en aislamiento térmico, paneles solares o ventilación natural. Aunque estas soluciones reducen costos a largo plazo, requieren inversiones iniciales importantes”, explicó Alejandro Sena, director general de Dinero.mx.
Así, la lista de la plataforma al respecto, se compone de la siguiente manera:
Mexicali, Baja California
Con una media anual de 24.5 °C y veranos que superan los 40 °C, mantiene un mercado activo por su ubicación fronteriza. Las viviendas cuestan en promedio 2.8 millones de pesos, mientras que la renta mensual ronda los 22,000 pesos.
San Luis Río Colorado, Sonora
Ubicada en el desierto sonorense, alcanza temperaturas históricas de 52 °C. Su mercado inmobiliario es el más accesible de la lista, con viviendas de 1.3 millones de pesos y rentas mensuales cercanas a los 8,000 pesos.
Ciudad Juárez, Chihuahua
Aunque presenta inviernos fríos, sus veranos alcanzan hasta 50.5 °C. La vivienda cuesta en promedio 3.55 millones de pesos, y las rentas llegan a 20,250 pesos.
Hermosillo, Sonora
Con 24.3 °C como temperatura media anual, registró 49.5 °C en el 2024. Su mercado inmobiliario crece con dinamismo; las casas pueden llegar alcanzar un valor de 4.29 millones de pesos y se rentan en 18,500 pesos al mes.
Culiacán, Sinaloa
El calor húmedo y las máximas de hasta 49 °C han impulsado la necesidad de adaptación. El precio promedio de vivienda alcanza los 3.6 millones de pesos; las rentas se ubican en 16,500 pesos mensuales.
Ciudad Victoria, Tamaulipas
Con temperaturas que superan los 37 °C y alta humedad, ofrece viviendas por 1.9 millones de pesos y rentas en 10,000 pesos.
Campeche, Campeche
El clima tropical y el récord de 45.1 °C en el 2024 han elevado los precios. Las casas se venden en promedio por 4.3 millones de pesos y se rentan en un promedio mensual de 20,000 pesos.
Villahermosa, Tabasco
El calor sofocante y la humedad influyen en un mercado caro. Las viviendas cuestan 4 millones de pesos y las rentas alcanzan los 28,000 pesos al mes en promedio.
Mérida, Yucatán
Su atractivo turístico mantiene alta la demanda pese a temperaturas de hasta 44.2 °C. Tiene el precio más elevado de la lista, con viviendas hasta por 5 millones de pesos y rentas cercanas a los 25,000 pesos.
El clima árido y veranos con hasta 44 °C marcan su entorno habitacional. Las viviendas promedian 2.6 millones de pesos y las rentas cerca de 16,000 pesos al mes.
“Más allá de la compra o venta de casas y departamentos, los costos asociados a mantener los hogares habitables frente al calor extremo –desde el aumento en las facturas de electricidad hasta las inversiones en enfriamiento eficiente– delinean un nuevo paradigma. La resiliencia térmica se convierte en un valor añadido crucial, con impacto directo en la asequibilidad y la demanda”, acotó Sena.
El aumento de temperaturas obliga a repensar la vivienda como un espacio adaptable al entorno climático. En las ciudades más calurosas, la habitabilidad ya depende no sólo del precio, sino de la capacidad de una casa para resistir el calor.
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