Cada vez más terrenal, así está cambiando el mercado bursátil en México
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Invertir en la Bolsa Mexicana ya no es un lujo reservado para grandes corporativos o inversionistas con capital millonario. En medio de una serie de cambios regulatorios, productos financieros y una creciente competencia entre la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), el mercado bursátil mexicano vive una transformación que lo vuelve más accesible y asequible tanto para pequeños inversionistas como para pequeñas y medianas empresas (pymes).
Invertir es cada vez más barato Las pymes también se benefician La competencia ayuda a mejorar el ambiente Retos por superar
Uno de los cambios más recientes fue la eliminación de comisiones para operaciones menores a 5,000 dólares en el SIC, una medida anunciada por el Indeval que reduce significativamente las barreras de entrada para los inversionistas minoristas. El Sistema Internacional de Cotizaciones da acceso a más de 3,500 acciones de Estados Unidos y el mundo desde México y gracias a él se pueden comprar títulos de empresas grandes como Apple, Amazon o Google, por ejemplo. “Permite que la gente pueda comprar y vender a precios mucho más competitivos, cerrando los diferenciales. Esto es especialmente relevante para emisoras menos populares, donde la liquidez puede ser un problema”, explica Santiago Rincón Gallardo, director de Actinver Digital. Agregó que más personas comunes pueden ahora participar en el mercado de valores internacional a un menor costo. Esto es clave para diversificar portafolios. Marco Antonio Montañez, director de análisis de Vector Casa de Bolsa, destacó que el SIC ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos 10 años y que hoy en día representa alrededor del 43% del volumen operado en el mercado global en México. Tradicionalmente, las pymes en México recurren al financiamiento de amigos, familiares o créditos bancarios, pero ahora comienzan a mirar al mercado de valores como una opción viable y competitiva. Gracias a las reformas a la Ley del Mercado de Valores, ahora es posible que más empresas accedan al financiamiento público mediante esquemas de emisión simplificada, lo que reduce costos y trámites. “Las emisiones simplificadas son una señal muy importante y muy fuerte hacia afuera de que más empresas usen el mercado de valores como una fuente de financiamiento”, subraya Rincón. El financiamiento público no solo representa menores tasas en comparación con otras fuentes, sino que permite a los inversionistas diversificar sus portafolios con empresas emergentes, generando un círculo virtuoso de crecimiento. Además, la BMV lanzó recientemente mini futuros del dólar, al reducir el tamaño de los contratos de 10,000 a 1,000 dólares. Esta iniciativa permite que personas con menor capital puedan acceder al mercado de derivados, un segmento antes reservado casi exclusivamente para inversionistas institucionales, pero que ahora abre la puerta a actores más pequeños que también necesitan herramientas de cobertura. Desde su llegada, BIVA introdujo tarifas más agresivas para el listado de empresas, forzando a la BMV a responder con promociones como la exención de la cuota de listado bajo el esquema de emisión simplificada y una reducción del 50% en el mantenimiento durante el primer año. “La competencia es algo muy positivo en el tema de Bolsa de Valores”, afirma Rincón. “Se está creando una dinámica muy positiva en el mercado de valores”. Esta competencia no solo beneficia a las empresas que buscan listar sus acciones, sino también a los inversionistas, quienes ven más opciones, mejores condiciones y una oferta más dinámica. Pese al avance, el mercado de valores mexicano sigue siendo pequeño si se le compara con el tamaño de la economía nacional. Con solo 160 empresas locales listadas, el potencial de crecimiento es enorme, pero aún existen barreras culturales, educativas y fiscales. Montañez señala que, además de los avances actuales, se requieren más incentivos fiscales y programas de educación financiera para impulsar una participación más robusta tanto de inversionistas como de emisores. Rincón coincide y destaca la necesidad de desmitificar el proceso de hacerse público, de modo que más empresas comprendan que no es exclusivo para gigantes corporativos, sino también para aquellas que ya han superado una etapa inicial y buscan crecer con solidez. El camino es largo, según el experto de Actinver, el 50% de la población en Estados Unidos tiene algún tipo de inversión en el merado de valores; en México, esa proporción es de apenas entre el 3% y el 4%.
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