BYD retoma el mercado familiar y busca revancha tras bajas ventas del Tang

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La música electrónica marcaba el ritmo en el salón mientras un SUV gris giraba lentamente sobre la plataforma. En la pantalla detrás del escenario aparecía un nuevo nombre: Atto 8 . Así, con ese número redondo y una promesa de potencia, BYD presentó en México su SUV de tres filas más tecnológico hasta la fecha, un modelo que simboliza tanto un cambio de estrategia como una declaración de ambición global. La marca china —que ha escalado en pocos años de ser un competidor emergente a líder mundial en vehículos electrificados— eligió este lanzamiento para cerrar un ciclo y abrir otro. El Atto 8, en realidad, es la nueva denominación global del Tang L, el SUV más grande de su portafolio en China, rebautizado para insertarse en la familia “Atto”, una línea que BYD exporta a Occidente como símbolo de su madurez tecnológica.

Características de Atto 8 Precio de BYD Atto 8 en México

En México, la compañía ya había probado suerte en este tipo de vehículos con el SUV eléctrico para siete pasajeros, Tang, uno de sus primeros tres lanzamientos. Aunque su diseño y tecnología marcaron el debut de la marca china en el país, su potencial se vio restringido por la falta de puntos de recarga y la preferencia del consumidor mexicano por opciones con mayor autonomía o respaldo híbrido. Con el paso del tiempo, la estrategia de producto de BYD se ha diversificado. Según Iván Flores, director comercial de BYD México, el Dolphin Mini es el eléctrico que ha despuntado como un pilar de ventas para la marca. El resto de los modelos más vendidos, como el Song y el King, son híbridos enchufables. De acuerdo con datos proporcionados por la empresa a Expansión, hoy el 60% de sus ventas corresponden a híbridos y el 40% a eléctricos puros. Ahora BYD vuelve al segmento con el Atto 8 en versión híbrida enchufable (DM-p). “Este producto nos llega a demostrar para estar al tope de un nivel que se va a encontrar en su segmento. Ahorita lo van a comprobar”, dijo Oscar Hernández, Product & Training Lead at BYD. En el público, ejecutivos, distribuidores y creadores de contenido levantaban los teléfonos para grabar los primeros planos del nuevo SUV, cuyas líneas robustas reflejaban la filosofía de diseño “Dragon Face” que BYD adoptó para su serie Dynasty. El frente, con faros conectados por una franja luminosa, impone. “Es un frente muy robusto que le da esta sensación de un vehículo poderoso, porque lo es”, añadió Hernández. En los laterales, manijas al ras de la carrocería y rines de 21 pulgadas refuerzan el aire de vehículo premium, pero sin los excesos visuales de un SUV de lujo europeo. A diferencia de sus antecesores, el Atto 8 es un producto concebido desde cero para exportación. Supera los cinco metros de largo y ofrece tres filas de asientos, un formato que hasta ahora BYD había reservado solo para el mercado chino. “Estamos hablando de un vehículo de siete pasajeros. Necesitamos espacio suficiente para alojar absolutamente a todos los ocupantes”, explicó Hernandez. El techo panorámico de dos metros es una de sus piezas más llamativas: una estructura de vidrio continuo sin barras intermedias que refuerza la sensación de amplitud. De noche, la cortina eléctrica se retrae por completo y la cabina se inunda de luz. Debajo de la carrocería, BYD desplegó su mayor carta tecnológica: la nueva plataforma Dual Mode Performance (DM-p), la más avanzada de su línea híbrida. Está compuesta por dos motores eléctricos de 200 kW cada uno —uno en cada eje— y un motor de combustión interna optimizado para alcanzar la mayor eficiencia térmica del mercado. El resultado es una potencia combinada de 480 caballos y una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.9 segundos, cifras que colocan al modelo en terreno de marcas como BMW o Audi, pero a una fracción del precio. “Es un vehículo desarrollado principalmente para tener un gran desempeño como un vehículo de altas prestaciones”, subrayó el vocero. La tracción puede operar de forma automática para priorizar eficiencia o desempeño. En condiciones normales, el sistema desconecta el eje trasero y actúa como un vehículo de tracción delantera, lo que reduce el consumo hasta en 9%. Pero la sofisticación no se limita a la mecánica. En el interior, el Atto 8 despliega una cabina inteligente y personalizable. Hasta 128 combinaciones de colores permiten cambiar la iluminación de acuerdo con el estado de ánimo del conductor. La consola central incluye una pantalla táctil giratoria de 15.6 pulgadas, compatible con control tridimensional del vehículo. Desde ahí, el conductor puede visualizar su SUV en 3D, abrir seguros, subir ventanas o verificar el estado del sistema eléctrico. “Vas a poder darle la vuelta a tercera dimensión, ver por todos lados tu vehículo, abrir y cerrar seguros. Todo lo que necesites”, explicó Ana Narro, Manager en BYD México. El equipo de sonido, con 21 bocinas D-Sound desarrolladas por BYD, ofrece una experiencia inmersiva. Los asientos delanteros y de la segunda fila incluyen ventilación, calefacción y masaje, una configuración inédita para un modelo del rango de precio en el que se moverá el Atto 8. Para el día a día, el vehículo incorpora un cargador inalámbrico de 50 watts con ventilación, que evita el sobrecalentamiento del teléfono, y una tarjeta NFC que permite abrir el vehículo acercándola al espejo lateral, sin necesidad de la llave tradicional. La seguridad también es protagonista. El modelo integra monitoreo del conductor, frenado autónomo, control de crucero inteligente y estructura reforzada con acero transformado en caliente. Con seis modos de manejo —de Eco a Sport, pasando por configuraciones off-road—, el Atto 8 busca adaptarse tanto a la ciudad como a la aventura. Incluso incluye un gancho mecánico con capacidad de arrastre de dos toneladas, pensado para usuarios con estilo de vida activo. En carga rápida, la batería pasa del 30 al 80% en solo 20 minutos, una cifra que refuerza la promesa de autonomía extendida y practicidad. Este modelo llega en una única versión de 1,199,800 pesos. El Atto 8 no es solo un SUV más; es la evidencia de que BYD quiere reposicionar su narrativa en el mercado mexicano, no solo como fabricante de autos eléctricos, sino como una marca de ingeniería y diseño global.

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