BYD presiona el acelerador mientras Tesla lucha por mantener el ritmo
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La automotriz china BYD alcanzó un beneficio neto de 1,260 millones de dólares (mdd) este primer trimestre del año, lo que le significó un crecimiento anual de 100.3%, impulsado por un sólido aumento de sus ventas globales. Al otro lado del mundo, los resultados de Tesla en este periodo reportado fueron completamente diferentes y poco alentadores. En medio del crecimiento del movimiento #TeslaTakeDown que ha traído consigo ataques a concesionarios, incendios en estaciones de recarga y actos vandálicos contra la marca en su natal Estados Unidos, Tesla registró una baja en entregas de 13%, al comercializar de manera global 336,681 unidades, su nivel más bajo desde 2022. Elon Musk, CEO de Tesla, ha pasado de estar meramente en la agenda de la iniciativa privada en Estados Unidos a abarcar un lugar en la agenda pública, al asumir un papel protagónico con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, asumiendo el sol como asesor especial en el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Al obtener resultados por debajo de las expectativas del mercado, el propio Musk aseguró que la baja en la demanda estaba siendo afectada por un “sentimiento político cambiante”, de tal manera que la exposición del empresario parece estarle jugando en negativo a la que por años se colocó como la firma número uno de autos eléctricos. Los estragos del panorama actual han llegado incluso fuera de Estados Unidos ya que, ante la oleada de protestas contra Tesla, por cuestiones de seguridad, la marca tuvo que ser retirada del Vancouver International Auto Show en Canadá. Del lado contrario, en los últimos días BYD mostró lo más reciente en tecnología y diseño desde el Auto Show de Shanghái con numerosos modelos, el evento más grande de la industria automotriz en China, en donde los fabricantes de aquel país se dan cita año con año. El propio dinamismo del mercado, que poco a poco comienza a colocar como una mejor alternativa de movilidad sostenible a los autos híbridos frente a los eléctricos , ante la poca infraestructura de recarga que existe para éstos, también está siendo un punto en contra para Tesla. Para Eric Ramírez, director de Urban Science para América Latina y el Caribe, la diversificación de BYD, sobre ofrecer desde tecnologías meramente eléctricas hasta híbridas e híbridas enchufables, ha sido una estrategia que ha rendido frutos para su posicionamiento en los mercados globales. “El cliente opta por una compra más segura, una compra intermedia, que sería un auto híbrido. Tesla solo tiene eléctricos y BYD maneja todo un rango de vehículos electrificados… Lo que pasó con BYD y lo vimos desde el año pasado, fue que empezó a aumentar su mezcla de híbridos y a disminuir su oferta de vehículos totalmente eléctricos”, sostuvo en entrevista con Expansión . Si bien, los números de Tesla aún no exponen una crisis financiera ni algo similar, las protestas en torno a la marca parecen exigir un manejo de crisis dentro de la compañía en miras de mejorar la opinión pública que existe a su alrededor. Desde la perspectiva de Martha Aída Cantú, experta en imagen pública, ante el acercamiento de Musk y Trump es inherente asociar Tesla, y los demás negocios del empresario, con la actual administración estadounidense, de tal manera que un cambio de rumbo podría significar una señal de alivio para la automotriz. “Musk tendría que dar un paso atrás en la administración política y dar un paso hacia adelante en la dirección de Tesla, porque debe demostrar que se sigue haciendo cargo de la empresa… Hay muchas marcas que no tienen este problema y están creciendo, entonces Musk debería tomar nuevamente las riendas de Tesla, ajustar los tornillos y comenzar a posicionarse”, dijo Cantú.
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