¿Buscas talento? La IA no te ayudará (ni tu CV)
A mediados de los 90 hice mi primer CV: tenía alrededor de 8 páginas. A finales de esa década, el CV tendría que ser de 3 páginas máximo y acompañarlo de un video. Años después, recuerdo haber hecho una versión de una única página y agregarle todo tipo de links. Después, no volví a crear ninguno: si alguien quería reclutarme o conocer mi trayectoria profesional, solo tenía que ver mi cuenta de LinkedIn.
“Desde hace años, el CV solo es un primer filtro. Todos los reclutadores damos por hecho que las personas mienten un poco y exageran sus logros. Así que un CV solo es la primera impresión: permite conocer detalles de la persona, como su formalidad para entregar un documento, su escritura, su atención a los detalles, si le da por mentir…”, me platica Joan Herrera, un headhunter con 30 años de experiencia.
¿Y ahora? Si en algo ha incursionado la Inteligencia Artificial es en crear CVs “perfectos”. Pero lejos de pensar que esto ha facilitado la forma de encontrar talento, la IA parece estar poniendo nuevos desafíos.
De acuerdo con un informe de Robert Walters, firma global de soluciones de talento, el 67% de los responsables de contratación han notado que los CVs recibidos en los últimos 12 meses están más estructurados que antes, debido al uso de herramientas de IA, como ChatGPT. Sin embargo, el mismo estudio revela un efecto inesperado: el 72% de estos responsables también han tenido que dedicar más tiempo durante las entrevistas para evaluar su veracidad.
En otras palabras, la IA ha vuelto más presentables los CVs, pero no necesariamente son más confiables.
“Recuerdo que todavía hace un par de años, el mayor problema era que los CV estaban muy mal redactados. Ahora, están tan impecables que es inevitable desconfiar… Hasta las cartas de recomendación ya son un problema: textos totalmente creados con IA”, confiesa Herrara.
La nueva paradoja
Sin duda, la IA está transformado la forma de reclutar personal. Por un lado, los candidatos que la usan para crear o pulir sus perfiles, y por el otro, los reclutadores la prueban para filtrar o clasificar candidatos.
En México, 46% de los reclutadores aseguran que ya utilizan herramientas de IA para filtrar candidatos (analizar o descartar CVs) de forma automática, según el estudio Tendencias RH 2025 de OCC Mundial.
Y 22% de las empresas mexicanas asegura que ya reclutan con ayuda de IA, de acuerdo con un estudio de Experis.
Pero… el proceso completo de reclutamiento no está siendo más sencillo.
El informe de Robert Walters destaca que el tiempo promedio dedicado por las empresas a cada entrevista ha aumentado un 25%, en comparación con años anteriores. ¿La razón? Hay que hacer entrevistas más detalladas y específicas “para desentrañar la autenticidad detrás del documento presentado por el candidato”.
Herrera me comprueba la situación. Asegura que todavía en el 2020, con una entrevista y un examen o prueba práctica, bastaba para encontrar a posibles candidatos a un puesto. Si se trataba de un puesto de alto rango, quizás se necesitaba una entrevista adicional. “¿Hoy? No logro encontrar a un candidato bueno con menos de tres entrevistas. Y claro, nadie acepta haber usado IA para inflar su solicitud”, confiesa.
La falta de talento no es culpa de la Inteligencia Artificial, por supuesto. De acuerdo con Manpower, en México, 70% de los empleadores tiene dificultades para encontrar los perfiles que necesita; a nivel mundial, la cifra es de 73%.
El verdadero problema es que la IA no necesariamente está ayudando a encontrar a los candidatos idóneos.
“La Inteligencia Artificial es una gran aliada para tareas operativas: filtrar CVs, identificar palabras clave, acelerar procesos de selección y brindar datos de mercado en tiempo real. Sin embargo, no sustituye la experiencia humana en la evaluación de competencias blandas, en entender la motivación de un candidato ni en la construcción de relaciones de confianza con clientes y profesionales. Ahí es donde el rol consultivo de un reclutador sigue siendo insustituible”, coincide Alfredo Araneda, senior director en Robert Walters Hispanoamérica.
Plataformas como OCC reportan reducciones de hasta 50% en los tiempos de contratación gracias a la automatización. Pero el costo es alto: procesos más rápidos pueden implicar evaluaciones más superficiales, donde un texto bien escrito (aunque no sea veraz) tiene más posibilidades de pasar los filtros que un candidato con mejor trayectoria, pero mala redacción.
¿Adiós al CV?
Un CV creado con IA y con datos falsos es solo la punta del iceberg. En México, los problemas de autenticidad preceden a la IA. El Reporte de Integridad Laboral 2024 de MIDOT advierte que 23% de los aplicantes son clasificados como “no confiables”, principalmente por mentir o maquillar información en su currículum. Otra encuesta de la misma firma, revela que 32% de los mexicanos admite haber exagerado datos en su experiencia laboral o formación académica.
La IA, en este contexto, no crea la deshonestidad: la hace más difícil de detectar.
Por eso algunos reclutadores comienzan a adoptar métricas de autenticidad: no solo verifican lo que dice el CV, sino cómo lo dice. Las señales de alerta incluyen frases genéricas, como “gran capacidad de liderazgo”, “pensamiento estratégico”, múltiples certificaciones sin respaldo verificable o un estilo de redacción demasiado perfecto.
El gran desafío
Araneda recomienda a los candidatos redactar CVs breves y con logros cuantificables. Y que sólo usen a la IA como una herramienta para mejorar su presentación. Pero sobre todo, que no generen un perfil genérico. “Mejor ser muy activos en su red profesional y crear su marca personal, actualizando su perfil en LinkedIn, mostrando en qué destacan y por qué son un talento único, además de participar en foros de su industria y mostrar apertura al aprendizaje constante, porque hoy más que nunca las empresas buscan personas que evolucionen al mismo ritmo que el mercado”.
Y con ello, tal vez dentro de muy poco, hacer un CV sea algo totalmente obsoleto, considerando que en un mundo con IA, lo más valioso será, cada vez más, la autenticidad de las personas.
¿Tú recuerdas cómo fue tu primer CV?