Bruselas trata de seducir a los ‘influencers’ para frenar la desinformación frente a injerencias extranjeras
La Comisión Europea quiere que influencers y verificadores de información y datos independientes, también conocidos como fact-checkers, sean una de las múltiples patas del “escudo democrático” que ultima. El proyecto cuenta con varias líneas de acción. Unas pasan por intensificar la colaboración entre los Estados, mejorar herramientas ya disponibles o profundizar en otras, a través de planes de acción y protocolos, como el que anuncia sobre el reglamento de servicios digitales (DSA, por sus siglas en inglés). Otras consisten en usar “instrumentos financieros para apoyar la resiliencia económica de los medios de comunicación de la UE”, según el borrador al que ha tenido acceso este diario. Entre todas las iniciativas, aparece también una admisión al “creciente papel de los influencers en las campañas políticas online” y de ahí que plantee “la creación de una red voluntaria” de estos actores digitales “para dar a conocer las normas pertinentes de la UE y promover el intercambio de buenas prácticas”.
