Bolsa mexicana activa la Contraparte Central de Deuda

Desde este mes, Grupo Bolsa Mexicana de Valores ha dado un paso estratégico hacia la modernización del mercado de deuda local con la creación de la Contraparte Central de Valores (CCV Deuda), una infraestructura que, según Jorge Alegría, director general del Grupo BMV, permitirá al sistema financiero mexicano reducir riesgos, incrementar la eficiencia operativa y alinearse con las mejores prácticas internacionales.

En entrevista, dijo que la importancia de esta iniciativa radica en el papel fundamental que juega una contraparte central (CCP): actúa como comprador frente al vendedor y como vendedor frente al comprador en cada operación.

Esta intermediación elimina el riesgo de contraparte bilateral, un componente clave para fomentar mayor liquidez, seguridad y confianza entre participantes.

“El mercado de deuda en México ha alcanzado una madurez considerable, con 19.2 billones de pesos colocados en títulos al cierre de agosto, según cifras de Banxico. Pero para detonar aún más su potencial, se requiere modernizar su infraestructura”, apuntó Jorge Alegría.

Con esta figura, la CCV Deuda permitirá centralizar la compensación y liquidación de operaciones con instrumentos como los Bonos M, y más adelante se espera que integre otros valores gubernamentales y operaciones de reporto. Esto contribuirá a homogeneizar reglas, reducir costos de cumplimiento, e impulsar la entrada de nuevos actores, especialmente inversionistas institucionales internacionales.

Comparativos regionales

España y Chile ya han demostrado los beneficios de una CCP en sus respectivos mercados de deuda.

En España, BME Clearing opera desde 2014 como contraparte central en operaciones de reportos de deuda soberana, brindando un servicio paneuropeo que incluye a Italia, Portugal, Austria, Eslovenia y España. Esto ha mejorado significativamente la liquidez y reducido el riesgo crediticio.

Por su parte, Chile cuenta con la CCLV (Cámara de Compensación y Liquidación de Valores), que opera como CCP en su mercado de renta fija e intermediación financiera, bajo el marco legal de la Ley 20.345 y la supervisión de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Esto ha facilitado la participación de más actores en el mercado chileno con estándares de mitigación de riesgo más sólidos.

Infraestructura

Para Jorge Alegría, el lanzamiento de la CCP en México es una evolución natural: “Queremos que el mercado mexicano sea tan competitivo y confiable como los de economías avanzadas. Esta iniciativa permitirá dinamizar aún más la negociación de deuda y abrir la puerta a nuevos participantes”.

El director general del Grupo BMV, explicó que este nuevo modelo facilitará la operación de instrumentos como los Bonos M al actuar como intermediario en las operaciones, brindando mayor certeza y eficiencia.

Alegría añadió que el siguiente paso será integrar este modelo a los procesos de reporto y otros instrumentos, lo cual ampliará el uso de la CCP y permitirá avanzar hacia estándares internacionales de compensación y liquidación.

La entrada en operación de una contraparte central en el mercado de deuda local representa un cambio estructural con efectos directos en la eficiencia del sistema financiero mexicano. En el corto plazo, se espera una reducción en los costos de operación y administración de riesgos para casas de Bolsa, bancos y participantes institucionales.

A mediano plazo, la figura de la CCP facilitará la entrada de nuevos actores internacionales que requieren infraestructuras alineadas con estándares globales de gestión de riesgo.

Esto puede traducirse en una mayor liquidez para los instrumentos de deuda emitidos en México, así como en un impulso al desarrollo de derivados sobre deuda local.

Además, el nuevo esquema permite liberar capital regulatorio en ciertas operaciones, lo cual mejora los márgenes y la capacidad de los intermediarios para realizar más transacciones, incentivando una mayor rotación del portafolio y profundización del mercado.

“Este tipo de infraestructura reduce el riesgo sistémico y permite operar con mayor transparencia. Es una palanca para atraer más inversión institucional”, concluyó Jorge Alegría.

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