Bolivia elige presidente en segunda vuelta, marcando un giro pro mercado y hacia Estados Unidos

Bolivia elige presidente en segunda vuelta, marcando un giro pro mercado y hacia Estados Unidos

Los bolivianos votan este domingo en unas elecciones presidenciales que marcan un rechazo decisivo al gobierno socialista que hace años gobierna al país y un probable acercamiento a Estados Unidos tras décadas de relaciones frías.

La contienda, una segunda vuelta tras los primeros comicios presidenciales de agosto, enfrenta al senador centrista Rodrigo Paz y al expresidente conservador Jorge “Tuto” Quiroga.

Ambos candidatos se han comprometido a fortalecer las relaciones diplomáticas con Washington -tensas desde 2009- y a buscar el apoyo financiero de Estados Unidos para estabilizar la frágil economía boliviana.

La segunda vuelta entre dos candidatos cercanos a los mercados y de orígenes privilegiados supone un cambio trascendental para Bolivia tras dos décadas de dominio del partido izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), fundado por Evo Morales y que supo contar con el respaldo de la mayoría indígena del país.

Para algunos votantes de más edad, los candidatos se asemejan a los de los gobiernos conservadores de la década de 1990, que defendían privatizaciones y las relaciones estrechas con Estados Unidos.

Morales, un dirigente sindical cocalero que asumió el poder en 2006 y fue el primer líder indígena de Bolivia, buscó alianzas con Cuba, Venezuela y Rusia, y nacionalizó la industria del petróleo y el gas.

“Estas elecciones marcan un punto de inflexión político”, afirmó Glaeldys González Calanche, analista para los Andes meridionales del International Crisis Group. Independientemente del resultado, “Bolivia se encamina hacia una nueva dirección”, añadió.

Quiroga ha prometido un “cambio radical”, que incluye recortes profundos en el gasto público y el cierre o privatización de las empresas estatales deficitarias. Paz se inclina por un enfoque más gradual, manteniendo los programas sociales para los pobres y promoviendo al mismo tiempo el crecimiento del sector privado.

Las encuestas de opinión muestran a Quiroga con una estrecha ventaja. Una encuesta de Ipsos realizada en septiembre le otorgaba un 47 % de apoyo frente al 39 % de Paz, aunque este último superó las expectativas en la primera vuelta de agosto.

Las mesas electorales abren a las 8.00 horas (1200 GMT), y cierran a las 16.00 horas. Se espera que los primeros resultados se conozcan después de las 21.00 horas. El ganador tomará posesión del cargo el 8 de noviembre.

Votantes quieren un cambio económico

A finales de septiembre, Paz anunció planes para un acuerdo de cooperación económica con Estados Unidos por 1,500 millones de dólares para asegurar el suministro de combustibles, mientras que Quiroga busca un rescate internacional por 12,000 millones de dólares respaldado por prestamistas multilaterales.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó esta semana que ambos candidatos presidenciales “quieren unas relaciones más sólidas y mejores con Estados Unidos”, tras décadas de liderazgo antiamericano. “Estas elecciones son una oportunidad de transformación”, declaró el miércoles.

Algunos bolivianos han expresado su temor a que se adopten medidas de austeridad como las aplicadas en la vecina Argentina por el presidente Javier Milei, aunque Paz ha rechazado recortes drásticos en el gasto y Quiroga insiste en que sus políticas beneficiarán a los bolivianos de a pie.

El apoyo al Movimiento al Socialismo prácticamente se derrumbó en la primera vuelta de las elecciones.

La inflación ha crecido hasta un 23% en lo que va del año, mientras que la escasez de combustibles y dólares ha paralizado la demanda de los consumidores.

En tanto, las exportaciones de gas natural, que en su día fueron el motor económico de Bolivia, se han desplomado, lo que ha puesto bajo presión a la moneda boliviana y limitado las importaciones de combustibles.

En el distrito comercial de La Paz, las tiendas de electrodomésticos están cerradas y los comercios vacíos de clientes.

“Hay días que generamos cero de ventas, no días, meses que se está marcando cero”, afirma Mercedes Quisbert, presidenta de la Asociación de Importadores local. Hasta este año, los comerciantes y vendedores ambulantes habían logrado capear la crisis, pero ya no es así, añade.

Bolivia tiene una de las tasas más altas de empleo informal de América Latina, con alrededor del 84% de la población trabajando fuera del mercado laboral formal, según datos oficiales. Millones de personas dependen de la compra y venta de productos para ganarse la vida.

“Estamos sobreviviendo prácticamente”, dijo Marcela Martínez, de 52 años, mientras comparaba precios en un mercado de La Paz. Tiene pensado votar por Paz el domingo. “Necesitamos que entre gente nueva”.

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