¿Barrer desde el norte?
El miércoles 11 de junio de 2025 la agencia de noticias Reuters publicó un texto escrito por Diego Oré en el que se informa que la administración de Trump presiona a México para que investigue y juzgue a políticos mexicanos vinculados con el crimen organizado. Oré señala que no han podido establecer si los Estados Unidos entregaron a las autoridades mexicanas una lista de políticos sospechosos. Sin embargo, dos de sus fuentes indicaron que cinco servidores públicos de Morena y un exsenador fueron mencionados. Según el reporte, la inacción por parte del gobierno mexicano conducirá a nuevos aranceles.
Sin duda la famosa limpia del gobierno vía la promesa del expresidente de “barrer las escaleras desde arriba”, vía “el ejemplo” no ha terminado ni con la corrupción ni con los vínculos entre políticos y crimen organizado. Es desalentador ver cómo todos los días aparecen denuncias de corrupción que se tiran en saco roto. Otra historia sería si todas esas denuncias se procesaran, si tuviéramos ejemplos claros de combate frontal contra la colusión criminal y el peculado. Pero lo que tenemos son ataques contra quienes denuncian y pantallas de humo para desviar la atención. ¿Será que la presión estadounidense cambia el rumbo de los acontecimientos? Si logra hacerlo, abriría puertas para tener esperanzas en la transformación justa del país, pero al mismo tiempo dejaría, al menos a mí, un mal sabor de boca: los mexicanos somos incapaces de luchar contra los males que nos aquejan, necesitamos que Estados Unidos presione a nuestro gobierno. ¿Por qué somos incapaces de presionar desde dentro?
El gobierno de Sheinbaum está una vez más entre la espada y la pared: o rompe con los morenistas que la ayudaron a llegar con tanta fuerza al poder, o se enfrenta a una creciente ola de presiones estadounidenses que pueden desacelerar más aún nuestra economía. Por otro lado tendrá que calcular que si le funciona la estrategia al Secretario de Estado, Marco Rubio, vendrán otras presiones, para, por ejemplo, reformar el neonato sistema judicial que nadie ve bien salvo algunos morenistas convencidos que transformar requiere derruir en lugar de reformar.
Supongo que si la inacción por parte del gobierno mexicano continúa, comenzarán a salir en la prensa del país vecino, nombres de políticos mexicanos vinculados con el crimen organizado. De hecho, el texto de Reuters incluye a una morenista, pero no me corresponde divulgarlo. Lo cierto es que desde hace semanas hemos ido viendo ejemplos de presión, la cancelación de visas es uno de ellos. El texto señala que al menos en tres ocasiones el Departamento de Estado ha pedido acciones contundentes contra políticos vinculados al crimen organizado. A nosotros nos corresponde presionar contra los corruptos. La democracia es frágil, pero cuando la sociedad se halla desorganizada, apática, dejando pasar, más que frágil es un soplo.
