Avances laborales de 2025: qué ganaron los trabajadores y qué quedó pendiente para 2026
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La Ley Silla La Ley Silla dejó de ser una promesa y ya es una realidad en México. Se trata de una reforma a la Ley Federal del Trabajo que obliga a los patrones a proporcionar sillas con respaldo a las personas trabajadoras, para que puedan sentarse durante su jornada o hacer las llamadas pausas activas, sobre todo en sectores como comercio y servicios, donde pasar horas de pie es común. La ley prohíbe que las empresas obliguen a permanecer de pie toda la jornada o que impidan sentarse cuando la actividad lo permite, y también establece que los periodos de descanso deben quedar claros y ser obligatorios en los reglamentos internos de trabajo. No es un “privilegio”, sino un derecho laboral enfocado en la salud, el bienestar y la prevención de riesgos físicos. Aunque la reforma fue publicada en el Diario Oficial de la Federación en diciembre de 2024, entró en vigor el 17 de junio de 2025, tras un periodo de 180 días. A partir de esa fecha, las empresas tuvieron otros seis meses para adaptarse, por lo que en diciembre de 2025 la Ley Silla ya debía estar aplicada en todos los centros de trabajo obligados. En pocas palabras: sentarse en el trabajo ya no depende del criterio del jefe, es un derecho reconocido por la ley.
Seguridad social para repartidores La seguridad social para repartidores y conductores de apps cambió de fondo las reglas del trabajo en plataformas en México. La reforma a la Ley Federal del Trabajo reconoció que este tipo de actividades sí pueden ser una relación laboral, y no solo trabajos “independientes” sin derechos. La ley establece que quienes ganen al menos un salario mínimo mensual a través de una plataforma serán considerados trabajadores y deberán contar con IMSS, cobertura por riesgos de trabajo, acceso a Infonavit y prestaciones proporcionales como aguinaldo, vacaciones y descanso semanal. También tendrán derecho a indemnización y, si cumplen con el tiempo mínimo de actividad, a reparto de utilidades. El esquema conserva la flexibilidad: no hay horarios fijos y cada persona decide cuándo conectarse. A cambio, las plataformas deben asumirse como patrones, firmar contratos, explicar cómo funcionan sus algoritmos, pagar con claridad y evitar bloqueos o sanciones arbitrarias. La reforma entró en vigor el 22 de junio de 2025. Desde julio comenzó una prueba piloto del IMSS, que se extenderá hasta diciembre de 2025, para definir el modelo definitivo de aseguramiento. En pocas palabras, la ley no quita la libertad de trabajar por apps, pero garantiza un piso mínimo de derechos y protección social para quienes viven de ellas.
Aumenta el salario mínimo El salario mínimo en México volverá a subir en 2026 tras un acuerdo unánime entre gobierno, empresarios y trabajadores. A partir del 1 de enero, el salario mínimo general aumentará 13%, al pasar de 278.80 a 315.04 pesos diarios, lo que equivale a 9,582.47 pesos al mes, informó la Secretaría del Trabajo. En la Zona Libre de la Frontera Norte, el ajuste será de 5%, por lo que el salario subirá de 419.88 a 440.87 pesos diarios, es decir, 13,409.80 pesos mensuales. El incremento es menor porque en esa región el ingreso ya alcanza para cubrir 2.8 canastas básicas, por encima de la meta nacional. Con este aumento, en 2026 el salario mínimo general ya permitirá comprar dos canastas básicas, cuando en 2025 solo alcanzaba para 1.8. Además, el gobierno estima que, comparado con 2018, el salario mínimo habrá recuperado 154% de su poder adquisitivo. El ajuste beneficiará directamente a 8.5 millones de personas trabajadoras, y las autoridades calculan que 6.6 millones de personas han salido de la pobreza gracias a los incrementos al salario mínimo.
¿Y la semana laboral de 40 horas? La reducción de la jornada laboral en México sigue en la mesa, pero avanza con cautela. La iniciativa para pasar de 48 a 40 horas semanales se presentó desde 2023 y fue retomada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, que ya la envió al Senado. Su discusión y eventual votación se prevén para el periodo ordinario de 2026. La propuesta plantea reformar el artículo 123 constitucional para establecer una jornada de 40 horas y garantizar descanso con goce de salario. El cambio sería gradual: en 2026 se mantendrían las 48 horas, y a partir de ahí la jornada se reduciría dos horas por año hasta llegar a las 40 en 2030, sin afectar sueldos ni prestaciones. También se mantienen las reglas sobre horas extra: se pagan al doble, con un máximo de 12 horas semanales; si se exceden, el pago puede llegar hasta 200%. Aunque Claudia Sheinbaum no lo planteó como promesa de campaña, sí lo asumió como compromiso al iniciar su gobierno. No obstante, diversos sectores han criticado la falta de rapidez en el proceso y advierten que el tema podría postergarse hasta el contexto electoral. Además, organizaciones laborales exigen que la ley sea explícita y establezca dos días de descanso por cada cinco de trabajo, y no solo la reducción del total de horas semanales. Antes de su eventual aprobación, el Senado prevé foros y mesas de análisis para escuchar a trabajadores, especialistas y empresarios. Al cierre de 2025, México registra avances claros en derechos laborales: mejores condiciones de descanso, mayor protección social y un salario mínimo con mayor poder adquisitivo. Sin embargo, los pendientes —como la semana laboral de 40 horas— muestran que la agenda aún no está cerrada. El reto para los próximos años será consolidar lo ya aprobado y acelerar las reformas que permitan equilibrar productividad, bienestar y calidad de vida para la clase trabajadora.
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