Aumenta a 3.1 años el tiempo de aprobación de terapias innovadoras en América Latina

Aumenta a 3.1 años el tiempo de aprobación de terapias innovadoras en América Latina

El acceso de terapias innovadoras en América Latina ha ido en sentido inverso, ya que el tiempo promedio para la aprobación de nuevos medicamentos ha aumentado actualmente a 3.1 años frente a los 2.8 años registrados en 2023.

“Desafortunadamente estamos en el sentido inverso a lo que deberíamos estar. Deberíamos tener aprobaciones más rápidas, pero del 2023 al 2025 vemos lo contrario”, subrayó el vicepresidente Internacional de Johnson & Johnson Innovative, Bruno Costa Gabriel.

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Durante su participación en el evento Fifarma Annual Summit 2025 recalcó que se están empeorando los tiempos de acceso a medicamentos.

Aún más preocupante, dijo, es que una vez obtenida la aprobación regulatoria la disponibilidad de los tratamientos en los distintos sistemas de salud puede tardar 5.6 años, en promedio, o más.

“El problema no se limita al proceso regulatorio”, afirmó un vocero del sector. “Es también una cuestión de cómo hacemos llegar estos medicamentos a los pacientes.

Los datos más recientes muestran que en Brasil, por ejemplo, de los 403 medicamentos aprobados entre 2014 y 2024, solo el 7% —es decir, 29 fármacos— están efectivamente disponibles para los pacientes a través del sistema de salud. Estes escenario no es diferente en otros países de la región.

Bruno Costa Gabriel explicó que uno de los factores detrás de este retraso es el bajo nivel de inversión en salud.

El gasto en salud como proporción del PIB es de 8.3% en los países de la OCDE, mientras que en América Latina

Mientras que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el gasto en salud como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) es de 8.3%, en América Latina y el Caribe apenas alcanzan el 4.1 por ciento.

Este último porcentaje está muy por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un mínimo del 6% del PIB para garantizar la cobertura universal.

A pesar de estas cifras, la industria farmacéutica sigue “empeñada” en contribuir con la innovación que permita mejorar la calidad de vida de las personas, recalcó el vicepresidente Internacional de Johnson & Johnson Innovative.

Refirió que actualmente, hay más de 67,000 moléculas en desarrollo a nivel mundial, y un 74% de ellas podrían ser “first-in-class” (primero en su clase), que atienden necesidades médicas aún no resueltas en terapias como diversos tipos de cáncer o enfermedades raras.

Cerca de 74% de esas moléculas tienen la oportunidad de ser first in class, que quiere decir que de nuestra parte seguimos detrás de donde efectivamente existe un metin. Seguimos detrás de curar cáncer, seguimos detrás de tratar las enfermedades caras más difíciles.

Además, resaltó la importancia de la investigación clínica, ya que estudios recientes —como uno elaborado por McKinsey— destacan que el 73% de los años de vida ganados en las últimas décadas pueden atribuirse directamente a los medicamentos.

La misma investigación indica que cada dólar invertido en medicamentos genera un retorno de cuatro dólares en beneficio de la sociedad en términos socioeconómicos.

“Seguimos detrás de resolver los problemas de los pacientes que necesitan mucho de nuestra colaboración, pero sobre todo la colaboración de todo el sistema de salud en la región”, enfatizó Bruno Costa Gabriel.

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