Aranceles de Trump, el bumerán populista

¿Qué si es injusto el trato que da Donald Trump a México en materia comercial?

¡Claro que los caprichos de los populistas son injustos! Parten del abuso de un poder que no tiene controles. Pero eso lo saben muy bien en el gobierno de México y seguro que ven en el actuar del Presidente de Estados Unidos una sopa de su propio chocolate.

Las recientes cartas de Trump rebasan las reglas de un país que presumía jugar con normas claras, pero esa es una característica de los regímenes que muchos países padecemos.

El Presidente de Estados Unidos receta aranceles por razones tan poco racionales y nada comerciales como los impuestos a Brasil para defender Jair Bolsonaro. Y, claro, del otro lado, otro político del mismo corte, Luiz Inácio da Silva, ya se enganchó en ese costoso pleito.

Ese lance tendrá afectaciones para su propia economía, tan solo la aviación comercial estadounidense vuela con 620 aviones brasileños Embarer E175, más otros cientos de los modelos E170, E190 y E195, que básicamente cubren rutas regionales dentro de ese país.

A Canadá y a la Unión Europea los tasa y los amenaza con quedarse calladitos si no quieren más aranceles y a México, que se ha quedado calladito, también le aumenta el castigo arancelario, por ahora, en el papel.

Porque hasta ahora, la mayor parte de las amenazas comerciales de Trump se han movido en la perversidad de las prórrogas.

Desde aquel 2 de abril que llamó el Día de la Liberación, porque a los populistas les encantan esos fetiches, ha extendido prórrogas y excepciones que empiezan a tener en el mercado el efecto de Pedro y el Lobo.

La misma presidenta Claudia Sheinbaum declaró este fin de semana que ya tiene experiencia con estas cosas.

Sin embargo, en el camino de presionar y aflojar, Trump sí ha tenido algunas concesiones del gobierno mexicano y como ve que la presión funciona, va por más.

A Canadá hoy le da un trato más rudo que a México, 35% de aranceles al norte, 30% al sur, pero también el primer ministro canadiense Mark Carney es más firme con Trump y claro que no le gusta al republicano.

Pero eso tendrá que suavizarse al final si no quiere una severa crisis interna, los estados norteamericanos de Montana, Mane, Vermont y Dakota del Norte reciben 65% de sus importaciones de Canadá. Montana, por sí solo, depende 91.8% de las importaciones canadienses.

Con la Unión Europea Trump también se pone muy agresivo, porque ese bloque, desde un poder limitado, tiene espacio para aplicar represalias con éxito.

Hay que ver la manera tan rápida como Trump se dobló con China para entender que no es un asunto de balanzas comerciales, sino del poder que cada adversario sea capaz de desplegar.

Otra vez, estamos ante dos semanas de gran incertidumbre en los que, al menos en el caso de México, los temas comerciales son secundarios a otros objetivos del gobierno de La Casa Blanca.

No cuentan las reglas, las estructuras, ni siquiera parecen ser importantes las balanzas comerciales, es el poder de imponer las decisiones unipersonales. Es ver a nivel global lo que padecemos algunos países a nivel local.

No cuentan las reglas, las estructuras, ni siquiera parecen ser importantes las balanzas comerciales, es el poder de imponer las decisiones unipersonales. Es ver a nivel global lo que padecemos algunos países a nivel local.

admin